'VVVVVV' el juego retro que saliera ya en 2010 para PC y Mac llega a Nintendo 3DS

SALTA Y MUERE

Por Sergio Castaño

El 11 de Mayo 2012 | 16:50

Este juego que tanto nos recuerda a títulos clásicos de los 80 nos trae diversión pero también exasperación. Con una banda sonora impresionante nos alentará a jugar y morir. Sobre todo morir, una y otra y otra vez.

Hemos asistido a la presentación que Nintendo ha preparado para 'VVVVVV', que salió ayer a la venta para Nintendo 3DS, siendo la primera vez que este título aparece en una plataforma portátil. Pertenece al estudio Nicalis, y es obra de la mente creativa de Terry Cavanagh, un hombre que se ha hecho un gran hueco en el mundo de los juegos indie o alternativos. Tanto es así que podemos encontrar canciones dedicadas a su persona y los juegos que desarrolla.

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El caso que nos ocupa es el de un claro homenaje a los juegos clásicos de los 80, esas obras de autor que salían de una mente original y no obedece a leyes del mercado ni tendencias. Un juego distinto a lo que vemos hoy en día, a lo que podemos estar acostumbrados, pero todo un estereotípo de lo que veíamos en los primeros pasos de las consolas de entretenimiento.

Nos traen de vuelta lo mejor del pasado

'VVVVVV' hace gala de esas cualidades tan comunes en aquella época ya pasada. Para empezar tiene una dificultad elevada, por decir algo, ya que la desesperación podrá llegar a límites insospechados si no somos personas pacientes y hábiles. Para terminar de ayudar en nuestro viaje de rabietas y enfados a miles, el juego tiene un contador de las veces que hemos muerto. La mecánica del juego no podría ser más sencilla, podemos desplazarnos lateralmente y pasar del suelo al techo y viceversa, no podemos agacharnos ni saltar.

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Esto es lo que en parte hace que el juego sea tan divertido y adictivo, su objetivo no es más que el de encontrar a nuestros compañeros perdidos al cruzar un portal interdimensional que se abrió en nuestra naves espacial al comienzo de la aventura. Usaremos teletransportes, checkpoints y un mapa que serás bastante necesario y que tendremos en todo momento en la pantalla táctil de la consola.

Demencial, simplemente demencial

La dificultad del juego irá aumentando a medida que avancemos por los niveles, algunos serán más simples y tendremos tiempo para afrontarlos, otros nos obligarán a realizar las acciones de forma casi frenética si queremos sobrevivir. Y mientras recorremos el mapa podremos encontrar coleccionables que nos otorgarán extras como por ejemplo piezas de la banda sonora. Además, el juego está repleto de referencias a otros títulos clásicos, a físicos y demás.

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La banda sonora es de 8 bits para darle un ambiente aún más auténtico. Ha sido aclamada por la critica y hemos de admitir que es realmente buena. Obra de Magnus Palson bajo el nombre de Souleye se recoge en un disco llamado PPPPPP. Seguro que mencionando esto os viene a la cabeza el nombre del juego y os preguntáis eso de: ¿pero qué demonios significa?

Realmente no hay consenso respecto a eso. Existen varias teorías. Una es que hace referencia al nombre de los seis personajes que aparecen en la historia, los cuales comienzan por V. Otra teoría dice que simula los pinchos que encontraremos por todo el mapa. Y la última asegura que se refiere al movimiento constante que vamos realizando para avanzar en la aventura.

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Lo bueno, si breve...

Desde Nintendo nos revelan que la campaña puede ser completada entre 3 y 6 horas si somos capaces de mantener el tipo y no tirar la consola por la ventana. Sin embargo, en este breve tiempo probablemente lleguemos a morir la friolera de 1000 veces, pudiendo llegar, si somos patosos o perdemos el control, hasta las 2000. No os preocupéis, el juego evitará que perdáis la cuenta.

Esta es una de esas obras alternativas que mantienen vivo al mercado de los videojuegos, trayéndonos variedad con estas propuestas tan íntimas y arriesgadas para la generación actual. No os dejéis llevar por la corriente, hay grandes juegos que se esconden tras un aspecto de lo más retro pero los 8 euros que cuesta no son nada comparado con las risas y las lágrimas que provocará en nosotros.

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