El 3 de Enero 2018 | 19:05
La división de los fans por las emociones provocadas por 'Star Wars: Los Últimos Jedi' sigue siendo muy fuerte incluso semanas después del estreno de la película producida por Walt Disney Studios. En ese tiempo no es poca la gente que ha expresado sus partes favoritas de la cinta, y resulta que se está levantando un seguimiento masivo muy llamativo hacia uno de los personajes en concreto de forma más fuerte que en el séptimo episodio de la saga. Ben Solo, aquí conocido como Kylo Ren, está enamorando al público de manera increíble.
¿Por qué sucede esto? Era mucha la gente que lo calificaba como un villano muy débil en 'El Despertar de la Fuerza': venir tras el siempre admirado Darth Vader le pasó factura por aquel entonces. Pero ahora que la trilogía sigue avanzando la gente parece amarlo. Creo entender la razón: la época en la que vivimos, el público al que se dirige y la actuación de Adam Driver hacen que no sea sólo un gran personaje para la franquicia, sino el sucesor definitivo a uno de los villanos más admirados de la historia del cine.
Lo nuevo y lo viejo
Sé que esta frase puede parecer una locura: dejad que os explique su contexto. Kylo Ren apareció por primera vez en el séptimo episodio de 'La Guerra de las Galaxias' como el hijo de Han Solo y Leia Organa, el último descendiente de los Skywalker. Se le retrató como un joven lleno de potencial y fuerza, pero confuso, buscando su lugar en la galaxia y como el admirador definitivo de su abuelo.
En este nuevo episodio ha evolucionado como nunca antes se había visto a ningún otro personaje de la franquicia. Su lugar parece más claro, sus decisiones más redondas conforme nos acercamos al final de la película y lo más importante: destruye su vínculo a Vader en esa escena tan poderosa dentro del ascensor. Este enlace es el que lo hace tan poderoso: ningún antagonista en la franquicia iba a ser nunca capaz de competir con el Sith más temido del Imperio. Todos aquellos que lo intentaron, como Darth Maul o Grievous, iban a quedar relegados a la sombra de Vader.
Pero para Kylo Ren se ha sabido acertar en su planteamiento. Antes de saber quién era siquiera, de conocer sus motivaciones, se refugió en la sombra del mítico villano y lo vimos como un mero seguidor, un fanboy que no encuentra su papel en todo esto. Al evolucionar abandona ese puesto rechazando por completo el pasado. Y es que no le hace falta estrangular, masacrar a su paso o soltar frases amenazantes: lo consigue con identidad y evolución psicológica. Francamente, algo difícil de ver en 'Star Wars'.
Por supuesto que no se trata de un villano perfecto, pero esas imperfecciones lo hacen más redondo. Porque a mis ojos y los de otros tantos fans no se trata de alcanzar una villanía absoluta y muy oscura: se trata de crear un personaje perfecto con rasgos de antagonista. Llevamos años pidiendo en ciertas franquicias que se nos traigan grandes villanos cuando quizás lo que necesitemos sea mejores personajes. A este redactor Ben Solo ya le ha robado el corazón.