Adam Wingard, director de la nueva versión de 'Death Note' que se estrenará en Netflix el próximo 25 de agosto, ha charlado con los compañeros de IGN sobre cómo ha enfocado la adaptación del manga original escrito por Tsugumi ?ba e ilustrado por Takeshi Obata.
De Japón a Estados Unidos
Esta nueva interpretación de 'Death Note' deja a un lado la ambientación japonesa para pasar directamente a tierras estadounidenses; lo que viene a ser una respuesta a la pregunta de qué pasaría si el cuaderno de muerte de Ryuk hubiera caido en Estados Unidos. Wingard asegura que ha tenido en cuenta las peculiaridades culturales del país americano y ha construido la adaptación en base a eso: "Al final, cuando decidí que sí que sería en América, me quedé pensando en cómo son las cosas en América y sus problemas. ¿Cuáles son los elementos que la gente valora como teorías de conspiración? ¿Qué clase de extraños programas esconde el gobierno? ¿Cómo funcionaría eso en 'Death Note'?", explica el director.
Para Wingard, esta adaptación no habría funcionado cambiando simplemente un país por otro: "'Death Note' es una historia muy japonesa. No puedes decir sencillamente que te lo llevas a otro entorno. Son dos mundos bien distintos". Y es que al parecer el director ha querido trabajar con la esencia del manga, en vez de hacer una recreación minuciosa: "Es una de esas cosas en las que cuanto más he intentado ser 100% fiel al material fuente, más me he desviado... Estás en un país diferente, en otro tipo de entorno, y tratas también de resumir una serie llena de acontecimientos en un relato de dos horas. Para mi, lo principal era adaptarlo todo a la América moderna y ver cómo afectaría a la forma de contar la historia. Cómo reflejar el juego del gato y el ratón que protagonizan Light y L, los temas del bien, el mal y lo que queda en medio. Eso es lo que queríamos mostrar".