LA VUELTA MILENIAL

Impresiones de 'Life is Strange: Double Exposure', regreso a los orígenes

Deck Nine presenta la quinta entrega de la franquicia estrella en la que trabaja codo con codo junto a Square Enix: 'Life is Strange: Double Exposure', la secuela directa del primer juego.

Por Daniel G. Astarloa 15 de Octubre 2024 | 17:00

La franquicia 'Life is Strange' es un tanto particular. Square Enix parece haberle cogido algo de cariño, tanto como para esforzarse en no venderla al desprenderse de sus estudios occidentales. Los motivos sólo podemos especularlos, pero lo que tenemos garantizado es que ha tenido una continuidad sólida en los últimos casi diez años: cinco entregas al completo para nuestro disfrute.

Para celebrar este aniversario parece apropiado detenerse y contemplar al público al que se dirige. Este nicho de jugadores es parte de una generación que ha crecido en un entorno un tanto especial. Es el universo de los millennials, los obsesos con Twitter y nostálgicos por la estética de los 2000. Preocupados por cuestiones sociales y dispuestos a cambiar el mundo.

Pero en diez años todo cambia. De la incomodidad del instituto pasamos a un mundo que deben gobernar a través del trabajo, seguir la vida, formar parte de una sociedad. 'Life is Strange: Double Exposure' es un reflejo de la evolución de toda una generación a través de su protagonista rescatada: Max.

Todo cambia y nada permanece

Este espíritu millennial es lo que más nos ha chocado en los dos primeros capítulos de 'Life is Strange: Double Exposure'. Max representaba bien a una recién adulta en el primer juego, en el que todavía tenía mucho por descubrir del mundo y de sí misma. Ahora damos un salto temporal hacia mucho más adelante para encontrarla establecida en la vida: graduada de la universidad, con su afán por la fotografía del primer juego como su oficio y la independencia ahogándola en la soledad.

Bueno, quizás no tan ahogada. Aunque los últimos años han sido muy duros para nuestra protagonista por los traumas acumulados del primer juego parece que la felicidad está volviendo a su vida. Su trabajo es estable y apasionante, ha hecho amistades con las que ha conectado a un nivel emocional profundo y nada más empezar ya se nos presenta opciones románticas para reparar el corazón que cierta peliazul dejó roto.

Es complicado seguir hablando de 'Life is Strange: Double Exposure' sin entrar en spoilers, porque al igual que las entregas anteriores todo el peso del juego se sitúa en su narrativa y los personajes. No esperéis un título de acción o puzles enrevesados: esta es una aventura interactiva de corte moderno, con decisiones que el título registra que serán recordadas y pequeñas interacciones con el escenario para expresar cómo interpretamos a nuestra versión de Max.

El mundo acaba contigo

Sí podemos decir que se trata de una aventura mucho más lineal que su predecesora, 'Life is Strange: True Colors', la cual nos dejaba secciones de áreas abiertas para investigar a nuestro gusto, cumplir actividades secundarias y reforzar nuestra relación con el mundo. Se echa en falta mecánicamente, pero es una forma de expresar cómo el personaje de Max se siente más intimidado y reacio a descubrir cosas nuevas. Su modo de pensar, al igual que su pasión fotográfica, está en un mundo congelado en el que nada cambia. Todo es estable por y para siempre.

Uno de los apartados en los que más podemos ver esa interacción corta con el mundo que le rodea es su teléfono móvil a modo de menú. Este no sólo tiene los mensajes directos con familiares, sino una versión de Twitter llena de pensamientos y fotos de los que rodean a Max. Nuestra protagonista apenas escribe nada y lo dedica más como portfolio para sus fotografías profesionales, dedicarnos a ver los hilos de conversación provoca algunas respuestas internas por parte de Max. Incluso podemos contestar a ciertos mensajes y animar a la joven a salir de su cascarón.

Hablando de juventud, ese es otro de los apartados más interesantes que está presente de forma indirecta en la trama. Max ahora imparte seminarios a universitarios, toda una generación de chicos y chicas que ha crecido fuera de la influencia millennial. 'Life is Strange: Double Exposure' va a ser un importante paso intergeneracional que hable acerca del paso hacia la generación Z.

Será interesante ver la respuesta que los más jóvenes tendrán a esta obra una vez podamos jugarla completa el próximo 29 de octubre de 2024.