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'Feud' crítica 1x05: Los Oscar más punzantes y la mentira del sueño americano

El capítulo 1x05 de 'Feud' puede ser el mejor de lo que llevamos de temporada, rememorando un hecho bastante destacable de la historia de los Oscar.

Por Sara Menéndez Espina 5 de Abril 2017 | 15:55

El sueño americano. La idea de que cualquier persona puede prosperar y tener éxito en aquello que se propone simplemente con su esfuerzo y tesón. Sí, el término es correcto, un sueño, una ilusión. Una falacia, una excusa. ¿Qué diferencias habrá en la posibilidad de alcanzar el sueño americano en la actualidad y en los años sesenta? En el capítulo 1x05 de 'Feud' no vemos más que sueños frustrados, al lado de otros que han prosperado y siguen haciéndolo, porque para que unos estén arriba, otros y también otras deben estar debajo. ¿Acaso nuestras metas son demasiado altas? ¿El sueño solo se cumple en los que sirven para ello? Bueno, en verdad la teoría capitalista de "con esfuerzo lo conseguirás" se creó saltándose, al igual que sigue ninguneando actualmente, a la mayoría de las población, como las mujeres (ya deja fuera a la mitad del planeta), las personas de raza no blanca, las personas que no son cisgénero y heterosexuales, los inmigrantes, los pobres, las personas con discapacidad... um... ¡vaya, así es muy fácil conseguir el sueño americano! ¡Sólo tienes que competir con un pequeño porcentaje de las personas!

En fin, para qué seguir dándole vueltas a una fábrica de mentiras, veamos cómo en 1963 el mundo del cine echó por tierra el sueño de varias personas, y cómo las mujeres han tenido que depender de los deseos de los hombres para estar más arriba o más abajo y cuándo.

¡Llegan los Oscar!

El evento central en el episodio 1x05 de 'Feud' es la nominación a los premios Oscar y la celebración de la gala. Como sabrán aquellas personas que conocieran esta curiosa historia, Bette Davis fue nominada a Mejor Actriz por '¿Qué fue de Baby Jane?', no así su compañera en pantalla, y cada vez peor enemiga, Joan Crawford. Ésta siente el mayor desplante de su carrera, entra en una espiral aún más aguda de alcoholismo, y admite que siempre estuvo a la sombra de Davis en éxito pese a que sus películas recaudaban más dinero en taquilla.

Para su enemiga la situación no es más positiva, pese a todo. Siente que una nominación no le dará más trabajo, ve cómo previamente al estreno de Baby Jane no confían en ella para darle papeles (no sabían cómo sería el éxito de la cinta), y recuerda que pese a lo bien que había ido en el pasado con 'Eva al desnudo' (1950), el director se había olvidado de ella, así que no pensaba que Aldrich fuera a darle más oportunidades en el futuro. ¿Cómo puede ocurrir todo esto con una de las mayores estrellas del siglo XX? ¡Ah, sí! La edad y el sexo... Sin embargo, Davis tenía ya dos Premios de la Academia, y un tercero la marcaría en la historia como la primera mujer con tres Oscar, así que necesita alcanzar ese objetivo ahora que ve su carrera acabada. Es en este momento cuando Davis lanza en el periódico aquel polémico e histórico anuncio por palabras donde se ofrece como actriz para trabajar.

Un momento históricamente triste

Si buscamos en el internet el vídeo de la recogida del Oscar a Mejor Actriz en 1963 vemos, sin embargo, que es Crawford quien sube al escenario. ¿Cómo? Pues en uno de los gestos más mezquinos de la historia, la actriz convenció a las otras nominadas para que le dejaran subir a recoger la estatuilla si ganaba. Así, vemos cómo va a visitar a Anne Bancroft, que fue ganadora, y a Geraldine Page, que es, por fin, Sarah Paulson, ¡que nos moríamos de ganas por verla! No hemos podido ver a Katharine Hepburn, a la cual no le costaba nada ausentarse de los Oscar porque rechazaba todo lo relacionado con el circo hollywoodiense. La ganadora fue Bancroft, y la cara de Davis al ver arriba a Crafword fue desoladora, frente a la soberbia que emitía el personaje de Jessica Lange. ¿Podríamos decir que Crafowrd quedó como ganadora de esta batalla? Realmente no, porque se retrató como un personaje ruin y desesperado.

