La compañía Deep Silver lleva ya unos cuantos años mostrando una intención clara por dejar de ser considerada una compañía más para ser un referente dentro de los nombres que nos hacen levantarnos de la silla, y ahora mismo lo que tenemos sobre la mesa es el producto donde más esfuerzos están depositando para sorprender a una comunidad de jugadores dentro de un género donde quedan pocas cosas por decir. No estoy seguro de si 'Homefront: The Revolution' será la obra que los fans acérrimos de la licencia llevan esperando desde la entrega de 2011, desarrollada por Kaos Studios con THQ, pero desde luego podemos anticiparos que las horas que hemos podido echarle a la campaña de 'Homefront: The Revolution' nos ha parecido todo un ejemplo en algunas cosas.
Llama la atención que desde la presentación de 'Homefront: The Revolution' hasta ahora, entre tantas ferias internacionales como la Gamescom, donde estuvo Zonared, Deep Silver haya querido hacer tanto énfasis en el modo cooperativo de la obra, uno de los grandes alicientes de este episodio; sin embargo, tras nuestra visita a las oficinas de Koch Media para probar los primeros capítulos de la campaña del título nos hemos quedado encandilados por el componente argumental de la obra, que no contará una historia vacía y desaliñada, sino que nos plantea un futuro distópico repleto de problemas sociales y mucha reflexión moral.
El más ambicioso proyecto de Deep Silver
Vale que todos iremos al modo multijugador casi sin pensarlo cuando el juego se ponga a la venta el próximo 20 de mayo en tanto PS4 como Xbox One y PC, pero la campaña para un solo jugador promete muchas horas de entretenimiento; así que si sois de aquellos jugadores que, como un servidor, buscáis una historia bélica de interés en un first person shooter, aquí tenéis motivos de sobra para confiar.
Lo primero que me gustaría reseñar es que tenemos un mundo abierto, un sandbox que es quizá demasiado grande para todo lo que podemos hacer, pero la forma de hacernos interactuar con él está bien pensada. Antes decía que se ha puesto el acento en el argumento, donde los Coreanos tienen completamente dominada la población cerca de la década del 2030, de forma que para que nos enteremos sin problemas de atención y que vayamos canalizando todo lo que pasa en ese mundo alternativo que se presenta en 'Homefront: The Revolution', se aprovecharán los paseos -que no son pocos, ojo- para ir desvelando cosas. Puede ser a través del dispositivo de comunicación con nuestros superiores o la propia gente que deambula por la calle; podremos dar limosna a la gente que yace por los suelos, charlar con ellos... todo el mundo tiene una historia que contarte, un motivo para seguir en pie a pesar de que la situación invite más a tirarse de lo más alto de un edificio.
Yendo ya más a fondo con el gameplay del título, hay que decir que tendremos misiones principales y secundarias, con Dambuster Studios (comenzó en manos de Crytek) encargándose de dar color y forma a una campaña que no bajará de las 8 horas, según hemos podido estimar. Hay varios niveles de dificultad, donde no solo cambiará la inteligencia artificial sino también la cantidad de enemigos en los entornos. Cuanto más difícil, más hostil será todo lo que nos rodea.
No jugué mucho al juego de THQ en 2011, pero esto es radicalmente distinto; no queda prácticamente nada de esa obra que, según dijeron sus propios desarrolladores en su momento, no logró cuajar con lo que quería; esa obra estaba repleta de buenas ideas, pero no estaban correctamente encajadas. Ahora Corea del Norte invade los Estados Unidos y se ha hecho con Filadelfia. El contexto, de por sí, es más interesante, pero todo lo que viene después da la sensación de tomarse mucho más en serio, más ordenado: la ciudad se divide en tres distritos con muchas misiones tanto principales como secundarias. Habrá que recuperar el estado de algunas zonas residenciales, ayudar a la gente, guiarnos por la voluntad de algunos que intentarán ayudarnos aunque sea en balde... Es una tensión constante, de verdad; la puesta en escena me ha gustado mucho, nos hace sentir parte del ejército KPA desde el primer minuto.
La infiltración es también muy importante. Aprovechando que tenemos un mundo abierto ante nosotros y que además el juego es muy amplio en su diseño -quitando callejones es todo muy espacioso, con mucha cobertura visual-, se integran emboscadas y sabotajes, persecuciones y mucha estrategia. Aquí vale más maña que fuerza, no te pienses que por haber mejorado tu arma al máximo vas a tener ventaja frente al resto de enemigos.
Hago un alto en el camino para decir que la versión a la que hemos jugado es la de PC, con absolutamente todo en Ultra, siendo los resultados algo agridulces. La distancia de dibujado no está por ahora a la altura de lo que esperamos de unos escenarios tan inmensos, además que la inteligencia artificial tenía comportamientos muy raros. Decir en favor de 'Homefront: The Revolution' que desde Koch Media nos han indicado que la versión a la que hemos echado el guante no es la final, así que os podemos casi asegurar que gráficamente va a ser mucho mejor que lo visto en los últimos tráilers.
A medida que vayamos avanzando en la campaña desbloquearemos nuevas armas, herramientas de guerrilla y útiles para acabar con los vehículos. Todos ellos tienen su punto débil, de forma que para acabar con un drone habrá mejores armas que para hacer lo propio con las torretas. No he podido jugar lo suficiente como para sentarme tranquilamente a hacer mis combinaciones con los objetos que fui recogiendo a lo largo de las horas de partida, pero fueron decenas las cosas que iba tomando de las calles, de los interiores, de la gente. No es un RPG, pero hay tanto por hacer y tantas cosas que coger que de verdad pienso que este modo campaña está siendo tomado muy en serio.
Al no tener un reloj sobre tu cabeza indicando cuánto falta para que termine una misión ni nada parecido, puedes tomarte la libertad de perderte por ahí y terminar en una zona residencial totalmente precaria donde un hombre está acosando a una mujer. En todos lados hay coleccionables. Con todo, la jugabilidad es directa, con cambios en las calles si liberamos algunas ciudades -véase pintadas en las calles de algunos grupos rebelados contra la situación política si toman posesión de libertad-.
Pero claro, no todo es oro lo que reluce, y en 'Homefront: The Revolution', por mucho que vaya a cambiar el asunto, es un título flojo visualmente. La comunidad de jugadores en este género tiene con razón motivos para exigir lo máximo, y con este título hay poco que resaltar; si bien el juego de iluminación es muy bueno -sobre todo durante las noches, faltaba mucho detalle en lo demás; algunos coches parecían más vehículos de desguace estropeados, además que le falta color al título. No sé por qué, pero la mayoría de los escenarios han priorizado el uso de tonalidades frías, apagadas; hay muchos grises, incluso en los árboles. Se ha dejado solo el uso de tonalidades cálidas para el fuego o para identificar los drones, haciendo más identificables los puntos enemigos, pero les ha salido caro. En resumen: no es un juego muy agradable a la vista.
Bien, pero...
Queremos ser justos con lo que hemos probado, así que he de decir que las sensaciones son buenas, con un empeño claro por dar pasos adelante en la presente generación a la hora de contar historias en un shooter en primera persona, pero los problemas de rendimiento y su apartado técnico quizá lo alejen de un más que posible notable alto que es el proyecto en su conjunto. Siendo además la versión de PC, espero que la de consolas no se vea muy afectada en este sentido. Si consiguen que sea estable y no haya bugs en demasía dentro de esta enorme Filadelfia, en lo jugable no podemos quitarle el ojo de encima.