El 29 de Mayo 2018 | 07:31
La colección personal de cartas de Alan Rickman, reunidas entre él mismo y el librero Neil Pearson, se ha puesto a la venta en la ABA Rare Book Fair de Londres. En total, las cartas conforman un total de treinta y cinco cajas donde se puede ver cómo Rickman se sentía al dar vida a Severus Snape, y qué sensaciones iban cruzando su mente durante la producción de 'Harry Potter'.
En esta colección, hay cartas de Rickman, pero también hay una de J. K. Rowling. La autora decidió darle las gracias al actor por "hacerle justicia a mi personaje más completo", aceptando así la importancia de Snape en la saga. Una importancia que no todos parecían haber captado, tal y como Alan Rickman pensaba. Él se sentía muy desilusionado por cómo en 'El Misterio del Príncipe' (2009), David Yates había decidido retratar al profesor de Pociones. "Es como si David Yates hubiese decidido que esto no es importante en el esquema de las cosas, o que no atrae al público adolescente", comentó en 'Dentro de la cabeza de Snape'.
Estas cartas han salido a subasta ahora mismo por un valor de más de un millón de euros. Y es que estamos hablando de una colección donde hay cartas del príncipe Carlos, de Bill Clinton, Tony Blair e incluso una copia del guión de 'Jungla de cristal'. ¡Contienen un pedazo de historia del cine!
Rickman no se sentía satisfecho con el papel de Snape
La conclusión que se puede sacar de las cartas que se leen de Rickman es que no se sentía realmente satisfecho con el papel que estaba representando, y no por sus dotes, sino por la poca importancia que creía que tenía Snape. Lejos está esto de ser un ataque de ego y de querer protagonismo; más bien parece una lucha por darle al profesor de Pociones la importancia que debía tener.
Severus Snape fue uno de los personajes más complejos de la saga al completo, por no decir el más complejo. Saber exactamente cuáles eran sus motivaciones en cada momento era complicado, puesto que sabía camuflar perfectamente lo que sentía y lo que deseaba; ver cómo, al final, lo único que hizo fue defender a capa y espada al hijo de la mujer que amaba sorprendió a todos los lectores (y espectadores). Esa era parte de la magia del personaje: lo poco previsible que era.
Pese a que David Heyman, el productor de la saga, le agradeció el trabajo realizado en 'La Cámara Secreta', también supo ver que Rickman se sentía frustrado. "Sé que a veces te sientes frustrado, pero quiero que sepas que eres una parte fundamental de las películas. Y eres brillante", le indicó en una misiva. Una de las tantas que alguien, con un millón de euros para pagar, adquirirá dentro de poco.