El 14 de Junio 2016 | 12:44
Los rumores eran atosigantes en torno a 'Resident Evil 7', hasta tal punto que se daba por hecho que la nueva entrega tendría que aparecer en algún punto del ciclo de conferencias del E3 2016. Las presentaciones fueron pasando, Microsoft se guardó su propia ración zombicida, pero nada de 'Resident Evil 7', el más esperado, hasta que Sony corrió el telón de su propuesta E3 2016. Kitchen, el proyecto que llevábamos viendo en todas las ferias para levantar expectación con PS VR, se ha convertido en 'Resident Evil 7'. Se ha convertido, o siempre lo fue pero nosotros no lo sabíamos. En cualquier caso, un 'Resident Evil' completamente renovado y completamente abierto al debate.
Veníamos avisados 'Resident Evil' pegaría con la nueva entrega un revolcón al terror. Con un par de sacudidas la franquicia pretende, con paso firme, deshacerse de la acción directa y abierta que se ha venido acentuando entre a entrega. Ahora, 'Resident Evil' quiere ser decididamente un juego de terror. Podemos sacar los números sobre la mesa para buscar la explicación a este cambio, podemos sacar los números de ventas y ver que la quinta y sexta entregas numeradas, las más orientadas a la acción, son las más exitosas a nivel comercial. Podemos seguir sacando números, y el gráfico de las calificaciones de Metacritic muestra la caída de 'Resident Evil' como franquicia de referencia en los últimos tiempos.
A lo largo de los últimos cinco o seis años la saga ha vivido de rentas de otro tiempo, y me duele sentarme frente al teclado y escribir esto, porque a un fan siempre le sabe mal enfrentarse a lo que no es otra cosa que la dura realidad. Las versiones remasterizadas de los capítulos iniciales eran un rayo de esperanza para recordarnos que la franquicia fue referente, fue calidad de primer nivel. Aplaudimos estos relanzamientos, obvio, y eso es la muestra de que 'Resident Evil' como marca sigue funcionando, y que el problema para el público estaba en el tono de las últimas entregas.
Una mirada al terror, al núcleo
Ahora, 'Resident Evil 7' despierta completamente renovado, muchos enarbolan que irreconocible, pero yo creo que su despertar es coherente. La franquicia busca y necesita adaptarse a los tiempos, lanzar un nuevo juego con las mecánicas de 'Resident Evil Remake' en el año 2017 sería un ejercicio ridículo, pero lo que Capcom pretende es retomar la saga como referencial en el género. Cuando en 1996 se echaba a rodar el disco de 'Resident Evil' había muchas sensaciones, apreciaciones, mecánicas... pero sobre todas ellas había una idea para envolver toda la partida, y era la capacidad de 'Resident Evil' para crear una atmósfera agobiante. En la raíz de un juego de terror lo que se reconoce de manera unívoca es la capacidad de generar emociones, emociones eminentemente desagradables de las que aprendemos a disfrutar, y si hoy 'Resident Evil' ambiciona ser un juego de terror ese es su único objetivo.
Echar de menos las mecánicas de disparo o los juegos de cámaras, y reconocer en esos elementos lo nuclear de 'Resident Evil', es quedarse en la forma y obviar el fondo. En la forma, 'Resident Evil 5' y 'Resident Evil 6' guardaban respeto a muchos elementos tradicionales de la saga, y en el fondo no tenían absolutamente nada que ver. Ahora 'Resident Evil 7' se actualiza de nuevo, vuelve a intentar someterse a una experiencia contextualizada en los tiempos y en el modo de hacer del terror, que es un ejercicio similar al que intentó en vano Hideo Kojima con 'Silent Hills'. La diferencia está en que ahora 'Resident Evil' quiere actualizarse siendo un juego de terror, y hace diez años lo quiso hacer siendo un shooter de perfil, si me permiten, bastante bajo.
La conclusión más poderosa es que no sé si los fans de los 'Resident Evil' actuales encontrarán en esta séptima entrega un juego reconocible, pero por suerte 'Resident Evil' vuelve a ser una franquicia apta para los que simplemente son fans del terror.