'El Señor de los Anillos', 'Matrix' y 'Harry Potter'. Cada generación tiene obras cumbre convertidas en fandom. Cada generación tiene unos héroes a los que querrían ver rasgando la gran pantalla para convertirse en compañeros de carne y hueso. "Los de la EGB" han santificado a los héroes de su tiempo, como si los nacidos del 85 para acá fuésemos descastados lastimosos. "Dueños de la nada", diría de nosotros el bueno de Navalón. Sin embargo, los millennials también tenemos nuestro cine generacional, traducido en estas tres obras. Dudé mucho si añadir 'Blade' para hacer aquí un cuarteto, pero siempre he tenido la sensación de haber sido un niño raro, así que me contuve en esta ocasión. Recapitulado nuestro legado generacional, la segunda conclusión es que los millennials nos hacemos viejos: 20 años cumple hoy la primera edición de Harry Potter.
Generación Potter
"El señor y la señora Dursley, que vivían en el número 4 de Privet Drive, estaban orgullosos de decir que eran muy normales, afortunadamente". Así comienza Harry Potter y la Piedra Filosofal. Hablando de los tíos de Harry, hablando de lo que para mí siempre ha sido lo mejor de los libros de Harry Potter. Como todo el que creció de los noventa en adelante, supongo, yo era un fanático de Harry Potter. Probablemente mis partes favoritas de cada libro estaban justamente en el mundo real, justamente en los horribles veranos que Harry pasaba con sus tíos y su repelente primo Dudley. Partes divertidas, en las que su cínica familia terminaba chamuscada entre los rayos de la varita de Harry o algún otro mago que se dejase caer. Partes crueles, pero que siempre culminan en el delicioso acto de la justicia divina. Lo más importante, las partes de Harry en la casa de sus tíos eran las iniciales de cada libro, y volver al cuarto bajo la escalera de Privet Drive significaba que comenzaba la lectura de una nueva entrega de la saga de JK Rowling, y ese era un acontecimiento maravilloso.
Estos son de mis pasajes favoritos de Harry Potter, y uno de mis recuerdos de infancia, ya avisé de que posiblemente fuera un niño peculiar. Les he preguntado a compañeros de Zonared por su primera vez con Harry, y en común me ofrecen la confirmación de que este es uno de nuestros iconos generacionales. Sara Menéndez Espina habla de la difícil relación entre libro y película: "Harry Potter y la Piedra Filosofal fue el primer libro que recuerdo haber devorado, tenía 12 años y esa sensación mágica sólo fue igualada después cuando vi la película en el cine. Cuando pienso en mi yo preadolescente siempre suena esa musiquilla tan emblemática." Aquí habla la Sara que recuerda porque, y sé que ella estará de acuerdo, por la primera película ha pasado especialmente mal el tiempo, si es que alguna vez fue realmente algo digno de destacar. Sandra Ramírez habla de cómo esta saga en particular le descubrió el fantástico, género literario del que hoy es especialista: "Tuve la suerte de disfrutar de la saga 'Harry Potter' lentamente, en sus inicios, teniendo que esperar entre cada novela al menos un año para poder leerla. Las aventuras de Hermione, Ron y Harry se acabaron convirtiendo también en mis hazañas y me ayudaron a conocer el que más tarde sería uno de mis géneros narrativos preferidos". El caso de Daniel García Astarloa choca por sumarse a la ficción a mitad de camino: "La saga siempre ha estado para mí ahí. 'El Prisionero de Azkaban' fue el primero de los libros que toqué y como niño quedé impresionado. Ya leía, pero nunca nada antes había sido como Harry Potter. Descubrí y soñé un mundo que me demostró cómo quería ver el mío: con un poco de magia".
Sin embargo, cuando escarbas en la infancia de la gente te topas con historias divertidas. Las que me han contado Maribel Baena y Raúl Manero corren en paralelo... hasta el final. Maribel ensimismada con Harry: "Tenía siete años, y mi madre me llevó al cine a ver el estreno de 'La Piedra Filosofal'. No había leído nada de 'Harry Potter', ni había oído hablar del Niño que Sobrevivió... Pero me enamoré por completo de su mundo. Al día siguiente ya tenía el primer libro entre mis manos y, aunque yo ya leía desde que era muy pequeña, con Harry descubrí lo que era leer horas y horas sin poder parar. Fue parte de mi infancia, y tanto él como Hermione, Ron, Ginny, Neville, Dobby... Todos fueron una especie de amigos para mí". Mientras Maribel estaba obnubilada con las carreras por el andén nueve y tres cuartos, Raúl dormía la cinta: "El primer recuerdo que tengo de Harry Potter fue ir con mi padre una tarde/noche a ver la Piedra Filosofal y quedarme dormido más o menos a mitad de película.... Después recuerdo que las navidades de ese mismo año me regalaron 4 libros y el DVD de la peli, y fue cuando finalmente la vi completa."
Sin embargo, veinte años después de que se iniciará el fenómeno multimillonario hay dos cosas en las que pienso de vez en cuando. La primera de ellas es que JK Rowling nunca ha vuelto a hacer nada reseñable, y si escribiese una nueva novela juvenil, pese a que me pesen los años, me la leería sin darle más vueltas. La segunda, y esto es un Expediente-X para Santiago Camacho, ¿nadie se ha percatado de que los tres protagonistas de las películas de Harry Potter son de los pocos niños talentosos de cine que han llegado a convertirse en adultos más o menos funcionales?