[AVISO: Esta noticia contiene SPOILERS de 'Rogue One: Una historia de Star Wars']
'Rogue One' ya se ha convertido en todo un éxito de taquilla y la mayoría de la crítica se rinde a la labor que Gareth Edwards ha conseguido con este primer spin-off, una apuesta arriesgada que definirá el camino de la franquicia tras el final de la nueva trilogía. Aunque todo podría haber sido muy diferente, ya que el propio Edwards ha reconocido que el final original de la película (el que se contemplaba en el guión) no tiene nada que ver con el que hemos podido ver todos en los cines.
Un futuro más prometedor
Si sois de los que no os habéis podido esperar al día del espectador, seguro que ya sabéis cómo acaba 'Rogue One'. Scarif se convierte en un campo de batalla y la Estrella de la Muerte hace otra de sus pruebas disparando contra el centro de comunicaciones que el Imperio Galáctico tiene allí. Esto supone la muerte de todos los que están allí, incluidos nuestros protagonistas.
Pero no iba a ser así originalmente. Gareth Edwards, pensando en el futuro de la franquicia, contempló un final más bucólico, por llamarlo de alguna forma, uno en el que mantenía con vida a los personajes. En una entrevista a Empire, el cineasta ha reconocido que pensaba que en Disney no querrían tantas muertes, pero luego recibió el sí de la compañía y de Kathy Kennedy (máxima responsable de LucasFilm), para que rodase el final tal y como él quisiera. Esto dio lugar al final más oscuro que vimos en la película.
Recordemos que en 'Rogue One' no se salva, como se dice comunmente, ni el apuntador, ya que el equipo rebelde que se infiltra en Scarif no sale con vida de allí. La película de Gareth Edwards ya es uno de los mejores estrenos del año, y eso que no lleva ni una semana en cartelera.