El 8 de Mayo 2015 | 20:15
A veces los juegos suelen entrar por los ojos, nos guste o no. Unos buenos gráficos, un buen estilo artístico o algo que nos parezca bello por un motivo u otro hace que automáticamente prestemos atención a una obra. También ocurre lo contrario, una mala estética puede echar por tierra un gran trabajo en todos los demás campos. 'Trine 3: The Artifacts of Power' es una de esas obras que enamoran por su belleza.
De hecho, cuando descubrí que el título aún se encuentra en desarrollo en su versión de Early Access (o Acceso Anticipado para que todos me entendáis) me sorprendió en exceso. ¿Cómo no iba a estar terminado del todo un título que pinta tan bonito y espectacular? Bueno, es lo que tiene también el aspecto estético de los juegos, que al final no suponen ni mucho menos el grueso del total de una obra.
Efectivamente, a 'Trine 3: The Artifacts of Power' aún le queda mucho trabajo por delante para que consideremos que pueda estar terminado. Por ser sinceros, el pensamiento del que me he hecho eco antes del cómo no iba a estar terminado del todo esta belleza se diluyó ante el primer crasheo en mi ordenador nada más iniciar el juego por primera vez. Una casualidad, sin duda, que no me ha vuelto a ocurrir en unas cuantas horas de juego, pero que sirvió para que me situara en el mundo real. Amigos, aunque sea muy bonito, aún no está terminado.
También hay diversos bugs y demás problemas que incluso afectan en algunas ocasiones de manera directa a la jugabilidad. El control tampoco está ajustado del todo y hay ocasiones en que no responde todo lo bien que debería, o en el que se nos exige una precisión bastante complicada de conseguir. Pero bueno, vayamos a lo importante en sí, que es el juego.
'Trine 3: THe Artifacts of Power' nos lleva a un precioso mundo en el que deberemos manejar a una serie de personajes, cada uno con sus propias características y habilidades propias, avanzando por distintas fases que mezclan las plataformas clásicas, los combates y nuestro propio ingenio a la hora de superar los distintos desafíos que se nos van planteando. Por supuesto, utilizar de forma alternativa a cada uno de los personajes y sus distintas habilidades se hace totalmente imprescindible.
Cabe destacar la genialidad de su inicio, otorgando un tutorial al que no puedo más que aplaudir, ya que no podríamos considerarlo como un tutorial como tal. Las tres primeras fases del juego nos harán jugar con los tres personajes que manejaremos de manera alternativa en el futuro, pero de manera individual. De esta forma consiguen que nos adaptemos y entendamos las distintas habilidades que posee cada uno para que a la hora de la verdad sea más fácil interactuar entre ellos.
Una vez que te acostumbras a un personaje, la siguiente fase hará que tengas que hacer lo propio con el siguiente y con el otro que nos queda, para finalmente ponernos a los tres a la vez para que juguemos con ellos como mejor nos convenga en cada uno de los momentos. No hace falta decir que 'Trine 3' es muy recomendable para jugarse en compañía, ya que en solitario a veces será algo pesado tener que estar cambiando de personaje cada dos por tres. Incluso ese hecho provoca que algunos de los puzles se antojen algo más complicados o pesados de lo que deberían. Aún así, para gustos los colores en este aspecto.
Uno de los problemas principales que he encontrado en esta versión preliminar del juego, aparte de los inconvenientes entendibles en cuanto a bugs y diversos aspectos técnicos, es su propio tratamiento al juego individual. Si uno de nuestros personajes muere en la partida, seguiremos manejando al resto. Pero, ¿qué pasa cuando nos hace falta para solucionar un puzle? Hay ocasiones en que ha vuelto a la vida de forma milagrosa, por lo que también entiendo que, quizás, se trate de un bug o de un problema al que todavía están buscando una solución.
Aún así se hace bastante entretenido avanzar y los puzles suelen ser bastante entretenidos y no demasiado exigentes. Eso sí, quizás hay momentos algo frustrantes cuando no sabemos muy bien lo que tenemos que hacer y el fatídico momento de quedarnos atascados es evidente. Es obvio, igualmente, que su premisa principal de juego es la de solucionar los puzles y de poco serviría que el reto fuese demasiado sencillo en todo momento.
Lo que es innegables es que 'Trine 3: The Artifacts of Power' tiene una pinta estupenda, sobre todo a nivel visual. Una vez solucionados los problemas evidentes que aún se mantienen en esta versión preliminar, podríamos estar hablando de una obra muy a tener en cuenta para todos los amantes de la franquicia y de los jugadores que gusten de este tipo de propuestas. De momento, seguiremos con el ojo avizor.