Por El 5 de Septiembre 2017 | 09:55
Por más tópico que sea decir que la temporada de fútbol no empieza del todo hasta que tenemos en las tiendas nuestra ración de 'PES' y 'FIFA', es una verdad como un templo. Seguramente por eso cada vez es más normal que las compañías decidan sacarlos antes (¿cuántos de vosotros recordáis haber comprado los 'PES' de la época dorada bien entrado el mes de octubre?). Y al igual que ocurre con los propios equipos, cuyos veranos sirven (por lo menos teóricamente) para renovar el personal, fichar, e ilusionar a los aficionados, tanto Konami como Electronic Artsdeben buscar nuevos alicientes, y deben incorporar múltiples novedades en sus buques insignia para ganarse el respeto de sus propios fans, y sobre todo para competir al más alto nivel.
Un momento importante
Por eso las demos de 'PES' y 'FIFA' suelen tener una importancia vital, y me atrevo a decir que mayor, con respecto a las demostraciones de otro tipo de juegos y géneros. Aquí no es cuestión, simplemente, de agradar al que las pruebe; el enemigo no es solo el rival; también debes convencer a aquellos que ya apostaron por ti en el pasado. Y bien podemos decir que hasta hace un tiempo, la cosa estaba más relajada: la saga de EA Sports podía sentirse tranquila, con un rival que aunque seguía teniendo su importante base de fans, no le hacía sombra ni en el bosque. Sin embargo, desde que Konami decidió nutrirse del genial Fox Engine de 'Hideo Kojima', otro gallo ha ido cantando...
Primero fue 'PES 2014', que aún ofreciendo un juego muy justo, ya empezó a demostrar algo: el primer paso era conseguir una física de balón que nos hiciera volver a soñar con aquellos maravillosos años de PS2. Después vino 'Pro Evolution Soccer 2015', el primer juego de la franquicia en la actual generación de consolas, y un título capaz de hacernos reencontrar con aquella sensación de que la jugabilidad estaba tomando el camino correcto. Lo mismo ocurrió con un 'PES 2016' que seguramente fue demasiado continuísta, pero que conseguía subir un escalón a nivel técnico. Y finalmente llegó el momento clave: el pasado y aún vigente 'PES 2017'. Un juego que, de una vez por todas, conseguiría enganchar no solo a los viejos fans de la saga, sino incluso a jugadores que empezaban a estar cansados de la poca variación entre los últimos 'FIFA'.
Animaciones, física, jugabilidad, explosividad....
Los jugadores volvían a responder bien, la conducción del balón no era lenta y tosca, la respuesta a nuestras pulsaciones se notaba ágil, así como las animaciones de nuestros futbolistas. Jugadas reales, partidos muy distintos entre sí... Por supuesto seguían ahí fallos muy importantes, algunos, me atrevería a decir, arrastrados incluso desde los inicios de la saga. Pero, por lo menos, no empañaban la jugabilidad que es lo que todos queríamos volver a disfrutar. Es por eso, que estoy convencido de que son muchos los que se acercarán a 'PES 2018' (e incluso a esta demo) con mucha cautela. ¿Habrá cambiado algo? ¿Merecerá la pena volver a invertir 60 euros? ¿Estará el online por fin a la altura del siglo que vivimos? No todas ellas contestables a día de hoy, pero sí comprensibles, dada la experiencia que tenemos ante la capacidad de Konami de relajarse o conformarse cuando las cosas van bien.
Sin embargo, tengo que admitir que, en líneas generales, la demo de este 'PES 2018' me ha transmitido sensaciones muy buenas. De menos a más, como en más de una ocasión me ha sucedido. Como siempre, y si echáis un vistazo por los distintos foros de nuestro país lo podréis comprobar de primera mano, habrá opiniones para todos los gustos. Pero la sensación es de que en esta ocasión, Konami ha sido capaz de continuar con la misma base e idea que funcionó en 'PES 2017', pero arriesgando a la hora de "toquetear" detalles importantes y pulir aspectos muy criticados en el pasado. Pero vamos por partes.
Todo un lujo técnico
No es ningún secreto si os confirmo que lo primero que destaca de la demo de 'PES 2018' es su apartado gráfico. Seguramente la gran diferencia con respecto a la edición anterior, y uno de los puntos en los que la saga aún tenía que dar un pequeño paso adelante. Hasta ahora, se habían centrado muchos recursos en recuperar la senda de la jugabilidad de oro, y se notaba que con respecto a la competencia, otros aspectos estaban menos pulidos. Pero después de haberle dado duro a la demo, os puedo afirmar que lo que he visto (literalmente, con mis ojos) me ha dejado gratamente sorprendido. No es solo la recreación de los campos que tienen la licencia oficial esta temporada (Barça, Liverpool y Dormund), y el absoluto y minucioso grado de detalle que en ellos podréis apreciar (mosaicos, aficionados, cámaras...), sino las nuevas expresiones de los futbolistas, el propio césped, las animaciones de los jugadores y, sobre todo las nuevas repeticiones.
Creo que merecen un punto y aparte en estas impresiones por una simple razón: por primera vez en varias ediciones no me ha apetecido pasármelas tan a menudo. No es solo porque en ellas se puede apreciar como las nuevas animaciones son algo más que un sutil cambio; también es porque están realizadas con mucha elegancia y mimo. Se ralentizan en momentos clave, el enfoque es prácticamente perfecto, son dinámicas y sin prácticamente tiempos de carga (que en cambio sí siguen apareciendo cuando echamos un balón fuera...). Es belleza pura y demuestra la gran cantidad de movimientos y situaciones que el nuevo título puede deparar en la propia jugabilidad de un partido. Aquella gran sensación 'Pro', de que tras haber jugado 20 partidos aún no has dado con una jugada que va a hacer que te sorprendas de la física del balón o del motor del juego.
