El 26 de Enero 2017 | 00:01
El tiempo pasa volando, es algo inexorable, y poco a poco las franquicias de videojuegos a las que nos sentimos apegados comienzan a crecer y crecer, y cuando queremos hacer sumas nos sorprendemos. Es lo que me ha ocurrido a la hora de comenzar a escribir estas impresiones sobre 'Tales of Berseria', que tras realizar una documentación previa me he percatado de que estamos ante la decimosexta entrada principal en la franquicia, que se dice poco.
He de reconocer que los primeros compases de mi experiencia junto a 'Tales of Berseria' han sido poco cálidos, aunque rápidamente el juego te aclimata a su elaborada historia y aquellas mecánicas que aportan personalidad a la franquicia. El juego salió a la venta en agosto de 2016, mientras que en Occidente no podremos verlo hasta el 27 de enero para las plataformas PS4 y Windows PC.
No puedo asegurar que estas impresiones vayan a representar la experiencia real del juego, ya que en cierto modo lo que se me ha permitido jugar me ha dejado con ganas de mucho más. Aún así ha sido una experiencia lo suficientemente duradera como para poder avanzar qué es lo que nos va esperando en este juego.
Venganza
La historia de 'Tales of Berseria' tiene lugar en el mismo mundo que 'Tales of Zestiria', sirviendo de precuela lejana de esta última. Es una historia repleta de decepciones y demonios -o Daemon-, desarrollando una lucha por el poder. Los elementos que Naoki Yamamoto nos ofrece para la historia son bastante básicos, pero por otra parte son lo suficientemente interesantes como para permanecer atado frente al televisor para ver qué nos aguarda en la historia. Porque sí, 'Tales of Berseria' es adictivo y en cierto modo hace interesantes elementos que por otra parte son bastante comunes en el género, siendo esto un punto a favor.
Junto con su grupo de compañeros, Velvet, la protagonista absoluta del juego, se ve empujada por la búsqueda de la venganza, moviéndose de lado a lado. Se trata de un personaje posicionado en aquel mundo en un punto intermedio, en la fina línea que separa el bien del mal. De hecho la vemos posicionarse contra habitantes y ciudades protegidas por exorcistas. Sus compañeros, que van desde magos hasta samuráis demoníacos, también cuentan con una personalidad cambiante. La sensación que el jugador obtiene es que los personajes cambian, evolucionan, constantemente.
Más acción
Sello personal de la casa Tales of, los combates nos permiten realizar acciones en tiempo real gracias al Linear Motion Battle System. Una explicación superficial para quienes no estén muy acostumbrados a la franquicia vendría a ser que el combate nos aporta sensaciones de estar ante un juego de acción o lucha, con diferentes combos que afectan al desarrollo y devenir del mismo. Además, los enfrentamientos son bastante áglies, facilitando el progreso de la historia sin la necesidad de emplear mucho tiempo en grindear materiales y experiencia. Los combates corrientes aclimatan, acomodan, al jugador para que, cuando lleguen los combates más serios contra jefes o enemigos formidables, podamos establecer estrategias y recurrir frecuentemente a la sanación ante un reto mayor y más interesante.
Los ataques y habilidades son denominados Artes, mientras que el maná es bautizado como Alma -Soul-. La Barra de Alma viene a sustituir el uso de los TP o CC presentes en anteriores juegos de la franquicia. La combinación de varios Artes acaban derivando en un remate con poderosas Artes Místicas y Roturas de Almas que permiten incrementar el número de combos más allá de lo permitido de manera natural. Esto no solo requiere de habilidad, sino que en la práctica viene a ser un chute de acción, efectos visuales y adrenalina para el jugador. Además, el personaje que de el golpe de gracia al enemigo se llevará un bono adicional de experiencia.
Quizás el único punto negativo del sistema de combate son ciertas animaciones bastante toscas que suponen un pequeño bache para la experiencia general, restando algo de espectacularidad. Sin embargo, el sistema de combate, como tal, es efectivo, aunque esperemos que de cara a la versión final del juego podamos contar con más opciones y variedades.
A nivel visual 'Tales of Berseria' logra hacer un buen trabajo. No alcanza cotas de perfección, pero sí llega al notable, con su característico estilo colorido y pop japonés. Determinadas texturas no logran lucir ni tan siquiera en PC de manera brillante y los entornos se antojan vacíos y lisos, faltos de vegetación. Sí son dignas de admiración las escenas de anime presentadas. La historia va avanzando conforme se van presentando escenas renderizadas con el propio motor del juego, afectando levemente a las animaciones y expresiones faciales de los personajes, que no son tan naturales como me habrían gustado.
La música con la que nos deleita Motoi Sakuraba es una completa maravilla y una delicia, esto es algo que no se ha puesto jamás en cuestión, puesto que es uno de los puntos más sólidos e inquebrantables de toda la franquicia. La interpretación de voces es también sublime, aunque se aprecia mayor entusiasmo en las voces japonesas.
No podemos dejar aparte el grave sexismo del juego
Muy criticable es el hecho de que la protagonista luzca injustificadamente -no me valen las razones aportadas en el juego- tan poca tela -o más bien harapos- a la hora de vestir, algo que se vuelve todavía más desagradable si nos fijamos en ciertos planos de cámara, más centrados en los pechos y traseros de los personajes femeninos que en lo que ocurre en escena. Creo que es un error bastante grave haber añadido esta dosis de fanservice a una franquicia con el prestigio de Tales of que, salvo personajes muy puntuales -y en la mayoría de casos justificados, como el traje deportivo y creíble de Milla- siempre ha tratado y mostrado dignamente a los personajes femeninos, siendo ello elemento clave para que hoy en día Tales of cuente con un importante porcentaje de seguidoras, bastantes más que en otras franquicias JRPG. Tampoco ayudan ciertos comentarios sexistas que invaden a Velvet, a la cual se la tortura por no ser una ama de casa, con niños y cuidando de su marido. No estamos ante un 'Senran Kagura' o un 'Hyperdimension Neptunia', donde los personajes son caricaturas que son imposibles de humanizar debido a lo poco creíble y natural que les rodea, hablamos de un Tales of, una franquicia que ha desatado pasiones en jugadoras y jugadores que se han visto identificados con muchos personajes y situaciones. En mi más sincera opinión, se trata de una oportunidad de oro desperdiciada, puesto que podría haberse aprovechado el hecho de que la protagonista es mujer para ofrecernos un juego desde un prisma femenino, sin embargo lo que seguimos viendo es que Berseria trata a Velvet desde un prisma masculino. Tales of no es un producto otaku -en su significado real y carente del azúcar que los adolescentes emplean a la hora de utilizar esta palabra-, Tales of es un producto más digno que algo "para otakus", y aquí vemos una oportunidad totalmente echada a perder.
Salvo por esta última cuestión, que me deja con un regusto de incomodidad, 'Tales of Berseria' ofrece sensaciones positivas, más de las esperadas. La historia, salvando los planos y el trato a una Velvet que no está claramente cómoda con su ropa, cada vez es más interesante y el sistema de combate ha ido más allá en la franquicia, logrando ser nuevamente atractivo. Quizás el día de mañana no nos refiramos a 'Tales of Berseria' como un clásico, pero por lo logrado hasta ahora se trata de una apuesta muy interesante y recomendable para la actual generación.