El 14 de Octubre 2015 | 16:36
Ya ha llovido un poco desde aquel día. Sin embargo, mientras que la Madrid Games Week edición 2015 ya es pasado, hubo algo en ella que sigue siendo el futuro en la industria del videojuego. Por supuesto, estoy hablando de la realidad virtual, la gran estrella de la feria de Madrid.
Ya pudisteis leer la semana pasada nuestra entrevista con Cristina Infante, responsable de PlayStation VR en España. Ella ya nos demostró que estaba muy entusiasmada con este proyecto (¡qué bien sonaba Project Morpheus!), pero es más que evidente que no puede ser objetivo representando a quienes representa. Para eso estoy yo aquí, pues aproveché la fiesta del IFEMA para probar PlayStation VR y a la vez he aprovechado estos días para pensar en sus pros y en sus contras. Vamos a echar un vistazo rápido a lo que considero algunas claves de la realidad virtual.
Hemos alcanzado el futuro
Infante se refería a PlayStation VR en la entrevista como "una revolución del videojuego", si bien no se atrevió a cerrarla como la última de la industria. Yo, en cambio, sí me atrevo a cerrarla, si bien dejando una pequeña puertecita para que pueda entrar el perro. Más que VR, es la realidad virtual (y aquí incluyo a Oculus Rift) per se la que podemos considerar la última gran revolución del videojuego. Me explico: Como comentaba con nuestra entrevistada, llevamos toda la vida viendo películas futuristas que mostraban, entre todos esos avances tecnológicos, la realidad virtual.
Ahora, en cambio, hemos alcanzado ese futuro tecnológico, ya tenemos la realidad virtual, ¿qué nos queda ahora? Imagino que perfeccionarla. Añadir a lo que ya tenemos, nuevos aspectos. Por ejemplo, ¿habéis probado ya gafas de realidad virtual? ¿Os habéis mareado, habéis tenido cierto vértigo u os habéis sentido algo confusos? ¿Sabéis por qué puede ser? Yo os lo diré, porque es algo mucho más sencillo de lo que se imagina: En la realidad virtual no tienes nariz.
Parece que acabo de decir una estupidez, ¿verdad? Sin embargo, cuando miramos a nuestro alrededor, siempre podemos vernos la nariz (y más yo, que tengo un buen ejemplar). El cerebro está acostumbrado a ella, la necesita para el equilibrio, y la obvia. Pero está ahí. En PlayStation VR no tenemos nariz, por ello, por muy cómodos que estemos usando la realidad virtual, sentimos que falta algo para que eso sea una experiencia 100% real. Añadir una nariz virtual no debe ser muy complicado, señores de Sony. De nada por el consejo.
De la inmensidad a las emociones de nuestro interior
Dejemos atrás esos aspectos más meramente físicos de la realidad virtual. Tampoco debe ser difícil orientarse sin nariz. Quiero decir, Voldemort lo hace y se le da bien, ¿no? Podemos desarrollar al pequeño Voldemort de nuestro interior y centrarnos en lo que verdaderamente importa: Aquello que vemos en la realidad virtual.
En la Madrid Games Week me dieron a elegir entre cinco demos de productos medianamente acabados. Desde juegos de disparos hasta naves espaciales, pasando por un thriller de terror que está levantando pasiones. Yo me quedé con las naves espaciales. 'EVE Valkyrie' es un juego que lleva al usuario a la inmensidad de la galaxia. Abres los ojos y te encuentras pilotando una nave. La sensación de vértigo no puede evitarse porque sientes que estás ahí de verdad. PlayStation VR debería estar hecho para este tipo de cosas, para ayudarte a vivir una vida que en la realidad nunca experimentarás. Para las grandes dimensiones, para las grandes hazañas. Y, sin embargo, encaja también a la perfección en las pequeñas cosas.
Aquí es donde entra 'Kitchen', que no es exactamente un juego, sino un corto de terror. Es increíble cómo el jugador se sumerge en la realidad virtual y siente miedo. Siente verdadero miedo porque eso lo está viviendo de verdad. No se trata de los gráficos de cada título, sino de su capacidad por engañar a nuestra mente. Es lo mejor que tiene PlayStation VR: Sea cual sea la experiencia que vayamos a vivir en la realidad virtual, vamos a sumergirnos en ella al 100%.
Una nueva plataforma
Pero hay algo que no me gusta de PlayStation VR: Su precio. Por supuesto, soy más que consciente de que la realidad virtual tampoco tiene por qué ser algo al alcance de todos. Pero no estoy de acuerdo con Sony a la hora de intentar venderla como una nueva plataforma. Es decir, PlayStation VR no es más que un accesorio de PlayStation 4, lo que se traduce en un precio inferior a los más de 350 euros que van a costar las gafitas. No puedes vender algo con la exclusividad de la consola de última generación al precio de, precisamente, una consola de última generación.
La cosa cambiaría si estuviéramos ante unas gafas de realidad virtual que pudiéramos conectar directamente a nuestro ordenador o a nuestro televisor. Pero la realidad, nunca mejor dicho, es distinta: PlayStation VR tendrá el precio de una nueva plataforma, siendo un accesorio totalmente dependiente. Es una manera de introducir un concepto nuevo, pero limitándolo a lo que el mercado "exige".
Este asunto convierte a PlayStation VR en un producto de lujo, que quedará sólo en manos de unos cuantos. Una pena, aunque siempre pueden sacarse buenas ideas de todo esto. Por ejemplo, PlayStation VR podría ser el resurgir de los cibers. Pagas un euro por diez minutos de realidad virtual. De nada por la idea, empresarios.