The New Yorker ha desvelado que Harvey Weinstein había contratado a una red de investigadores privados de élite para obtener información de las personas de las que había abusado sexualmente y de periodistas.
Black Cube era una de las firmas de investigadores, entre los que se encuentran antiguos oficiales de inteligencia del servicio israelí, y otra de ellas era la empresa Kroll International. Los investigadores de Black Cube asumían identidades falsas y representaban compañías de forma fraudulenta para conseguir información de personas como Rose McGowan, que había acusado a Harvey de haberla violado.
"Weinstein mandaba a sus agencias a recoger información sobre docenas de individuos y recopilar perfiles psicológicos que a veces se centraban en historias personales o sexuales", cuenta el New Yorker.
Una factura de grandes proporciones
Harvey seguía los progresos de las investigaciones personalmente o a través de su famoso abogado David Boies. El trabajo que realizó Black Cube le costó a Harvey 600.000$ en total. Además, la agencia consiguió hacerse con cien páginas de la memoria que publicará McGowan pronto, 'Brave', por la que recibieron un extra de 50.000$.
Poco a poco se siguen conociendo más y más detalles de la forma de actuar de Harvey Weinstein y protegerse de los actos que cometía.