Recuerdo con cariño un episodio de 'Los Simpsons' donde Lisa, la hija mediana de la familia y la más inteligente de todos ellos, sueña despierta con la posibilidad de que su colegio dé un paso adelante en el estudio e instale cascos VR individuales para sus alumnos. Inmediatamente se los pone y viaja con Gengis Khan a un período histórico de guerras, masacres y otras cosas que la muchacha encuentra atractivas. Por supuesto cuando se estrenó el episodio aquello no era más que una idea imposible en el aire que no alcanzaríamos en muchísimo tiempo.
Este recuerdo es el que me asalta mientras veo un joven de 2º de la ESO ponerse un casco de realidad virtual en un colegio para jugar en una competición contra la prensa para ver quién sabe más de ciencia. De repente ese futuro tan alocado donde podemos usar la realidad virtual para aprender y reforzar nuestros conocimientos haciéndonos una parte activa de la interacción no está tan lejos. De hecho, hemos llegado a él. Y todo gracias a 'Flipy's Tesla! Inventemos el Futuro'.
Herramienta de estudio
Probablemente a muchos este título no os diga nada. Y con razón, pues es un producto que no se dirige al consumidor medio de videojuegos: no está pensando para que yo me divierta ni para que un muchacho de veinte años o haga. Pero sí que está dirigido como herramiento de refuerzo a la hora de educar, aprender ciencia y aplicarla de forma efectiva a la par que la hace interesante y atractiva.
Sus creadores no lo pudieron decir mejor. En una charla que dieron en el colegio sobre el videojuego que habían desarrollado señalaron que el gran problema del método de educación en los colegios consiste en que espera que los alumnos sean sólo una parte pasiva del proceso: escuchan, memorizan y aplican de forma ciega, en muchas ocasiones sin el atractivo de pasar a la práctica y poner a prueba los conocimientos adquiridos en algún sitio que no sea un examen de última hora.
Es por eso por lo que 'Flipy's Tesla: Inventemos el Futuro' es tan importante. El mencionado episodio de 'Los Simpsons' venía a indicar una sustitución del método tradicional de estudio cuando, más bien, debemos ver este proceso como un excelente complemento para reforzar los conocimientos de los más jóvenes. Este videojuego no sólo enseña, sino que alimenta la curiosidad y las ganas de probar y descubrir cosas nuevas en las materias a las que hace alusión. Esa es la manera más efectiva de llamar la atención de los más jóvenes: atraerles hasta tu campo.
Construir un futuro
Una vez aprendido lo que el juego nos tiene para enseñar de forma básica podemos facilitar a los jugadores algo todavía más efectivo si se han quedado con ganas de más: en los próximos días será publicada una app para dispositivos móviles que servirá a modo de enciclopedia para las ideas científicas y términos que el juego presenta, lo cual refuerza todavía más lo que hemos aprendido hasta un nuevo nivel. Tú les has dado la caña de pescar: es el turno de los jóvenes de aprender de cara al futuro.
Las herramientas que las futuras generaciones están teniendo en sus manos son cada día más impresionantes, mucho más si tenemos en consideración que la tecnología sigue evolucionando día a día y que quedan más cosas por descubrir en un futuro cercano. Por una vez he visto una de las mejores aplicaciones que se le podía dar a los cascos de PlayStation VR más allá de los juegos básicos de terror y las experiencias de media hora de duración: y consiste en crear el futuro.