El 14 de Septiembre 2018 | 10:37
La semana pasada se estrenó 'La Monja' y, como buena seguidora (y crítica, porque una cosa no quita la otra) de 'Expediente Warren' que soy, decidí ir al cine de estreno. Os admito que me sorprendió ver que la sala estaba llena, puesto que no es algo que suela suceder con los estrenos de terror.
Yo llevaba las expectativas bastante bajas, porque tras la decepción de 'Annabelle' no quería hacerme demasiadas ilusiones con ninguna película del universo Warren. Y 'La Monja' me sorprendió muy gratamente: la historia me gustó, el elenco me pareció el apropiado (me maravilló la actuación de Taissa Farmiga) y el ritmo general de la película me pareció coherente con lo que estaban contando. No es una película que yo pasaría a considerar de culto, ni mucho menos, pero sí es notablemente mejor que todo lo relacionado con 'Annabelle'. Además, tiene detalles donde se nota realmente el trabajo del guionista, Gary Dauberman; no os diré más por si aún no la habéis visto, pero son precisamente esos puntos los que me hacen apreciar más una película.
Pero hubo algo que me decepcionó y que, por desgracia, suele pasar en muchas películas de terror: Valak, la Monja, no tenía nada de personalidad. Puedo comprender, hasta cierto punto, que no se ahonde en sus motivaciones porque, a fin de cuentas, es un demonio y pretenderá lo mismo que todos los demonios. Pero ni siquiera se cuenta su historia como tal, no se le permite hablar o expresarse, no tiene protagonismo real. Es una excusa para pasar miedo con un rostro muy trabajado y sobresaltos espontáneos.
Es algo que, como he dicho, cabía esperar desde el primer momento. En las películas de terror nunca se ahonda en el villano, puesto que este no es realmente relevante; pero, aún así, no puedo dejar de verlo como el detalle que hubiera hecho de esta película algo totalmente diferente. Si se nos hubiera contado la historia de Valak, si nos hubieran hablado más de este demonio o de sus intenciones, la película podría haber sido mucho más completa. Sí, todos sabemos que lo que quiere es quedarse con la abadía por la eterna lucha entre el bien y el mal, pero... ¿No podrían haber hecho un poco más de hincapié en toda esta batalla?
Una película buena, pero no sobresaliente
Pocas son las películas de terror que consiguen narrar historias completas y bien construidas, y 'La Monja' no es una de ellas. Pero en esta ocasión me da incluso más pena, porque tengo la sensación de que podría haber dado mucho más de sí. No es como 'Annabelle', que era un cuento más sobre muñecas diabólicas, sino una trama con un escenario único.
Hay giros en la película que hacen de ella algo digno de ver, y hay momentos en los que el espectador se queda realmente con la boca abierta. Dentro de la saga de 'Expediente Warren', es sin lugar a dudas una sorpresa que rompe la desastrosa racha que estaba teniendo. Y, aún así, no puedo evitar pensar que el personaje de Valak debería haberse trabajado mucho más, sobre todo si pretendían estrenar en unos años 'The Crooked Man'.