A nosotros nos da igual si es fontanero, electricista o gigoló (con el nuevo traje, bien podría serlo). La cuestión es que cuando el bueno de 'Mario' se aproxima a nuestras moradas, nosotros activamos todas las antenas posibles. Porque siempre implica una nueva razón para creer en la industria, en la innovación, en la capacidad de Nintendo para ofrecer en un mismo producto una experiencia para todas las edades... Y, sobre todo, un motivo para plantearse comprar la nueva consola del momento. Estoy prácticamente convencido de que, si hiciéramos una encuesta solo con la motivación de conocer cuánta gente se ha comprado una Nintendo 64 por 'Mario 64', una GameCube por 'Super Mario Sunshine', o una Wii por 'Super Mario Galaxy', quedaríamos boquiabiertos.
Y no lo digo porque esas consolas no tengan la capacidad de ofrecer grandes experiencias 'Mario' aparte, que es evidente que sí. Más bien es una cuestión de que con 'Mario' se bastan y se sobran para garantizar que tu compra va a ser un éxito y que vas a realizar una buena inversión. Sin embargo, hubo una consola, que por razones X o Y, no llegó a tener esa misma suerte: Wii U. Y, curiosamente, no obtuvo el éxito deseado por parte de sus creadores. En efecto, por más bueno que sea 'Super Mario 3D World' no tiene nada que ver con lo que habían venido a expresar -cada uno a su manera- 'Mario 64', 'Sunshine' o 'Galaxy'. Y quizás por eso, y solo quizás, Nintendo ha vuelto a las raíces de los grandes 'Marios' en 3D. Nosotros hemos probado 'Super Mario Odyssey' en la Barcelona Games World de este año, y os aseguramos que las impresiones no han cambiado un ápice desde la última vez: estamos ante algo tremendo.
Dos mundos muy variopintos
Tal y como era de esperar, Nintendo llevó a la feria dos de los mundos de los que más se hablado hasta día de hoy: 'New Donk City' y 'Reino Arena'. Pero tras haber repetido sendas demos una y otra vez, y haber explotado todas las posibilidades que ofrecían, solo os puedo decir una cosa: como todo el juego siga el mismo camino, de ofrecer experiencias radicalmente distintas entre sí, y sin embargo coherentes a más no poder, podríamos estar ante el plataformas más variado de toda la saga. Porque al fin y al cabo, tanto 'Mario 64', como 'Sunshine' o 'Galaxy' ofrecían ambientaciones similares y mecánicas variadas, pero calcadas en cada uno de los mundos. Y esto no va a suceder en 'Odyssey'.
Empezando por el primero, y uno de los más originales de todo el juego, la ciudad de 'New Donk City' cobra mucho más sentido cuando te puedes poner a los controles de 'Mario'. La ciudad es un bello contraste entre lo que ha sido toda la vida un juego de 'Mario', y lo que normalmente se entendería como un juego más realista. Y sin embargo, las mecánicas que ahí dentro se pueden vivir, llevan la experiencia plataformera a una nueva dimensión. Desde un carácter sandbox mucho más marcado que en cualquier entrega anterior, hasta la posibilidad de encontrar saltos más vertiginosos, escaladas infinitas, o por supuesto muchos más personajes y misiones secundarias de las que jamás os podréis imaginar hasta probarlo.
Cada mundo, un mundo
En efecto, cada mundo es un mundo. Porque si bien en 'Sunshine' teníamos un escenario principal -la ciudad de Isla Delfín- en el que los retos no paraban hasta terminar el juego, por aquello de ir consiguiendo nuevas funciones para nuestra manguera, en 'Odyssey' ocurre lo mismo pero en cada reino. Es decir, cada reino tiene su escenario principal y también sus misiones principales y secundarias. Y por si fuera poco, también puedes encontrar elementos en cada uno de ellos que nos obligarán a retornar en el futuro cuando tengamos alguna nueva habilidad. En la demo, disfruté muchísimo de los saltos, pero sobre todo me di cuenta de que vamos a pasar horas y horas explorando en cada escenario, alucinando con la capacidad que tiene el juego para esconder detalles de su calidad en absolutamente cada rincón del escenario.
Porque una de las cosas que divierte de un sandbox suele ser su gran variedad. Pero, no nos engañemos; la gran mayoría del territorio que recorremos a pie o en algún vehículo está vacío de "interacción". Puede que ocurran cosas, o que nos entretengamos con la conducción, la música o las misiones. Pero es que 'Mario Odyssey' es capaz de revolucionar nuevamente ese concepto para ofrecer un título que se siente poderoso tanto en el plataformeo puro y duro (los controles son exquisitos), como en la capacidad para sorprender. La interacción con el escenario es infinita, y 'New Donk City' solo es la punta del iceberg.
Los enemigos se convierten en la clave
Hasta ahora nos habíamos acostumbrado a que, en cualquier 'Mario' 3D que se precie, la clave de la exploración estuviera en una combinación entre interacción, lógica y plataformas. Pues bien, ahora todo eso se mantiene igual, con escenarios en los que desviarse y personajes y objetos que tienen su propia lógica y física en el juego, pero añadiendo una nueva capa de profundidad que dará para mucho. Y creo, sinceramente, que puede ser la clave de 'Super Mario Odyssey' para superar a todos sus predecesores: la capacidad de utilizar todo el entorno a nuestro favor. Es decir, incluso los enemigos. En el 'Reino Arena' lo pasé en grande emulando a los 'Bill Bala'. Y no me cabe la menor duda de que, utilizar a los enemigos como un elemento más para "resolver" puzles, es un gran acierto.
No es solo la capacidad del juego para levantar expectación ante la siguiente "posesión", sino sobre todo la posibilidad que ofrece de añadir nuevas mecánicas tan depuradas como cuando controlamos a 'Mario'. En otras palabras: Nintendo no ha añadido esas transformaciones solo para emocionar a los fans; las ha puesto para crear nuevas formas de descubrir secretos, de alcanzar plataformas o de resolver puzles. Y lo que es mejor: no son elementos de utilizar una vez y luego olvidarse; sus mecánicas han sido pensadas para que constantemente estemos cambiando de manera de proceder, y por lo tanto nunca nos aburramos. La curva de dificultad promete ser consecuente con aquella idea de: fácil de aprender difícil de dominar. Pero, sobre todo, el juego nos mantendrá en constante evolución jugable, desde principio a fin.
Serio candidato a GOTY 2017
Llega el momento de la verdad: ¿será 'Mario Odyssey' el nuevo GOTY? Sinceramente, aún es pronto para faltar el respeto a otras grandes producciones del año. Pero, no me cabe la menor duda de que es un firme candidato. Mucha gente tiene la sensación de que cuando sale un nuevo 'Mario' o un nuevo 'The Legend of Zelda' ya se ha ganado un 10 de antemano. Y sin embargo yo les diré que en muchas ocasiones no queda más remedio que rendirse ante ellos y decir con voz alta que se lo han ganado con méritos propios. Desconozco hasta qué punto nos marcará el juego final, pero una cosa está clara: si esa combinación entre variedad, plataformas con un control exquisito, ambientación, interacción y personalidad va a más en el resto de mundos... este podría convertirse en el mejor plataformas de la historia. Capaz de innovar, y a la vez volver a las raíces. Nintendo vendió muchas Switch estos días en la Barcelona Games World...