Un tema candente estas semanas ha sido el despido de Colin Trevorrow por parte de Disney. Como se anunció, Colin abandonaría el proyecto de 'Star Wars: Episodio IX' debido a las ''exigencias de la compañía''. Algo que supimos hace sólo unos días, es que el director J.J. Abrams ocupará el puesto dejado por Colin Trevorrow en la película. Anteriormente, Abrams ya trabajó para Lucasfilm en 'Star Wars: Episodio VII' y ahora volveremos a verle en la silla del director en esta novena entrega de la saga.
Directores con mucho talento
John Landis, director conocido por su trabajo en películas como 'The Blues Brothers', 'Cuando llega la noche' o 'Un hombre lobo americano en Londres' ha criticado a Lucasfilm en una entrevista con Collider por el continuo despido de directores. Desde 2012, la famosa saga de 'La guerra de las galaxias' es propiedad de Disney y, desde entonces, los directores han entrado y salido de los proyectos sin mucha dificultad. En la mayoría de los casos se alega ''diferencias creativas''. Landis comentaba: ''Estoy trabajando en muchas cosas. Si saldrán adelante o no, no lo sé. Joe Dante, unos pocos tipos que conozco y yo nos encontramos en la misma situación. No están contratando gente con opiniones'', menciona el cineasta. ''Piensan: "Sabe lo que hace. ¡No lo contrato!". Mira lo que pasa con 'Star Wars'. Siguen despidiendo gente. Phil Lord y Chris Miller. Esos tipos tienen mucho talento. Son muy divertidos y originales. Rodaron el 75% de la película, y he de decirte que eso no habla bien de la nueva Lucasfilm. ¿Cuántos directores han despedido? Cuatro. ¿Cuántos guionistas? Doce''.
''Es muy preocupante''
El director afirma que "Es muy preocupante, ¿recuerdas cuando George Lucas dijo que sentía que había vendido a sus hijos a unos esclavistas? Bueno...", concluye. Disney adquirió Lucasfilm por 4.000 millones de dólares y sólo 'El despertar de la Fuerza' y 'Rogue One' han recaudado más de 3.124 millones, un negocio redondo. Negocio del que muchos no pueden ser partícipes, debido a su originalidad y capacidad de improvisación, que tan poco gusta en la Casa del Ratón Mickey.