LO HEMOS JUGADO

Probamos 'Hyrule Warriors', el spin-off de Zelda más prometedor

La acción propia de los juegos de Omega Force se combinan muy bien con las directrices de la serie de Nintendo.

Por Benjamín Rosa Fernández 4 de Agosto 2014 | 17:16

Cuando en su día se anunció 'Hyrule Warriors', muchos nos quedamos extrañados sobre si esa sería la entrega principal de la serie 'The Legend of Zelda' para Wii U. Pese a no serla propiamente dicho, sí puede ser un añadido a la serie totalmente inesperado a la vez que efectivo.

Hemos podido probar cómo funciona el juego unas semanas antes de su salida al mercado, y antes de probarlo teníamos muchas dudas de que funcionase el estilo de acción genocida de los 'Dynasty Warriors' en el mundo de 'The Legend of Zelda'. Principalmente nuestro temor era que el juego fuese un 'Dynasty Warriors' con un skin que haría que fuese una exclusividad para la Wii U, pero al probarlo vimos que no se basa sólo en usar una licencia muy querida.

Conocido por ambos lados, resultado único

En primer lugar debemos dejar claro que si alguien espera algo lo más mínimamente parecido a 'The Legend of Zelda' en cualquiera de sus entregas, se va a llevar la mayor decepción de su vida, dado que no están presentes las mazmorras, historias ni puzles que tanto caracterizan a la serie. El hecho de estar bajo la batuta de Omega Force hace que sea un primo hermano de los 'Dynasty Warriors', pero eso no impide que 'Hyrule Warriors' tenga su propia personalidad.

En la demo que pudimos probar, vimos que hay ciertos objetivos que cumplir, algunos de ellos requieren de cierta exploración por el campo de batalla, y aunque no son los puzles que uno espera, funciona para darle al juego algo que no sea machacar enemigos hasta el infinito. Pero la base de 'Dynasty Warriors' está muy controlada debido al uso de una licencia externa, que le pone ciertos límites a los que ceñirse y por ello no parece una amalgama descontrolada de referencias vacuas a la serie.

Si bien solamente pudimos probar un campo de batalla, el resultado fue satisfactorio, sobre todo al ver que habrá jefes de nivel que requieren pensar un poco y usar objetos especiales. No es que sea algo extremadamente rompedor, pero al menos dará a los combates algo de variedad e ingenio.

Un fanservice que podría haber dado más

Los movimientos de los dos personajes de la demo: Link y Zelda estaban perfectamente diferenciados entre sí, con lo que es posible que cada jugador encuentre al personaje que más se acomoda a su estilo. Aunque el problema de los personajes puede ser un problema, y es que a la hora de escribir estas líneas, supimos que sólo mezclaría tres mundos de la serie, lo cual elimina a muchos personajes potenciales.

No es que no nos guste que incluyan a los cucos o al singular personaje de Maripola, pero es que atrás pueden quedarse estandartes de la serie como el Skull Kid con la máscara de Majora de 'The Legend of Zelda: Majora's Mask', algún secundario de 'Link's Awakening' y muchos más personajes que le habrían dado mucha singularidad al juego. Sin embargo, si el plan es tener muchos personajes diferentes, a efectos prácticos cuentan con que un personaje puede llevar varias armas distintas que cambian completamente el estilo de juego, y que los de Omega Force se pueden permitir el lujo de añadir personajes originales como el de Lana.

Contentos con la demostración

No es que se pueda decir mucho del juego cuando la demo sólo tenía a dos personajes en el mismo campo de batalla, peor nos da una buena idea de por dónde van los tiros con este juego. Y realmente, se nota que han tenido en cuenta la esencia de 'The Legend of Zelda' en algunos casos, pero no debemos olvidar que es ante todo un 'Dynasty Warriors' en exclusiva, uno bien pulido y con mucho potencial.

Poco más podemos decir más allá de que esperamos con ansias la versión final en la que ya podremos juzgar a ciencia cierta si esta mezcla resulta todo un ejemplo de hacer un spin-off de una serie de Nintendo bajo la labor de un tercero, o si es algo que deberá quedar oculto bajo un tupido velo.