El 13 de Agosto 2016 | 15:04
No, aunque tuviera una Game Boy en plena niñez no jugaba a 'Pokémon', como muchas personas de mi generación. Lo intenté de "mayor", pero... me faltaba algo, quizá motivación, o quizá es que mis intereses para con las consolas iban en otro camino. El caso es que la expectación que había levantado 'Pokémon Go', que alcanzó a gente con más edad que yo, me animó a sumarme a la caza. Por eso y porque era gratis. Por eso, porque era gratis y porque me hacía gracia jugar con la cámara del móvil. ¡Ah! Y por eso, porque era gratis, porque me hacía gracia jugar con la cámara del móvil y porque me atraía la idea de volver a coleccionar algo, como cuando lo hacía con cromos. Sí, por todo eso quise probar 'Pokémon Go'.
No sé cómo sería la experiencia de aquellas y aquellos que, en mi época, jugaban a 'Pokémon', pero yo me estoy divirtiendo bastante. Creo que el juego me aporta un elemento de entretenimiento para cuando tengo ratos muertos o cuando tengo que ir de A a B que me anima a ir a la aplicación de 'Pokémon Go' antes que a Facebook (maldita manía de negarme a estar sin hacer nada durante 5 minutos). No me hace tanta ilusión el cazar un pokémon nuevo como el hecho de saber que puedo salir a callejear para cazarlos. Al principio pensaba que era idiota y que la gente me miraría raro, pero es que en realidad ahora no puedo parar de pensar en que todas las personas que veo de entre 15 y 40 años mirando el móvil realmente están buscando pokémon. Lo sé, os lo noto.
Pero tengo sentimientos encontrados con 'Pokémon Go'. Por un lado, me siento como un zombie, un engranaje más en la maquinaria capitalista que nos hace ser tan tontos que no nos importa enviar nuestros datos de geolocalización a un ente superior, como cuando acepto cualquier término legal de Google (o cuando le cuentas a Nintendo todos tus secretos íntimos en MiiTomo). Un elemento idiotizante que ha hecho que la gente se ponga a buscar pokémons en Auschwitz, y ya no digamos nada de cómo ponemos nuestra vida en peligro por no mirar hacia adelante más que a la pantalla. Pero por otro lado, pienso que ya me perdí el 'Pokémon' original allá por finales de los noventa, y quiero formar parte del boom de 2016. Pero gracias a eso puedo valorar 'Pokémon Go' como un juego independiente, sin tener los recuerdos de los juegos antiguos, ni la idea de "cómo debería ser".
Más que un juego
Con esto de que el título está de moda, hay muchos detractores, y no les culpo. Pero no lo veo como un mal juego, creo que nos aporta beneficios más allá de la experiencia de jugar. Por cada paso que doy, casi me da mucha intriga qué puntos de mi ciudad me destaca el mapa. Quizá para algunos sea algo molesto si no te regalan pokeballs en ellos, pero para una persona curiosa como yo, es muy interesante. He descubierto qué edificios son históricos, o dónde hay tiendas en las que nunca me había fijado. Creo que nos ayuda a interactuar más con nuestro entorno o, al menos conocerlo mejor.
Por otro lado, no podía no mencionar el fenómeno "salir a la calle" que nos aporta. Me parece muy sano que los niños y las niñas (o adolescentes) se paren en un parque a jugar, aunque estén mirando para el móvil. Al fin y al cabo, ellos y ellas mismas van a compartir esa experiencia con sus amistades, porque todos están jugando. ¿Y los adultos? Siempre lo digo, es una perfecta excusa para ir a pasear por algún lugar interesante de la ciudad o el pueblo, retomar el contacto con la misma.
Pero si no sé nada de Pokémon... ¿debería jugar?
Opino que a los que no estamos de jugar a 'Pokémon' nos falta información, o no la buscamos lo suficiente. Muchos y muchas de los que estamos empezando con el juego, no sabemos qué hacer más allá que cazar pokémons. Lo iremos descubriendo a medida que avanzamos de nivel y nos los van explicando, pero no sé cuánto tiempo aguantaremos "los nuevos" entrenando pokémons y aprendiendo a utilizar los objetos. Vale, yo estoy de jugar a videojuegos y estoy dispuesta, pero no creo que todo el mundo piense igual. Pero no creo que el juego sea cosa que desinfle fácilmente, más bien se mantendrá gracias a los y las gamers más clásicas.
Aun así, me resulta gracioso adentrarme en este mundo de adulta, mis amistades se ríen de mí porque no conozco los nombres de los pokémon. Lo admito, soy una viejoven. A veces no me acuerdo de si uno lo tengo o no, y lo cazo igual. Es bastante patético, mi pareja me ha ofrecido su álbum completo de cromos (creo que tuvo que pedir alguno a Panini) para que me aprenda los nombres de los pokémon. Pero no, no he llegado al nivel de referirme a ellos como "monstruitos" o llamarlos a todos "Pikachu", cuestión que me resulta bastante irritante.
He alcanzado el nivel 5, y empiezo a los ansiados gimnasios Pokémon. Por el momento no me he atrevido a sentarme en una pokeparada a jugar un rato, porque el otro día di con una y empecé a ver los nicks de los adolescentes que se encontraban sentados alrededor, y me dio vergüenza. Era romper una barrera que no estaba acostumbrada.
Conclusión
En definitiva, 'Pokémon Go' me parece una propuesta interesante, y está hecho de maner inteligente. Sin embargo, no creo que juegue muchas horas más, y creo que la razón es la misma por las que no he jugado al resto de Pokémon. Me gustan los juegos de rol, pero soy más del clásico ir con mi personaje subiendo de nivel que ir entrenando criaturas y organizando luchas. Además, reafirmo mi negativa a ayudar a las empresas a realizar en encubierto sus movimientos comerciales con mis vaivenes por la ciudad. Tampoco dejan demasiado claros los términos y condiciones como para fiarme de lo que harán con mis datos de ubicación. Pero es una cuestión de decisión personal, no veo mal que otras personas sí lo hagan.