Jim Carrey vuelve a la pequeña pantalla gracias a Netflix y a Vice Films, en 'Jim y Andy', una especie de documental en el que el actor cuenta su experiencia rodando 'Man on the Moon'. Este "behind the scenes" resulta más interesante por las cuestiones que plantea que por el material que ofrece, que se vuelve repetitivo a la media hora y necesita ahondar en otras experiencias personales de Jim para darle algo de frescura y mantener el interés del espectador durante la hora y media que dura.
De Jim a Tony pasando por Andy
Jim Carrey cuenta que cómo se convirtió en Andy Kaufman durante el rodaje de 'Man on the Moon'. En esta especie de biopic únicamente centrado en una película, Jim habla de su experiencia transformándose en Andy y en su alter ego (alter-alter ego para Jim Carrey), Tony Clifton.
Conocemos a varios actores que se mantienen en personaje cuando la cámara deja de grabar. Quizás el ejemplo más cercano en estos días es Jared Leto, quien, entre otras cosas, estuvo completamente ciego durante el rodaje de 'Blade Runner 2049' al igual que su personaje. La muerte de Heath Ledger después de interpretar al Joker de Christopher Nolan se mueve en una fina línea entre la realidad y la leyenda sobre su implicación con el personaje. Brad Pitt tuvo que mantener el acento de 'Malditos Bastardos' en su vida diaria para no perderlo.
Carrey quiere ahondar en el tema sobre los problemas de identidad de los actores. Él se involucró tanto que no podía salir de dentro de Kaufman, o Clifton en su defecto. La película no para de enseñarnos imágenes de él molestando constantemente al director, a los actores, a las maquilladoras y a todo el equipo en general. La pregunta que está en el aire todo el tiempo es, ¿Jim Carrey está haciéndolo conscientemente o el actor está tan metido en el papel que se ha convertido en otra persona?
Sin vuelta atrás
Hay un detalle al final de la película que es el que nos deja con más dudas aún. Jim tenía apalabrado aparecer en un videoclip de R.E.M. como Andy Kaufman. Incumplió con su palabra porque Jim se sentía incapaz de volver a meterse en su piel, posiblemente por el miedo de quedar atrapado en ese estrafalario personaje. La pregunta se mantiene, ¿es 'Jim y Andy' otra actuación más del famoso cómico o es una preocupación real de los actores? ¿Los personajes pueden convertirse en una maldición?
Lo que mejor hace 'Jim y Andy' es dejar claro que ambos cómicos son únicos, ambos buscaban salirse de los límites establecidos por la sociedad y por los prejuicios. Para ellos, ser únicos no era una maldición, era su don. Al interpretar a Kaufman, Carrey consiguió liberarse de cualquier presión personal, social y cultural, nada podía hacerle daño porque tenía un escudo con el nombre de Andy Kaufman. Podía comportarse como le diera la gana, James Eugene Carrey nunca sería responsable de ese comportamiento, por muy antipático, retrogrado y destructivo que fuera.
'Jim y Andy' da la sensación de ser un intento de un actor cuya hora pasó hace muchos años y ahora en la madurez busca una forma de trascendencia. Eso sí, las reflexiones a las que invita no deberían pasar desapercibidas.