Si hay una franquicia que existe para gobernarlas a todas, esa es 'Final Fantasy'. Square Enix lleva más de tres décadas gobernando el mercado de los videojuegos gracias a su titánica experiencia: conocen el mercado como ninguna otra empresa. Saben lo que la gente espera cuando entra en el mercado de los JRPG, y con mayores y menores aciertos han sabido adaptarse a las necesidades de los jugadores a cada generación que consolas que ha pasado.
'Final Fantasy XVI' es una respuesta más radical a ese deseo por parte de los jugadores de lo que hemos tenido en anteriores entregas. Quienes esperaban que volvieran los combates por turnos se han sentido decepcionados con la nueva dirección de la franquicia. Pero no hay lugar para la tristeza: las primeras cuatro horas de juego que hemos dedicado a la decimosexta entrega numérica de esta gran franquicia apunta muy alto para estar al nivel de las leyendas que componen su pasado.
Tanto en su historia como en su nuevo estilo de batalla, 'Final Fantasy XVI' entra fuerte en escena y como un potente candidato a juego del año. Nuestras impresiones son claras y directas.
Grandes personajes
Poco tiene que envidiar 'Final Fantasy XVI' a sus hermanas en cuanto al argumento se refiere. La historia nos pone desde el primer minuto en la piel de Clive, joven príncipe de un reino que ya cayó en la desgracia años antes de la aventura. Las primeras horas de juego nos permiten conocer de forma cercana cómo sucedió esto, la situación en la que el joven se encuentra y su objetivo principal: vengar a su hermano caído, el legítimo heredero del trono.
Al principio tomar el papel de otro protagonista deseoso de venganza es un pensamiento agotador. Sin embargo, el tiempo que pasamos como Clive en su juventud al principio del juego es capaz de vendernos el personaje. Es un joven lleno de dudas, serios problemas familiares y cuya identidad se ha forjado en torno al bienestar de su reino. El título es capaz de hacernos entender por qué nuestro protagonista es así, y más importante todavía, parece alguien con mucho terreno para madurar y desarrollarse. Habrá que ver en el producto final si Clive cumple con las expectativas que la primera toma de contacto es capaz de proporcionarnos.
Si él no es capaz de llegar a los niveles de carisma que se espera de un protagonista de 'Final Fantasy' no os preocupéis. El abanico de personajes que acompaña la aventura desde luego reúne carisma más que de sobra con sus introducciones y misiones. El peso de los eidolones es especialmente relevante, trayendo de frente a personalidades magnéticas muy marcadas que encantarán a los fans.
Es especialmente destacable Cid, quien se apropia de todas las escenas en las que hace acto de presencia. Desde luego los antagonistas de las primeras horas no se quedan cortos a la hora de desperdigar carisma, pero nuestro compañero tiene una energía especialmente destacable con sus comentarios salidos de tono, sus quejas por su edad cuando apenas debe ser algo mayor que Clive y sus ideales por crear una sociedad mejor. Se gana a su público, nosotros, y eso es todo un mérito en un paisaje tan lleno de personalidades destacadas.
El aspecto que más ha preocupado a los fans de la saga es el nuevo sistema de juego que el juego va a seguir. 'Final Fantasy XVI' no sólo abandona el combate por turnos, que en realidad ya dejó atrás en la décima entrega; también deja de lado el mundo abierto y su apertura a favor de capítulos centrados en la historia y distribuyendo la acción a diferentes segmentos.
Es diametralmente opuesto a lo que hacía su predecesor, 'Final Fantasy XV', el cual ofrecía un enorme mundo abierto a los jugadores para explorar y completar a su ritmo. Con las primeras horas de juego queda claro que la preferencia de Square Enix es una alejada de ese concepto y atraída por batallas espectaculares, escenarios sobrecogedores y situaciones capaces de arrancarnos el hipo.
Habrá que ver en su conjunto cómo funciona el abandono del mundo abierto, pero por el momento los primeros capítulos ganan a favor de este sistema para centrarse en la historia y en el momento. Las batallas pueden siempre revisitarse más adelante desde la base principal del juego, así que volver atrás está siempre como opción para disfrutar del juego completo.
Y será un disfrute de cara a la rejugabilidad, porque lo que son capaces de otorgarnos los estilos de combate a cada momento es espectacular. En la versión en la que hemos jugado hemos tenido acceso a los estilos de Ifrit, Garuda y Titan, los cuales hemos puesto en práctica en un combate contra uno de los primeros grandes jefes del título. La capacidad para hacer combos, moverse de forma precisa y crear oportunidades únicas para destacar en combate es algo único y nada comparable a lo que hemos visto antes en la saga principal.
Dudamos que el resultado final apene a los fans de la saga. Este nuevo modo de combate es todo un acierto y crea toda una ventana de oportunidades para lucirse a la par que disfrutamos de una gran historia. Ardemos en deseos de la llegada del juego completo el próximo 22 de junio para PlayStation 5.