El 14 de Septiembre 2012 | 16:00
Electronic Arts organizó hace poco un espectacular evento donde pudimos conocer a uno de los productores de 'Medal of Honor: Warfighter' y donde también tuvimos acceso al shooter de Danger Close en sus vertientes multijugador y modo campaña. Ambos apartados tienen mucho que ofrecer, cada uno por sus motivos propios.
Una vez más, marchando hacia la guerra
La campaña repite la premisa de su entrega anterior. Los mejores soldados del mundo, los Tier 1, cumplen misiones que nadie más podría realizar. Los operativos Voodoo y Preacher vuelven a aparecer para demostrar el poderío militar de estados Unidos en territorio hostil. Una historia que tiene en cuenta los acontecimientos del primer episodio y cambian a su protagonista por uno nuevo llamado Stump que se irá alternando con el propio Preacher, el cual mostrará su lado más humanos en secuencias cinemáticas sobre su familia, su recuperación de un atentado y sus sentimientos enfrentados.
Con esto pretenden darle al juego un carácter humano, dejando al lado las máquinas de matar que cumplen misiones una tras otra sin mucho sentido aparente. Tendrá un telón emotivo de fondo que presenta la dualidad del ser humano familiar y la herramienta militar que genera una nación como EE.UU.
El juego durante la campaña se mantiene en la línea de lo esperado sin ofrecer muchas novedades. La jugabilidad es idéntica y la mecánica similar. Durante las misiones habrá partes en que iremos a pie y otras aprovechando la potencia acorazada de vehículos como helicópteros por ejemplo. Con un fusil de asalto o una devastadora Gatling, cualquier excusa es buena para poner de manifiesto unos efectos viduales y sonoros que no dejan de sobrecoger pero que aportan una novedad escasa. La versión de campaña fue probada en consola, donde el apartado gráfico se mantenía en la franja de lo aceptable, sin trascender a un nivel superior pero sin ser tampoco un lastre. Huelga decir que se trataba de una versión que no será la definitiva, por lo que las texturas finales acabarán siendo más que aceptables.
Yo cubro tu espalda, tu cubres la mía
En ordenador probamos la parte multijugador. Con dos equipos de cuatro soldados divididos en unidades de dos, cada una resaltada con un tono diferente en el HUD, para identificar fácilmente a nuestro Fire Team Buddy. Estos compañeros nos pueden dar puntos extra si por ejemplo vengamos su muerte o acabamos con su némesis. También obtendremos mayor puntuación si nos ayudamos entre los dos para abatir enemigos o ganar rondas.
El tipo de partida era el Home Run, un capturar la bandera de toda la vida en el que, por turnos, un equipo defendía y otro tenía que hacerse con ella. si además de robarles la bandera conseguíamos matar a todos los contrincantes ganábamos más puntos en la ronda. Contamos con 6 clases de personaje, cada una representada por un Tier 1 Internacional. Estos a su vez son la diferenciación del estilo de combate que puede ir enfocado a francotirador, apoyo, asalto, táctico, granadero etc. Cada una de estas clases tiene un arma principal y otra secundaria, unos tipos de granada y una habilidad especial. Podíamos contar con blindaje adicional, un cargador de munición de alta densidad o muchas otras ventajas breves pero importantes en ciertos momentos clave.
En PC el acabado era algo mejor, sin diferenciarse demasiado pero con un aspecto más definido. Las rondas tenían además animaciones de los soldados vencedores animando al equipo, mostrando su alegría y celebrando la jugada. Un toque curioso que no tiene importancia, pero se aprecia el detalle.
Un trabajo que promete acción y calidad visual
Contando con el Motor Frostbite 2 de 'Battlefield 3' estamos seguros de que EA y Danger Close entregarán un producto final sobresaliente que como siempre alcanzará su cota máxima en PC con las opciones gráficas ajustadas a lo más alto. La intensidad y la dificultad de los combates tanto en campaña como en multiplayer ofrecerán un reto para todos y la posibilidad de escoger entre diferentes nacionalidades para nuestro operativo en Internet es un aliciente que en caso de España resulta de poco peso, pero si uno es británico, polaco, alemán o estadounidense puede sentirse orgulloso de ver a sus tropas de élite desfilando en el juego.