Hay obras que marcan. Sea por el impacto que puede provocar en un joven espectador y marque su forma de ver el mundo en el futuro o un adulto experimentado que pase a reflexionar sobre cómo ha entendido su alrededor en el pasado; nadie queda indiferente ante el arte y cómo nos influye este. No es para poca gente la que 'Secret of Mana' fue uno de los momentos en los que muchas personas se detuvieron a reflexionar sobre la influencia del videojuego moderno como arte.
A título personal cuando el remake de este magnífico título fue anunciado no lo celebré como era debido. Llevaba tiempo reclamando juegos de Square Enix actualizados a este modelo como ya pasó con el magnífico 'Final Fantasy IV', pero a la hora de la verdad no coloqué mis ojos sobre este prometido trabajo de buena voluntad por parque de la compañía responsable. Incluso hubo voces contrarias al estilo artístico elegido. Tras probarlo de primera mano tengo claro que debería haber atendido más a esta obra maestra de la era dorada de los RPG de SNES.
Manteniendo la esencia
Para aquellos que nunca tuvieran la oportunidad de disfrutar de la entrega original deben saber que cuenta la historia de un mundo condenado y un joven que, tras encontrar la espada que diferentes fuerzas quieren, debe apresurarse a salvarlo de las diferentes amenazas que pretenden destruirle a él y a sus seres cercanos. El problema está en que debido a su hallazgo nadie quiere que el joven se mantenga cerca de él, ya que está profetizado que traerá la desgracia y la destrucción si su poder es liberado. Así, nuestro joven avatar se encuentra frente a la terrible situación de ser desterrado de su propio poblado y sin apenas aliados de su parte.
El título no ha cambiado lo más mínimo desde su lanzamiento original. En efecto, los gráficos son nuevos y encajan de manera ideal con la atmósfera que presentan, pero lo importante es tener en cuenta que hasta los mínimos detalles están siendo respetados. Las físicas, la manera de mantener los diálogos, los combates... Se trata de un remake mucho más cercano a una remasterización, y es aquí donde debemos detenernos a reflexionar sobre el sentido que esto tiene de cara a un nuevo público. ¿Es necesario este cambio si se está manteniendo el mismo título?
Mi respuesta es un rotundo sí. No necesario en el aspecto de que el juego original haya envejecido mal y necesitemos sustituirlo, para nada; acercarnos a él es un ejercicio que merece la pena y que recomiendo a cualquiera que quede encantado con este lavado de cara. Pero creo que es necesario porque el título original ya ha superado la veintena de años y son sólo veteranos quienes conocen una obra de tanta importancia como esta. El gran objetivo al preparar este remake es dar a conocer un juego maestro a una audiencia totalmente nueva.
Abracemos a un nuevo público
Los sprites 2D son sustituidos por estos modelos poligonales que no expresan más que monería y un buen acercamiento a las audiencias más jóvenes; las escenas de gran importancia acercan la cámara en cinemáticas y doblan a los personajes para darles voz por primera vez. El público más joven se va a ver más interesado en un juego gracias a estos cambios por encajar con su generación, y tampoco hacen daño a los que conocieron la obra original.
Al final el gran debate sobre si es necesario un remake de esta clase se reduce en a quién está dirigido, y este redactor siempre apostará por abrir las posibilidades a un nuevo público. 'Secret of Mana' es uno de los mejores videojuegos por el que comenzar en el mundo de los RPG a una edad muy temprana, y tras probarlo y ver que se ha respetado al máximo la esencia original, ¿por qué deberíamos cerrarnos a este cambio? Apreciaré que los más pequeños puedan conocer una de las obras de arte más maravillosas de SNES.
No puedo esperar más al 15 de febrero de 2018, cuando el juego verá la luz en Steam, PS Vita y PS4; esta última plataforma, además, en formato físico para los occidentales.