Winston tenía que subir a un séptimo piso. Con sus treinta y nueve años y una úlcera de varices por encima del tobillo derecho, subió lentamente, descansando varias veces. En cada descansillo, frente a la puerta del ascensor, el cartelón del enorme rostro miraba desde el muro. Era uno de esos dibujos realizados de tal manera que los ojos le siguen a uno adondequiera que esté. EL GRAN HERMANO TE VIGILA, decían las palabras al pie.
1984, George Orwell
Eres Arthur Hastings. Hasta este momento, habías llevado una vida tranquila y llena de paz que sólo se había visto alterada por un torrente sinfín de trabajo.
Pero eso se ha acabado.
Supervivencia
'We Happy Few' es un juego en el que tendrás que matar a una persona a puñetazos para conseguir una patata podrida. No se me ocurre una manera más descriptiva de explicaros a qué clase de juego perturbado nos estamos enfrentando cuando hablamos del título de Compulsion Games.
Porque sí. Probablemente me diréis que en cualquier juego de supervivencia tienes que apañártelas como puedas para no morir de hambre, por ejemplo. Sin embargo, comparémoslo con 'Don't Starve'. También es un juego en el que tienes que comer lo poco que encuentres, pero la diferencia reside en que mientras que aquí peleas con monstruos y diferentes criaturas, en 'We Happy Few' tienes que robar y matar personas.
Quizás le estoy dando muchas vueltas a un aspecto que simplemente es una pieza de la mecánica del juego pero, realmente, es un detalle que ayuda a que el jugador se sienta parte del horror de Wellington Wells.
Por otro lado, a lo largo de los tres barrios que componen esta fase preview de 'We Happy Few', encontraremos refugios donde podremos dormir y recomponernos sin peligro alguno.
En principio.
Nuestro personaje puede morir de varias formas: por hambre, sed, enfermedad, desangrado o por sueño. Para mi gusto, el hambre, la sed y el sueño descienden con demasiada rapidez, por lo que le juega una mala pasada al apartado de exploración del juego. No puedo investigar los alrededores si a los dos minutos tengo el sueño por la mitad.
Teniendo en cuenta que estamos hablando de una fase preview, espero que ajusten de otra forma estos parámetros para que la supervivencia no sea una molestia, sino una ayuda para el proceso de inmersión.
Por otro lado, he de señalar que hay que tratar de evitar morir todo lo posible ya que el juego se vuelve cada vez más difícil.
Misiones
'We Happy Few' se compone de dos ramas de misiones: la principal y las secundarias. Mientras que la primera es, en esta fase de pruebas, una campaña relativamente corta, resulta muy útil como primera toma de contacto con este universo de Compulsion Games. El estudio, por otro lado, ha prometido que incluirá más historia y contenido. En parte se agradece, porque se echa en falta tener más información de, al menos, los diferentes personajes que nos encontramos durante la partida. Sin embargo, tampoco es una molestia: el contexto y la historia se pueden entender perfectamente si exploramos debidamente los alrededores y prestamos atención a los monólogos de los habitantes de Wellington Wells.
No obstante, al ser la misión principal tan corta, entiendo que el estudio quiera añadir más historia. Este hecho me lleva a pensar que la campaña de esta fase preview no ha sido más que un canal para explicar las mecánicas y cuál va a ser la tónica que nos encontraremos en la fase final de 'We Happy Few'.
Por otro lado, las misiones secundarias resultan muy útiles para conocer a personajes concretos y para invitarnos a explorar el escenario. Además, ayudan a que no te aburras y que te persiga la sensación de "tener algo que hacer". De esto ya se encarga el aspecto de supervivencia del juego, pero lo cierto es que las misiones secundarias le restan monotonía al juego.
Crafteos
Durante nuestro paso por Wellington Wells iremos recogiendo basura y objetos al más puro estilo Diógenes. Gracias a estos utensilios, podemos fabricar tres tipos de crafteos: herramientas, medicinas y objetos básicos.
Hay un detalle que me ha gustado especialmente y es que los crafteos puedes hacerlos siempre que tengas los objetos tanto en el inventario personal como en el del refugio. Es decir, no es necesario tener que ir hasta nuestra base para tener que fabricar un objeto: con tenerlo en cualquiera de los dos inventarios, sirve.
Digo que me ha gustado este aspecto porque si tenemos en cuenta que los parámetros de supervivencia disminuyen con tanta rapidez, no podemos estar yendo y viniendo a nuestro refugio si nos encontramos en medio de una misión.
Ambientación
Por último, el punto fuerte de 'We Happy Few'. La narrativa del escenario lleva a que el jugador se vea rodeado desde la más absoluta miseria hasta sentirse un ciudadano de primera clase.
Wellington Wells se divide en tres barrios que, en mi opinión, estarían relacionados con las tres clases sociales: baja, media y alta. En cada una de estas zonas, estaremos rodeados por diferentes hogares y personajes que inmediatamente situarán al jugador en el contexto de cada barrio. De hecho, en cada uno de estos distritos tendremos que llevar una u otra ropa, para podernos camuflar entre los diferentes grupos sociales.
[POSIBLE SPOILER + Hipótesis]
'We Happy Few' es la historia de una sociedad controlada mediante el consumo de Joy, una droga que les ayuda a olvidar el pasado y afrontar el presente con una sonrisa. Las frases que irán diciendo como una retahíla los ciudadanos con los que nos cruzaremos, servirán para que captemos ciertos fragmentos de la historia y entendamos algunas de las consecuencias del Joy. Por ejemplo, hay un hombre que se pregunta quién era el Tío Jack antes de ser el Tío Jack, o una mujer que no para de reafirmar que vive en París.
En este sentido, hay algo que me ha llamado la atención: no hay niños en Wellington Wells. Sin embargo, algunos adultos (e incluso el propio protagonista), hacen referencia a sus padres. "¿Qué pensarán mis padres?" o "¿Estarían mamá y papá orgullosos de mí?". Ignoro si este detalle es intencionado o no, pero he pensado que, quizás, el Joy sirve para que los adultos vuelvan a su más tierna infancia, y que Wellington Wells sea una especie de País de Nunca Jamás.
[/POSIBLE SPOILER]
La figura del Tío Jack, a propósito, es muy útil para transmitir al jugador la sensación de sociedad vigilada. Ya sea a través de la megafonía, de la televisión, la radio o de los carteles, la presencia del Tío Jack nos perseguirá a lo largo de la partida. Sin embargo, la pregunta queda en el aire: ¿quién es, realmente, el Tío Jack? No lo sabemos, pero una panda de locos lo adora como si fuera un dios.
Conclusiones
A pesar de que el juego necesita todavía los ajustes mencionados y un poco más de contenido en el apartado de la historia, 'We Happy Few' es un juego divertido, interesante y llamativo al que poder dedicar horas y horas. Acompañado todo ello por un contexto distópico, que servirá para remover la curiosidad del jugador por saber qué ha pasado en Wellington Wells y por qué queremos escapar de la ciudad.
Es un juego que huye de la monotonía y que intenta destacar de entre los survivals que ya conocemos. Después de haberle dedicado sus horas correspondientes, entiendo por qué Compulsion Games trata de desvincularse de 'BioShock'. Si tuviera que establecer algún paralelismo entre ambos juegos, diría que en lo único que se parecen es que ambos tienen lugar en una ciudad de locos.
Por lo demás, 'We Happy Few' es una marca propia.