En el contexto de los Oscar, este capítulo de 'Feud' nos regala un plano secuencia de esos largos y maravillosos que nos encanta ver en pantalla, donde Lange recorre toda la "parte de atrás" del centro donde se está celebrando la gala. Esto, junto a los hechos acontecidos en el episodios, lo convierten, claramente, en mi favorito hasta la fecha.

Las mujeres pisoteadas una y otra vez

Pauline es la otra mujer que hizo que ese episodio me entusiasmara. Aunque Alison Wright da vida a una actriz real, Pauline Jameson, en realidad su papel en 'Feud' es totalmente ficticio, y así lo han confirmado los creadores de la serie. Representa, según he leído, a muchas mujeres de la industria, y de qué manera. Tras terminas Baby Jane como ayudante de Robert Aldrich, Pauline intenta comenzar su carrera como directora de cine, y tiene un guión preparado para su primer proyecto. Sólo necesita quién se lo financie y quién quiera trabajar con ella. Por supuesto, lo único que recibe son desoladoras frases de que la dirección no es lugar para la mujer, o incluso que sus obstáculos no se encuentran en su género, sino en su posición, y es que nadie la conoce en el mundillo (el tipo de excusas que la mujer continúa recibiendo).

La única persona que se entusiasma con la iniciativa es una sorprenden Mamacita, que también teníamos como un personaje plano dedicado a servir a Crawford, pero esta madre de familia inmigrante y que se dedica a limpiar va a la biblioteca, lee libros y datos sobre población, y en una ciega esperanza en el sueño americano, está convencida que las mujeres de ese país pronto podrán llegar a cualquier lugar. Lástima que nadie se tome en serio a Pauline ni Mamacita.

Tampoco tiene muchas esperanzas ni le va bien en la carrera a Robert Aldrich, el influyente señor Warner le pone los límites donde él los ve: en el cine de serie B. Aun así Aldrich intenta seguir adelante, pero no es fácil cuando en su siguiente película, el western que siempre quiso dirigir, tiene de protagonista al memo egocéntrico y caprichoso de Frank Sinatra (ya le tenía manía de antes, sí). Pero, ¿quién puede ilusionarse con un proyecto grande cuando las personas que se supone que tienen "ojo" te escupen en la cara que sólo vales para un género?

¿Acaso Pauline triunfaría hoy en día?

¡Menos mal que vivimos en un mundo igualitario, por fin! O eso es lo que se dice, ¿no? Me vas a negar que desde que las mujeres trabajar también fuera del hogar hay desigualdad... O espera, si en 2016 sólo hubo mujeres directoras en el 13% de los capítulos de series, en el 7% de las 250 películas top de Hollywood, y en total la representación femenina fuera de cámaras fue de un 19% (en España fue un 19% de las películas estrenadas las que estuvieron dirigidas por el género femenino, un 12% fueron guionistas y en total la representación ascendió al 29%)... quizá no hayamos avanzado tanto como pensábamos.

Ya, lo se, que quien asciende o debe ascender debe ser quien vale, y si no valen, no asciende. A otra con ese cuento chino, es lo mismo que decía Matt Damon en televisión cuando interrumpió a una mujer negra productora de cine cuando hablaban de machismo y racismo en Hollywood y él creyó que tenía más que decir sobre el tema que ella. Así es como funciona la industria. Preguntemos, en España, a Leticia Dolera cómo le fue en su camino como directora.