El 2 de Julio 2018 | 14:34
Probablemente ya hayáis leído la entrevista que realizamos a David Montero -cofundador de Melbot Studios- con motivo de la Gamelab 2018. Y la verdad es que a pesar de que cuando la llevamos a cabo, aún no habíamos probado el juego, sus declaraciones ya nos presagiaban un juego realmente apetecible. Acabada la charla, llegó el momento de la verdad: pudimos probar 'Melbits World' y descubrimos no solo que sus palabras era completamente ciertas, sino que además entendimos el motivo por el cual fue uno de los juegos premiados dentro del marco de PS Talents el curso pasado. En efecto, estamos ante un producto nacional, que además de estar prácticamente acabado, ofrece diversión para todo tipo de jugadores.
PlayLink al poder
Lo primero que llama la atención es que estamos ante un juego de la marca PlayLink, pero bajo un punto de vista ligeramente distinto a lo que nos tiene habituados Sony Interactive Entertainment en ese sentido. Es decir, sigue siendo un juego social para jugar con la compañía de otras personas, y sigue siendo fácil de dominar con tan solo nuestros dispositivos móviles, pero aparentemente también parece algo mucho más complejo y ambicioso que los demás juegos PlayLink que hemos visto con anterioridad. No es solo una cuestión visual, con un juego que tiene un concepto y un diseño más complejo y propio de géneros como las plataformas o los puzles, sino también una jugabilidad que fomenta la creatividad, los reflejos, la inteligencia y, por supuesto, unas buenas risas entre amigos o familiares.
Porque 'Melbits World' no deja de ser eso: un juego que persigue las mismas intenciones que el resto de títulos PlayLink. Es decir, accesibilidad, cooperación, algo de competición (por aquello de quién juega mejor) y sobre todo capacidad de hacer que los consumidores socialicen. Y lo consigue, pero también con una profundidad digna de mención. Dicho todo esto... ¿en qué consiste realmente 'Melbits World'? Pues sinceramente, es fácil definirlo: es un juego que transcurre en un mundo muy simpático y colorido, en el que unos pequeños seres necesitan nuestra ayuda para completar su camino. Sí, en efecto esa comparación con 'Lemmings' no era gratuita. No en vano, como habréis podido ver en la entrevista, fue una de las grandes fuentes de inspiración para el equipo desarrollador.
Del punto A al punto B
Lo interesante, es sin duda la forma en la que han resuelto el concepto. Los niveles tienen un aspecto muy bonito, y a diferencia de 'Lemmings' son completamente en 3D. Es decir, que esa jugabilidad de llevar a los personajes (a los 'Melbits' en este caso) de un punto A a un punto B sin que se mueran por el camino es algo más enrevesada y compleja gracias al diseño de los niveles. Lo cual se traduce en saltos varios, en la posibilidad de que el nivel juegue con las perspectivas o por supuesto en un acabado más moderno y actualizado a los tiempos que corren. Sin embargo, no por eso debemos caer en el error de decir que es más complicado. De hecho, es mucho más sencillo, lo cual es parte de la gracia también.
En la entrevista, David hizo mucho hincapié en que el juego está destinado a un público más infantil, así como a la posibilidad de que los adultos jueguen en familia o en compañía de amigos para echarnos unas risas. Pero tras probarlo, os puedo asegurar que no era tan fácil. Empezar un nivel sin conocer aún las mecánicas era complicado y te obligaba a experimentar, lo cual ya producía las primeras interacciones con el otro jugador. Debéis tener en cuenta que es importante cooperar. Los Melbits se mueven solos, y van siguiendo el recorrido prefijado desde el punto de salida. La idea, es que cada uno de los jugadores se encarga de mover unos elementos de los escenarios. Y la coordinación es clave.
Una curva muy agradable
De ese modo, el móvil ha sido dispuesto para que con tan solo un par de botones, nosotros podamos girar estructuras, preparar trampolines y un largo etcétera. La gracia está en que cuando movemos una, también estamos moviendo otra, y por lo tanto hay que estar atentos a cada uno de los Melbits y su situación exacta dentro del nivel. Como hemos dicho es un juego accesible y muy preparado para que cualquier persona entienda el concepto en tan solo un par de partidas, pero también hay que decir que nos ha sorprendido lo agradable que resulta su curva de dificultad. Cada nivel te exige salvar un número determinado de Melbits, y no es necesario salvarlos a todos para pasarlo. De esa forma se consigue no frustrar a los más pequeños, pero también supone un buen reto para los jugadores más experimentados, que intentarán perfeccionar sus habilidades.
El resultado final es claro: estamos ante un juego muy divertido. Más interactivo que otros juegos de la marca PlayLink y también más divertido, aunque al mismo tiempo menos directo. De algún modo yo diría que está al borde de la línea entre el juego más social y un producto más propio de lo que viene siendo habitual en la industria. Puede que ese sea su principal atractivo y quizás también su mayor handicap, pero no me cabe la menor duda de que tendrá un muy buen recibimiento gracias a su bonito apartado gráfico y a su propuesta original y diferente. Además, nos contaron que el juego final hará mucho más hincapié en aspectos tan importantes como los distintos tipos de Melbits (unos serán más pequeños, otros más grandes...), los enemigos que pululan por el mapa y añaden dificultades a nuestro control de la situación y un largo etcétera. En definitiva, un juego muy recomendable, que por precio y contenido puede convertirse en una interesante sorpresa de cara a la próxima campaña navideña.