Hay algo que se debe valorar siempre en una película, y es su capacidad para mantener al espectador en vilo. No solo mantenerle interesado (que también), sino hacer que esté incluso tenso, esperando el siguiente paso, sin saber qué es lo que pasará. Esto promueve que preste más atención, que vaya elucubrando sobre el posible final y, sobre todo, que disfrute mucho más de un rato de entretenimiento.
Cuando una película consigue provocarme precisamente eso, para mí es mucho más sencillo querer recomendarla, y es precisamente por eso por lo que estamos aquí hoy. Porque el otro día vi un film que no podía quedarme para mí sola, ¡ni mucho menos! Debía compartirlo para que todos disfrutarais como lo hice yo. La película en cuestión se llama 'Examen', o 'Exam' en su idioma original, y fue estrenada en el año 2008; mas no penséis que por eso es menos interesante, o pierde calidad, puesto que nada más lejos de la realidad. En Rotten Tomatoes tiene un 63%, porque la crítica no llegó a ningún tipo de consenso. Aún así, ¡tenéis que darle una oportunidad!
Es una película de habla inglesa que se rodó en Reino Unido, y cuyo director es Stuart Hazeldine (director también de 'La cabaña'). En su momento fue nominada en los Premios Bafta a 'Mejor debut de un escritor, director o productor', y en los premios British Independent Film Awards a 'Premio Discovery'. No obstante, no ganó ninguno de los dos premios. Se define como una película de tensión psicológica, y únicamente por la sinopsis ya podréis imaginar más o menos por qué: "Un grupo de candidatos competirán por hacerse con un jugoso puesto de trabajo. Las reglas son simples: nada de preguntas, nada de salir de la habitación y, por último, nada de estropear el folio del examen. Tienen ochenta minutos".
Intriga, acción y entretenimiento
Las opiniones respecto a esta película son diversas, mas yo solo puedo hablaros de la mía a nivel personal. La sinopsis me llamó la atención. ¿Un examen de ochenta minutos, en el que los examinados no podían estropear el folio? ¿Y escribir en él implica estropearlo? Fue esa sencilla pregunta la que me hizo lanzarme a la aventura de poner la película en Netflix.
Todo empieza de la forma más sencilla posible: hay un puesto de trabajo, y ocho candidatos. Deben competir entre ellos por un trabajo que, al parecer, podría solucionarles por completo su vida. Mas la prueba tiene trampa: hay pocas reglas, pero muy estrictas, e incumplirlas supone la expulsión inmediata. Tienen que contestar a una pregunta, hasta ahí todo claro, pero el examen está en blanco; y como se descubre desde el primer momento, escribir en el folio implica la expulsión inmediata de la prueba. No les han prohibido trabajar en equipo, o tratar de alcanzar la respuesta acertada entre todos, y es precisamente eso lo que se lanzan a hacer.
Lo interesante del film es ver cómo todos luchan por sí mismos de una forma tan diferente. Cómo las distintas personalidades pueden acabar influyendo tanto en sus decisiones, y cómo el egoísmo intrínseco que todos tenemos provoca altercados casi desde el primer momento; todos saben que únicamente uno de ellos llegará al final, y no quieren ser el que se quede atrás. Eso les empuja a competir incluso de las formas más sucias, poniendo en peligro la vida de los demás en el proceso.
Poco a poco se van descubriendo detalles que hacen de la trama algo bastante más complejo. La empresa para la que quieren empezar a trabajar es una farmacéutica muy famosa, puesto que es la única que ha conseguido encontrar la cura para un virus que está acabando poco a poco con toda la población humana. No se ahonda en qué provoca este virus, o en de dónde proviene, y este es quizás uno de los pequeños fallos que tiene. Mas juzgad por vosotros mismos, ¡en Netflix España podéis encontrarla!