A pesar de que muchos querrán comparar este juego con 'Shogun 2: Total War' de Sega, el mayor parecido entre ambos es el nombre, la época y el lugar. Con 'Sengoku', Paradox nos intenta sumergir en la historia feudal japonesa mientras hace continuos guiños a 'Crusader Kings' y en menor medida a 'Europa Universalis'.
Clanes y personajes
En 'Sengoku' no controlaremos un país o un grupo de provincias, sino que todo tu juego se basará en tu clan. Tendrás un líder al que tendrás que conseguirle un heredero, que no hace falta que sea hijo suyo, y si en algún momento no tienes sucesor del clan, tu partida se acabará.
Para ganar deberás controlar el 56% del mapa y mantenerlo durante 36 meses, algo difícil ya que el resto de clanes empezarán a unirse contra ti cuanto más poderoso te vuelvas. Durante tu camino a lo más alto, tendrás que lidiar con enemigos de fuera e incluso de dentro de tu propio clan, llegado el momento, tendrás que hacerte el harakiri para mantener el honor de tu familia.
Y es que, aunque controlas muchos aspectos del clan, cada persona tiene unos atributos que pueden hacerles más o menos propensos a traicionar a su líder, a tener más hijos, a perdonar o a luchar. Pero no os preocupéis, no llegará a tanto nivel de detalle como 'Crusader Kings' por lo que os podréis centrar más en la gestión de vuestro territorio.
Diplomacia y vasallos
En los tiempos del juego, Japón estaba dividido en varios Daimyos, y podrás jugar con cualquiera de ellos. Algunos de estos son vasallos de otros más poderosos, por lo que puedes hacer desde una partida más fácil empezando desde lo más alto, a una más difícil empezando a la sombra de otro más poderoso.
Mediante diplomacia, como pueden ser regalos, matrimonios o similares, podrás agenciarte algún aliado más e ir controlando más regiones. Hay que tener en cuenta que no tendrás control directo sobre las tierras de tus vasallos y que es posible que un vasallo tuyo tenga más provincias que tú.
Pero no te preocupes, controlar el 56% del mapa incluye las posesiones de tus aliados. También podrás otorgar títulos a tus personajes más fieles o a los menos fieles para que recuperen su aprecio por ti, aunque siempre pueden acabar rebelándose contra ti. Si acaba pasando esto, tendrás que amansar a las fieras con acero.
A las armas, por un bien superior
La gran diferencia entre 'Sengoku' y 'Shogun 2: Total War' radica en la forma de pelear. Mientras que el título de Sega te permite luchar y dirigir la batalla, el de Paradox usa un sistema de dados, generales y modificadores de terreno. Para conquistar las provincias, deberás perder el tiempo en un asedio mientras te defiendes el contraataque enemigo.
Podrás reclutar mercenarios a un coste fijo mensual, o armar a tus ciudadanos, aunque esto tiene un coste bastante importante. El número de soldados que puedes pedir por provincia dependerá de la población y de los edificios que tengas en dicha provincia. También influirán algunos personajes colocados en la provincia en cuestión.
Escoge tu religión y tus edificios
En cada ciudad que controles directamente, las de tus vasallos quedan excluidas, podrás construir edificios que te pueden otorgar desde más dinero, a más ejército o mejoras para la población local. Y es que según las características del personaje que controle la región y la religión, tus propios ciudadanos pueden acabar echándote a patadas.
Al comenzar la partida, tendrás que escoger una religión. Si te vuelves cristiano, obtendrás mucho más dinero gracias en parte a las ayudas europeas, si prefieres ser budista lograrás una estabilidad mayor en tu reino, mientras que si escoges el sintoísmo conseguirás mantener tu honor mucho más alto.
El honor, el concepto más importante del juego
Para ser Shogun, necesitas honor, de hecho necesitas honor para todo y la razón más importante por la que lo necesitas es que pueden obligarte a hacer el harakiri si en algún momento tu honor disminuye demasiado. Pero también es necesario para poder declarar guerras, hacer misiones de infiltración, usar ninjas, etc… Incluso podrás robarle algún vasallo a un enemigo con un honor menor.
Declarar la guerra o ser descubierto haciendo operaciones "sospechosas" hará que baje tu honor. Para restaurarlo, nada mejor que intercambiar prisioneros o darle varios regalos al Shogun de turno.
Aunque aún queda algo más de un mes para el lanzamiento del juego, 'Sengoku' pinta muy bien y parece un rival muy serio para 'Shogun 2: Total War'. Este juego ofrecerá mucha diversión a los amantes de la estrategia pura y dura y a los que les guste esa época en Japón.