Por El 5 de Julio 2017 | 21:30
Ha derrocado tiranos y salvado princesas. Ha viajado por el infinito cosmos de la galaxia y se ha enfrentado a agujeros negros. Ha ganado campeonatos de conducción, golf e incluso fútbol. No hay lugar a dudas: no hay héroe en el mundo entero como el fontanero más famoso del Reino Champiñón, y su mayor aventura está por llegar con 'Super Mario Odyssey'.
Todos los ojos están colocados sobre la nueva entrega del italiano, incluso las de su sombrero. Pinta como uno de los lanzamientos estrella de este año para Nintendo Switch por no decir que el definitivo. Y estamos seguros de que no decepcionará, no tras poder probarlo en primera mano. ¿Cómo se siente esta grandiosa odisea en las manos? ¿Es un mundo grande y especial el que se nos promete?
El asombroso mundo de Mario
Dos mundos son los que destacaremos por esta ocasión: empecemos por el más famoso y destacado, New Donk City. El territorio hace infinitas referencias hace a 'Donkey Kong', primera entrega en la que nuestro amable italiano aparecía, y se vale para presentar un terreno de juego a la par conocido y extraño. Y es que no sería de extrañar que este fuera uno de los primeros reinos en ser visitado, ya que es una pequeña gran ciudad con muchísimo que hacer en ella.
Los ciudadanos que habitan este extraño lugar quieren nuestra ayuda, y si cumplimos con ciertas misiones interactivas nos entregarán lunas coleccionables. Todo esto está bien, ¿pero qué significa para nosotros? Que tenemos una gran libertad para movernos por las calles, cumplir con misiones y recibir recompensas en consecuencia. Es la idea del sandbox llevada a 'Super Mario', algo que puede resultar extraño en primera instancia pero que da una capa de profundidad para la aventura.
Justo lo contrario se aplica con el otro mundo a destacar, 'Reino Arena'. Este curioso lugar da la vuelta a la idea de la ciudad de New Donk City y coloca a nuestro protagonista en un desierto helado en el que debemos avanzar hasta un determinado punto, pero todo lo que hagamos entre medias queda en nuestras manos. Podemos investigar y experimentar con el entorno, descubrir paredes falsas, cumplir con misiones secretas. La recompensa final serán esas jugosas lunas que nos servirán como coleccionables, cuyo uso aún no conocemos con determinación.
Pero uno de los detalles que más nos ha llamado la atención es que hay elementos bloqueados en el mapeado. No hablamos de lunas ocultas que necesitarán de más de una visita para percatarnos de su presencia, sino de que algunas de estas no se pueden acceder porque requieren de un poder o mejora que al principio Mario no posee. Todo señala a que a medida que avanzamos mejoraremos nuestro arsenal de movimientos o que los trajes podrán desbloquear más funciones futuras.
'Super Mario 64' con esteroides
En contenido todo se ve fantástico, pero algo todavía más increíble es su control. Este redactor ha dedicado uchas partidas y horas a su vida al juego estrella del italiano para Nintendo 64, así que cuando escribe que es que el control del fontanero está copiado y pegado es tal cual. No se hace extraño en absoluto tomar control de Mario, pues todas las técnicas que tenía en aquella entrega vuelven aquí: el salto agachado, aplastar con el culo, la voltereta hacia atrás... Es como volver a encontrarse con un amigo de la infancia.
Y a esto hay que sumarle el control de la gorra, la gran nueva función que nos presenta el juego. Podemos lanzarla y usarla para el combate, lo cual ya nos sirve de más que los débiles puñetazos del fontanero; también podemos montarnos encima y saltar, pero imaginad por un momento la combinación de las técnicas mencionadas antes con las de la gorra. Con la suficiente técnica y maestría pueden hacerse locuras como el salto agachado con el salto de gorra, dando todo un terreno de imaginación y locura para aquellos que se atrevan a dominar el título.
Sumemos a todo esto el control sobre objetos del entorno o los enemigos, lo cual nos dará nuevas habilidades o una gran gama de posibilidades que nos pueden volver loco. No todo es controlable, pero el juego está pensado para que cada criatura que decidamos poseer nos ofrezca algo nuevo e interesante, como revelar caminos ocultos o poder recorrer vías alternativas.
La nueva odisea de Mario es de diez. La imaginación de Nintendo se ha desbordado con esta próxima entrega y probablemente tengamos uno de sus juegos más potentes. Sólo queda esperar hasta el 27 de octubre y reproducir esa canción una y otra vez hasta perder el conocimiento imaginando las posibilidades de este 'Super Mario Odyssey'.