El 27 de Noviembre 2019 | 16:46
Una semana más estamos de vuelta con el análisis del capítulo semanal de nuestra serie favorita. Y es que, esta vez, parece que alguien se ha colado en nuestras pantallas para quitar un poco el protagonismo habitual al que nos tienen acostumbrados Rick y Morty. Hablamos en esta ocasión nada más y nada menos que de Elon Musk - ¿o deberíamos decir Elon Tusk? - director general de Tesla.
Un Elton Musk fácilmente reconocible, no solo por la caracterización del personaje –al que se le han añadido colmillos- sino porque las primeras escenas en las que él aparece, se desarrollan en las oficinas de su empresa, Tuskla.
Las referencias a otros géneros y series, al igual que en capítulos anteriores, no han faltado. En este caso, si te hablamos de origamis rojos y planes para atracar bancos, ¿te suena algo? Sí, has acertado, 'La casa de papel' también ha viajado a universos paralelos. Especial mención merece la saga de 'Oceans Eleven', que se cita en el capítulo y, con la que Rick asegura haberse dormido cuando fue a verla en el cine.
Camino a la Golpecon
Todo empieza cuando Rick y Morty se dirigen a la Golpecon, una convención intergaláctica en la que se reúnen fans y profesionales de los atracos. Cuando llegan allí les explican que para poder recibir la acreditación que les permite entrar al evento deben formar un equipo. Los elegidos son Miles Nightly –que por su aspecto físico recuerda a la imagen que se tiene de Freddie Mercury-, una mujer y un gigante alienígena.
Los dobles juegos se suceden a lo largo de todo el capítulo para que el espectador termine por entender que se trataba de un plan orquestado desde el comienzo. Las anticipaciones no dejarán de verse en un capítulo en el que, como siempre, hay que estar espabilado y no perderse ni los más mínimos detalles. A pesar de que el trajín de personajes es constante, pues el equipo formado inicialmente se pasa al bando enemigo y aparecen otros –algunos ya viejos conocidos como el señor Ojetesucio- las referencias son claras y al espectador no se le hace difícil seguir el argumento.
Los diferentes giros narrativos que el capítulo da en sus 24 minutos de duración mantienen al público entretenido, a pesar de que no es uno de los más cómicos que recordamos. La crítica a Netflix al final no deja indiferente a nadie... Es por esta capacidad que los personajes tienen de hacer sátira hasta de las cosas más controvertidas, por las que esperamos con impaciencia ver con qué nos sorprenden en el capítulo de la próxima semana.
Solamente nos quedan dos capítulos más para disfrutar de esta primera parte de la cuarta temporada, y la verdad es que no podemos tener menos ganas de que se termine. La semana que viene más, y mejor. ¡Wubba luba dub dub!