El 24 de Octubre 2014 | 08:20
Para poder hablar de Yoshi's Woolly World' para la Wii U, antes tenemos que hablar del 'Kirby's Epic Yarn' de Nintendo Wii. Este título coge la base de lo que ya conocemos de 'Kirby' para adaptarlos a una mecánica basada en el uso de hilos de lana como material gráfico. El estilo de juego estaba totalmente dictado por el artístico, y no es algo malo, sino que se trata de algo que puede dar de sí: Kirby nos lo demostró y ahora viene a darnos una nueva entrega de Yoshi.
Se siente a punto de cruz
La mecánica de los 'Yoshi' se mantiene totalmente inalterada, a base en comer a enemigos y transformarlos en huevos que sirven de munición. Por suerte para los más puristas, esto es continuista y poca diferencia hay entre el clásico imperecedero de Super Nintendo y este, pero el uso de la lana da una nueva dimensión a esta entrega.
Aunque parece una pequeña tontería, hay ciertos puntos que requieren usar un ovillo de lana que sustituye a los huevos como munición para crear plataformas, con lo que ahora son algo más que unas balas improvisadas. Sí, funcionan casi igual que las nubes con secretos, pero el hecho de que explícitamente te digan que es para una plataforma, le da un sentido especial y único.
Lo mismo se puede decir de los pequeños pingüinos aliados, que además de ser un arma ahora son una de las formas de crear salientes que nos sirven para alcanzar nuestro objetivo o lugares secretos. Son pequeños cambios que hacen que no parezca una secuela sacada con prisas, sino uno bien pensado.
Mucho mimo al detalle
Algo que muchos esperamos de una continuación de la subserie que empezó con uno de los juegos de plataformas en dos dimensiones más queridos y refinados, es que se mantenga el diseño de niveles original y lleno de situaciones que varíen en todo momento de nivel a nivel. Al menos en los tres niveles de los que dispone la demo, se nota que no son muy apreciados, mientras que el primero era un perfecto tutorial, el segundo era un nivel que premiaba mucho la exploración y el tercero ya más avanzado, introduce las mecánicas más avanzadas gracias al uso de la lana.
Una cosa que gustará a familias o parejas, es que el juego incluye un modo a dos jugadores, y no uno de esos metidos a calzador que nos suelen introducir, sino que el juego se presta mucho a ello. En más de una vez se ven desafíos que sólo pueden ser superados en cooperativo, o se hacen más fáciles al poder usar a tu compañero de munición para acabar con enemigos o para enviarlo a lugares que de forma normal sería muy difícil.
Le tenemos que dar especial mención al apartado gráfico por el enorme detalle que presenta, y es que un juego en dos dimensiones no significa nunca que deba ser sencillo. Absolutamente todo está hecho de lana o diferentes telas en una línea más depurada y detallista que 'Kirby's Epic Yarn', y con un cuidado especial. El ejemplo que lo dice todo es que con acercarse a la pantalla se pueden ver los pelos que le salen a la lana y al fieltro, y es esa pelusa la que es una guinda de un pastel que ya de por sí es precioso.
Interrogantes, pocos; ganas, muchas
La versión de prueba nos ha dado ganas de que llegue ya el año que viene para poder catar el juego y confiamos en el buen hacer de Good-Feel para sorprendernos con el resto de niveles, como ya hicieron con 'Kirby's Epic Yarn'. Nuestra única duda es que será compatible con las Amiibo y no sabemos exactamente cómo, pero intuimos que solamente se podrá usar la de Yoshi para que aparezca un segundo aliado si jugamos solos.
Ante tantos párrafos de opinión tratando de ser serios, sentimos que esto no es lo bastante fiel a lo que es el juego en sí. Podríamos resumirlo en que esta entrega refleja muy bien la esencia de los 'Yoshi', que es llevarnos de vuelta a una diversión más sincera, hasta humilde, y nos hace sentir que dentro tenemos un niño de ocho años que solamente quiere algo divertido, sencillo y que nos sorprenda.
Este es posiblemente uno de los títulos que más demuestran que seguimos teniendo un niño dentro por muy adultos que seamos, y hablamos de una demostración que sólo tenía tres niveles que nos hicieron sentir eso. Quizás la versión final sea un regreso total a la infancia, y es por estas cosas por las que uno decide tener una Wii U y ser seguidor de Nintendo cuando ya supera la mayoría de edad. No hay cinemáticas, experiencias cinematográficas, ni nada de lo que muchos juegos adultos presumen, solamente la expresión más sincera de lo que es un videojuego, y es algo que muchos agradecerán.