Aviso: vais a encontrar algunos spoilers, así que continuad leyendo con precaución.
Ayer no pude esperar más, la impaciencia se apoderó de mí y tuve que ir corriendo al cine a ver 'Deadpool 2'. Y es que la primera parte me gustó tanto, pese a no ser yo una gran fan de Marvel (no es que no me guste, es que sencillamente no es mi franquicia preferida), que llevaba meses esperando esta segunda parte. Deadpool me cae bien y me hace reír a partes iguales; y no diré que es solo gracias al personaje, Ryan Reynolds tiene buena parte del mérito. La película me fascinó, pero ya ahondaremos en eso en otro momento, porque hoy vengo a hablar única y exclusivamente de lo maravillosa que es Domino, la nueva heroína de Marvel que todos necesitábamos. Ella y, por supuesto, Zazie Beetz, la actriz que le da vida.
Domino es una joven que se presenta cuando Deadpool está buscando formar un equipo, y su súper poder es tan sencillo como prometedor: ella tiene buena suerte. Aunque pudiera parecer que esto no influye, y que no debería ser considerado un poder, ¡claro que lo es! Porque todo lo que pueda salir bien, le sale bien. Es capaz de afectar a las probabilidades que va encontrando a lo largo de su vida, provocando que la suerte esté siempre de su mano.
Aunque no es por eso que Domino consiguió cautivarme. Porque sí, el personaje es muy bueno, y novedoso, pero lo que más llama la atención es lo que Marvel está avanzando en cuanto a inclusión. Domino es una mujer, es joven y es negra. Pero es mucho más que eso: es valiente, luchadora, no depende de ningún hombre y sabe perfectamente de lo que es capaz.
El pelo de Domino es una reivindicación en silencio
Domino representa a una minoría que, hasta ahora, no se había visto demasiado reflejada en Marvel; su aparición nos habla de un cambio, de una industria cinematográfica mucho más inclusiva, algo que ya venía anunciándose con 'Black Panther' y que, por suerte, no hace más que continuar avanzando.
Hay algo en Domino que me llamó especialmente la atención, y es el hecho de que llevara el pelo suelto. Dejad que me explique; recordé haber leído un post (o más de uno) de Desiré Bela (@desiree_bela en Twitter, por si queréis buscarla) sobre cómo el pelo afro siempre ha sido discriminado, tachado, criticado y juzgado. Y es cierto, puesto que si os fijáis en el canon femenino que se nos inculca, el pelo siempre es liso o, como mucho, ondulado. Los rizos se consideran algo poco estético, y no podemos olvidar en ningún momento que son algo propio de las personas negras; esto se debe única y exclusivamente al racismo latente en nuestra sociedad. Sin duda, los múltiples artículos de Desiré conseguirán transmitiros esta idea mejor que yo.
Volviendo al punto inicial: Domino llevaba el pelo suelto, una preciosa melena afro, y la lucía con orgullo. Sabedora de que eso es una marca personal, algo propio de las personas negras, algo por lo que aún hay quien la podría discriminar, ella lo luce con todo el empoderamiento de quien sabe que está luchando por lo que es suyo. Algo que podría parecer solo un gesto absurdo, realmente es mucho más. Es una forma de llevar a la gran pantalla el pelo afro, de reivindicar su existencia y su validez. Como bien señalan en Movmagazine, "para alguien que tiene afro no sólo se trata de un estilo, no es lo mismo que el tipo de pelo de los caucásicos y de los orientales, los químicos que se utilizan para modificarlo suelen ser nocivos, por lo que al exigir un cambio de apariencia también se está denigrando su dignidad y se afecta tanto una parte de su cuerpo como la afirmación de su identidad. De manera indirecta se trata de un gesto que los hace ocultar sus orígenes".
Podrían haber pedido a Zazie Beetz que se alisara el pelo, para encajar en el canon. Podrían habérselo recogido, para así tratar de disimular los rizos. Pero no lo hicieron, y decidieron mostrar esa seña de identidad tan suya; decidieron visibilizar, de esta forma tan sencilla, a las personas negras. Junto a ello, también reivindicaron el lugar de las mujeres independientes y fuertes, que luchan por lo que creen justo. Y esto es algo que no deberíamos pasar por alto. Si bien hay que señalar los pasos hacia atrás que pueda dar la industria, qué menos que hacer hincapié en todo aquello positivo que se va haciendo.