Electronic Arts nos devuelve a la carretera. Pero esta vez será algo legendario. Saliendo desde San Francisco, en la costa oeste, la meta es Nueva York. El precio es tu vida. Agarra bien el volante y lánzate a la frenética carrera de 'Need for Speed: The Run'.
Black Box ha tomado varias decisiones para que el retorno a las carreras ilegales sea lo más original posible, teniendo en cuenta que ya han profundizado en unas cuantas entregas anteriores. Para ello han tomado una decisión muy importante que los fans agradecerán: se acabaron los escenarios inventados.
Esta mejora se debe en gran medida a la inclusión del motor gráfico Frostbite 2. Gracias a él veremos un importante impulso en los escenarios, haciéndolos más profundos y con mucho más detalle a pesar de la velocidad con la que los recorreremos.
La carrera de costa a costa nos presentará distintos tipos de escenario. Zonas áridas y escarpadas como la del Gran Cañón, concurridas calles de grandes ciudades o tramos por las Montañas Rocosas. Todo para ofrecer la variedad suficiente como para no caer en la rutina al volante.
Iremos recorriendo el país a través de pruebas por las distintas secciones en las que se divide la carrera, cada una con diferente objetivo, pero casi todas nos resultarán muy familiares. Adelantar a la competencia, llegar a la meta antes de que se acabe el tiempo, demostrar nuestra habilidad en las curvas con el freno de mano o esquivar a la policía.
Envoltorio diferenciador
Precisamente esta última, que ya vimos en 'Need for Speed: Most Wanted', nos lleva a hablar de lo que realmente han querido hacer para que 'Need for Speed: The Run' sea distinto al resto: darle una historia, un motivo.
La idea de Black Box es meternos en la carrera como no lo habíamos hecho nunca. Encarnamos a Jack, un chico que entra en esta gran contrarreloj no por diversión, sino porque necesita el dinero del premio para saldar deudas y no acabar muerto. El aliciente de llegar a la meta por una razón intentará mantenernos enganchados al mando más que si simplemente lo hiciéramos por ganar.
Para hacer más inmersiva esta experiencia contaremos con alguna que otra parte en la que saldremos del coche y tendremos que ir a pie. EA ha asegurado que son pocas las ocasiones, algo lógico dado que lo que nos interesa cuando compramos un 'NFS' es quemar asfalto.
El cambio de vehículo estará también incluido en la historia, con situaciones en las que se nos pondrán delante distintos tipos de coches y marcas para que nadie se quede con las ganas de probar su escudería favorita.
Rebobine, por favor
Una nueva función también hará nuestra travesía más cómoda al no tener que cargar una carrera al completo. El botón de rebobinar nos llevará a momentos antes del punto crítico donde chocamos o se terminó la carrera para nosotros, y así tendremos que realizar solamente ese paso de nuevo hasta que consigamos superarlo. No podremos usarlo de forma ilimitada, y tampoco quedaremos impunes, gastando tiempo igualmente en ese proceso. Pero al menos nos quita de tener que empezar de cero un tramo entero.
Autolog también regresa para poder compararnos con otros amigos, pero si abusamos del "rewind" podemos olvidarnos de batir una marca de otro jugador, ya que el gasto temporal no desaparecerá al regresar al pasado. Pero ese componente social nos amenizará nuestro largo viaje hasta Nueva York.
La nueva incursión en las carreras ilegales de EA nos presenta un recorrido adornado por todo un contexto, gran contraste frente a la frialdad de los demás títulos de conducción en el mercado. ¿Habrán perdido demasiado tiempo en ello en detrimento de la jugabilidad? ¿Tendrá algún tipo de sentido el modo a pie? Muchas dudas quedan por responder, desde los modos multijugador a todo lo que no es campaña del juego desarrollado por Black Box. El 18 de noviembre lo veremos con nuestros propios ojos.