A Johnny Depp se le acumulan las denuncias y su comportamiento en los últimos años no ayudan a hacer que paren. Esta nueva denuncia proviene de un responsable de localizaciones de una película del año pasado, Gregg "Rocky" Brooks, que ha interpuesto en la Corte Superior de Los Angeles.
La denuncia explica que estaban grabando en el hotel Barclays de Los Angeles durante el mes de abril de 2017, en el que tenían permiso para grabar en el exterior hasta las 7 de la tarde y en el interior del edificio hasta las 10 de la noche. Les concedieron una prórroga y antes de las 11, les pidieron que grabaran la última toma de la noche. Brooks tenía que informarle al actor de la situación, pero quería que uno de los agentes de policía presentes en el set de rodaje le acompañara porque sabía que Depp "se podría cabrear".
Antes de conseguir la ayuda del agente, el denunciante asegura que Depp le abordó y comenzó a gritarle enfurecidamente: "¿Quién coño eres tú? ¡No tienes ningún derecho a decirme lo que tengo que hacer! ¡Me importa una mierda quien seas tú y no me puedes decir lo que tengo que hacer!".
Primero le agredió y luego le ofreció dinero
La situación no se quedó sólo en gritos, sino que a continuación, según afirma Gregg Brooks, "golpeó furiosa y enérgicamente al denunciante dos veces en la parte baja izquierda de las costillas causándole dolor". Después de ser agredido, Brooks mantuvo la compostura y Depp le gritó que le daría 100.000$ si le pegaba un puñetazo en la cara. El responsable de localizaciones continuó sin moverse y los guardaespaldas del actor le sacaron del lugar con fuerza.
Además, la denuncia añade un último detalle: "Durante el altercado, el denunciante percibió que el aliento de Depp apestaba a alcohol".