Hoy queríamos traeros algo distinto, aprovechando que en septiembre del año pasado, Albus Severus Potter fue por primera vez a Hogwarts (si nos basamos en las fechas que la propia J. K. Rowling nos proporcionó). ¡Esperamos que os guste!
"¡Hola, papá! Espero que esta lechuza no se pierda, aunque menuda cara de despistada... No se parece en nada a esa de la que tanto nos hablas (¿Hedwig?). ¿Cómo está todo por allí? Por aquí todo anda como siempre.
Han pasado ya cuatro meses desde el inicio de curso, y creo que voy acostumbrándome al hecho de estar en Slytherin. Scorpius es un buen amigo, pese a todos los rumores que corren sobre él... Tú debes saber mejor que nadie que los rumores pueden llegar a ser muy dañinos, claro. No te mentiré: me ha costado aceptar que no iba a estar en Gryffindor, sobre todo porque, al tenerte a ti como padre, todo el mundo esperaba cosas distintas de mí. Grandes cosas.
Corren rumores sobre todas las aventuras que corristeis aquí tú y los tíos, Ron y Hermione. Me han contado que una vez conseguisteis acabar vosotros solos con un troll de las mazmorras, que acabasteis con un basilisco (¡y que salvaste a mamá!), que siempre andabais tramando nuevas trastadas por los pasillos. ¿Es cierto que la profesora McGonagall os castigó a Ron y a ti por llegar tarde el primer día de clase? Jo, ¡menudos dos! He de decir que Scorpius y yo somos mucho más tranquilos...
Sé que con su padre, Draco, la cosa nunca fue del todo bien. Scorpius habla poco de eso, pero creo que Draco tuvo una infancia complicada, y que sus padres... Bueno. Lo sabrás tú mejor que yo.
Las falsas expectativas
Papá, hay algo que me preocupa mucho. Dejaste el listón muy alto, y ahora todo el mundo espera grandes cosas de mí. ¿Qué pasará si no soy capaz de conseguirlas? No soy bueno jugando al Quidditch, no se me dan bien la mayoría de las clases, ni siquiera sé llevarme bien con todos mis compañeros... ¡Y el hecho de ser Slytherin ya parece algo que se deba criticar de mí! Me dijiste que uno de mis nombres era por un gran profesor que había pertenecido a Slytherin... Pero no siento esto como ningún consuelo.
Yo no tengo ningún Voldemort contra el que luchar, no tengo grandes proezas que hacer. ¿Cómo voy a ser un digno hijo de Harry Potter, si todo lo que tengo que hacer es ir a clase y tratar de aprobar? No hay misterios que resolver, no aparece nadie petrificado por los pasillos, no hay viajes nocturnos al Bosque Prohibido, ¡nada!
Tengo la extraña sensación de que este no es mi sitio, y no sé si llegará a serlo alguna vez. ¿Te sentiste así alguna vez? Me han contado en mi sala común que hubo un año en el que todo el mundo te rechazó, cuando murió un compañero tuyo y creyeron que era tu culpa. Tuvo que ser realmente duro, ¿no? Aunque lo diga poco, que sepas que me siento muy orgulloso de tenerte como padre. En el fondo, incluso me da pena saber que jamás te mandaré esta carta, que esa lechuza hipotética de la que te he hablado al principio no existe, y que conforme termine de firmarla, la tiraré al fuego.
Un saludo, estimado señor Potter.
Atentamente: su hijo, Albus Severus".