El 11 de Septiembre 2018 | 07:24
Este fin de semana se ha estrenado 'La Monja' en todos los cines de España, convirtiéndose rápidamente en un auténtico éxito. Corin Hardy ha sido el encargado de dirigir este nuevo spin off de la saga de 'Expediente Warren', que en España ha estado muy cerca de recaudar un total de tres millones de euros.
Hardy ha sido capaz de darle parte de su propia esencia a la película. Él mismo ha aseverado que creció con algunos de los clásicos de terror como 'Pesadilla en Elm Street', y que para él el terror iba mucho más allá de técnicas por ordenador. No se crió de esa forma, él era fan de los 'animatronics', de la técnica de stop motion y de la plastilina; es por eso que, en esta ocasión, ha decidido dar una oportunidad al terror de la vieja escuela, olvidar los grandes efectos especiales y permitir que sean los espectadores los que usen la imaginación.
"Me gustan los bordes irregulares, los fallos y las cosas que no planeas y pasan de repente... Eso crea una conexión humana", le contó al medio español Sensacine durante el rodaje de la película. Si bien él es plenamente consciente del momento en el que nos encontramos, y de que los nuevos efectos especiales son casi un requerimiento en todos los grandes estrenos, ha preferido optar por lo que él llama "efectos de la vieja escuela". De ahí que podamos ver que en 'La Monja' hay multitud de escenas donde no hay edición por ordenador, sino que todo está grabado talcual. "Exactamente como pasaba en los setenta", ha señalado Hardy, mostrándose orgulloso del trabajo realizado.
Grabar una película de terror con esta técnica puede resultar verdaderamente complejo, pero el resultado obtenido es tan diferente que hay quien prefiere trabajar más para llegar a ese contenido concreto. No es la primera vez que en 'Expediente Warren' usan esta técnica, puesto que Jennifer Spence, la diseñadora de producción de 'Annabelle: Creation' hizo lo mismo con todos los decorados.
Un terror mucho más tradicional
Al ver 'La Monja', es inevitable tener algunas reminiscencias de los clásicos de terror de hace algunas décadas. Quizás no es fácil averiguar en un primer momento por qué, pero analizando el film detenidamente es posible verlo. El terror, pese a ser algo continuo y que recurre a los sobresaltos, recuerda también bastante al terror psicológico más propio de películas como 'El Exorcista', aunque salvando las distancias.
"Espero que parezca una película de terror chapada a la antigua, porque hemos intentando hacer eso. Lo hemos hecho así intencionadamente", señaló Hardy. Y lo cierto es que, siendo esa su intención, se puede afirmar fácilmente que lo ha conseguido. 'La Monja' se ha convertido en una de las películas de terror de mayor éxito de los últimos años.