Emma Watson se dio a conocer hace años (diecisiete, para ser más exactos) al interpretar a Hermione Granger en 'La Piedra Filosofal', la primera película de la saga de 'Harry Potter'. A partir de ese momento, Hermione y Emma prácticamente confluyeron, entremezclándose; la segunda dotó a la primera de parte de su fuerza, mientras que Hermione hizo que Watson madurara de una forma muy particular. Tanto es así que los valores que Rowling defendía con el personaje de Hermione acabaron convirtiéndose en una parte fundamental de la propia actriz.
Hermione siempre fue un claro ejemplo de que las mujeres pueden tener las mismas capacidades que los hombres. Pueden ser igual de inteligentes, igual de valerosas, e incluso mucho más; pueden valerse por sí mismas, sin necesidad de contar con la aprobación de ningún hombre. Este personaje fue un antes y un después para muchas de las chicas que leyeron 'Harry Potter', que transformaron a la joven bruja en un ejemplo a seguir. Emma Watson ha acabado haciendo prácticamente lo mismo, puesto que ha llegado a convertirse en uno de los iconos del feminismo liberal en la actualidad.
Personaje y actriz confluyeron en algún punto, y Watson ha acabado dedicando incluso más tiempo al activismo que a la interpretación. El hecho de que haya figuras públicas que, como ella, luchen de esta forma por el empoderamiento femenino es muy importante a nivel social. Watson tiene una voz pública, sus escritos y sus palabras son capaces de llegar a mucha gente; hay quien aún la asocia con Hermione Granger y, en cierta medida, esto también le da un plus a su discurso. La joven es plenamente consciente de ello, y no pierde el tiempo cuando se trata de defender los derechos de las mujeres. Lo ha hecho hace tan solo unos días, escribiendo una carta en la revista Porter. El tema en cuestión fue la muerte de Savita Halappanavar, la mujer fallecida en 2012 en Irlanda tras negársele la posibilidad de interrumpir su embarazo.
Halappanavar estaba sufriendo un aborto espontáneo, su salud se encontraba en grave peligro. Y, pese a todo, la legislación irlandesa prohibía que se le practicase una interrupción del embarazo. Eso le costó la vida, y transformó a la joven en un símbolo de lucha.
Una voz pública usada con firmeza
Emma Watson ha mostrado por redes sociales lo gratificante que es para ella poder dar voz al movimiento feminista, poder liderar una lucha que tanto significa para ella. Su dedicación y su lucha constante son positivas para la sociedad, y un ejemplo claro de lo que cualquier persona famosa puede llegar a hacer con el poder que el mero hecho de ser conocido le otorga. Ella decidió hace muchos años que su lucha tendría como objetivo buscar la liberación femenina, y así ha sido.
La carta que ha escrito, cuyos fragmentos podréis leer a continuación, es tan emotiva como triste. Porque Watson habla de una injusticia, de una muerte que no debería haberse dado y que, pese a todo, sucedió. Gracias a ella, la historia llegará a más gente y calará en más corazones; su discurso tiene un fuerte poder, y Watson lo sabe.
"No querías convertirte en el rostro de un movimiento. Querías una operación que te salvara la vida. Cuando las noticias sobre tu muerte salieron en 2012, la necesidad de entrar en acción por parte de las activistas irlandesas resonó en todo el mundo: había que derogar la Octava Enmienda de la Constitución Irlandesa", comienza. "Desde Argentina hasta Polonia, las leyes restrictivas contra el aborto de Irlanda ponen en peligro a niñas, mujeres y personas embarazadas. Aún así, la ley del aborto de Irlanda del Norte es anterior a la bombilla. En su memoria, y hacia nuestra liberación, continuamos nuestra lucha por la justicia reproductiva".