El feedback es importante
Pero... ¿y qué hay de los cambios palpables? Pues para empezar, y dejando la jugabilidad por lo último, que al fin y al cabo es lo más importante, esta vez parece que Konami ha escuchado las críticas recibidas en la anterior edición: había demasiados pocos modos de juego y eran incluso aburridos y repetitivos. Por eso, no solo han prometido sorpresas para 'PES 2018', sino que nos han permitido probar en esta demo una de las más importantes: el nuevo modo cooperativo. Se podrá jugar tanto online como a pantalla partida, o en solitario con la ayuda de la CPU, y nos dará la posibilidad de jugar partidos de hasta 3VS3 (o 2VS2). Pero lejos de ser una simple posibilidad de añadir más jugadores a un partido, implicará detalles tan curiosos como divertidos.
Para empezar, cada jugada que realice cualquiera de los 6 jugadores que disputarán el encuentro será analizada. Para bien o para mal, cada vez que realicemos una buena acción, o que por lo contrario fallemos en alguna jugada, nos darán o quitarán puntos. De esta forma, no solo será posible hacer una valoración individual y realista de cada usuario al final del partido, sino que además también la podremos hacer global, y ver dónde están nuestros puntos fuertes o flacos. Algo que no solo será divertido a nivel estadístico, sino que puede llegar a ser importante también a nivel competitivo. Máxime si tenemos en cuenta que Konami ha prometido que seguirá puliendo el online con nuevos modos, competiciones y sobre todo una estabilidad a la altura de las circunstancias. Los eSports se beneficiarán mucho, sin duda.
Un ritmo más pausado, a favor del realismo
Y he aquí el punto más importante, el que realmente importa, y el que quiera o no va a dar más debate: la propia jugabilidad. ¿Es mejor o peor que 'PES 2017'? Sinceramente esta pregunta no se podrá responder hasta que tengamos en nuestras manos el juego final, incluso aunque hablemos única y exclusivamente de la jugabilidad. Pero cuanto menos, tengo la sensación de que Konami ha sabido arriesgar con sabiduría. Todo funciona igual que en la pasada entrega: igual de bien, además. No obstante, sí hay una serie de cambios que habrá que ir analizando poco a poco, para saber si nos acaban gustando más o menos. Por eso intentaré resumir las impresiones que a mí me han dejado.
Aunque si tuviera que resumirlo todo en un único párrafo lo tendría claro: las nuevas animaciones harán que disfrutes mucho más de la experiencia, por más parecida que sea a la de hace un año. Y, sobre todo, vas a notar un cambio importante en el ritmo de los encuentros. Ahora, parece que tendrás que conducir menos y tocar más. Y en cambio, la agilidad de los jugadores no se resentirá: seguirá siendo tan buena como en las últimas entregas. Es un toque muy ligero, casi imperceptible al principio, pero que está ahí, y que hace que en esta ocasión vaya a ser más complicado repetir las mismas jugadas una y otra vez cuando se enfrenten jugadores veteranos.
Una de cal y otra de arena
¿A partir de ahí? Mil y un detalles que van a gustar más o menos pero que, como hemos dicho, habrá que ir analizando con el paso de los días: desde los pases, que son ahora más precisos, pero que dan la sensación de que también es más fácil abusar de las paredes o los pases en profundidad, hasta el comportamiento de la máquina, que me ha resultado curioso en más de una ocasión (equipos pequeños que intentan sacar el balón jugado cuando hay peligro dentro de su área, por ejemplo). De lo que sí estoy seguro, es de que se ha vuelto a mejorar en otros aspectos menores pero igualmente importantes como las jugadas a balón parado. Ahora, no existe línea alguna que nos indique la trayectoria, y el ángulo desde el que las lanzamos ha cambiado radicalmente.
En esta ocasión, habrá que ensayar más y currárselo un poco para dominar cualquier jugada de este tipo y eso da un claro sabor a "nuevo" que le viene bien a un juego que en muchos momentos se siente muy "igual" a 'PES 2017', aspectos técnicos aparte. Lo mismo los porteros, que han vuelto a mejorar considerablemente, pero que siguen arrastrando algunos errores que la saga no ha sabido corregir desde hace años. Tres cuartos de lo mismo va a ocurrir con el apartado sonoro, o las licencias: aquí no hay mucho secreto y la demo no iba a servir tampoco para saberlo. Por cierto, volverán a repetir 'Carlos Martínez' y 'Julio Maldonado'.
Vale la pena arriesgarse
Si tuviera que terminar estas impresiones recomendando o no el juego lo tendría claro: a pesar de las múltiples dudas que el título me ha generado en varios aspectos (sobre todo la continuidad que representa), tengo la sensación de que si apostamos por él volveremos a acertar, en mayor o menor medida. Puede que el cambio no sea tan grande como el que hubo la pasada temporada, pero es un cambio que implicará cosas positivas a largo plazo, y que notarán mucho todos aquellos que esperan disfrutar del online. No solo será más estable y ofrecerá modos de juego que venimos pidiendo a gritos, sino que cada día nos sorprenderemos con una nueva animación y una nueva jugada, lo que propiciará aún más equilibrio a los partidos. Controles orientados, un ritmo más pausado y realista, pero la agilidad de la última entrega. Por supuesto, habrá que esperar para ofrecer un veredicto más objetivo, pero no me cabe la menor duda de que las críticas serán mayormente positivas.