NUEVOS DESAFÍOS

'Dragon Ball Super' 76 Crítica: "¡Acaba con los enemigos, vuelve el espíritu de lucha de Krilin!

Goku y Krillin recuerdan viejos tiempos enfrentándose a un complejo desafío, ¿Conseguirán superarlo?

Por Raúl Manero 31 de Enero 2017 | 17:37

ATENCIÓN: Esta crítica contiene información del episodio 76 de 'Dragon Ball Super' y de toda la saga

El anterior lunes volvimos con todos vosotros, después de un pequeño parón, para volver a hablar sobre lo que nos había deparado el nuevo episodio de 'Dragon Ball Super' emitido el pasado fin de semana. Exactamente, se trataba del episodio número 75, y como las entregas anteriores, continuaban ofreciéndonos relleno para acabar de digerir todos los hechos acontecidos durante el Arco de Zamasu. Aunque sinceramente, la espera ya empieza a ser demasiado pesada para todos los fans que estamos deseosos de ver lo que ocurre en las siguientes semanas.

Sin embargo, a pesar de continuar con el relleno, tal y como acababa el pasado episodio número 75, nos dejaba prever un más que emocionante capítulo 76, el cual tiene por título "¡Acaba con los enemigos, vuelve el espíritu de lucha de Krilin!". Aunque, a decir verdad, este no ha acabado cumpliendo mis expectativas iniciales, y no tiene ningún momento que recordaremos especialmente en un futuro próximo. Eso sí, a pesar de este hecho, podemos sacar alguna que otra conclusión interesante, así como también hay algunos hechos medianamente relevantes durante el transcurso del episodio que vale la pena recapitular. Así pues, esto es lo que vamos a hacer en este texto, empezando por ponernos en situación, reenganchando la historia donde lo dejamos la pasada semana.

Hace siete días, dejábamos a nuestros amigos Goku y Krilin entrando en una misteriosa cueva demoníaca. Allí, nuestros héroes debían encontrar unas hierbas medicinales, llamadas paraíso, las cules ayudan al Maestro Roshi a esquivar las garras de la muerte. Esta misteriosa cueva, hace aflorar los miedos y recuerdos de ambos protagonistas, y de entre las sombras aparecen a surgir figuras de antiguos enemigos de batalla, muchos de los cuales acabaron con la vida de uno o ambos protagonistas. Así pues, aparecen guerreros como Cell, Súper Buu, Freezer, las fuerzas especiales Ginyu o incluso enemigos anteriores a Dragon Ball Z como puede ser Tambourine, el segundo hijo de Piccolo, o el propio rey Piccolo.

Rápidamente Goku hace gala de su poder para acabar con algunos de estos enemigos, e intenta hacer reaccionar a Krilin para que le ayude haciendo lo mismo. Sin embargo, este está demasiado asustado por lo que ven sus ojos, e inicialmente solo huye despavorido de un lado a otro topándose cara a cara con distintos enemigos, y recordando cómo estos habían acabado con su vida en el pasado. A Krilin le cuesta reaccionar en un principio, y pese a plantar cara en un primer momento a sus miedos, vuelve a quedar paralizado por el miedo cuando descubre una particularidad de estos adversarios.

Obviamente, Goku y Krilin no se estaban enfrentando a los adversarios reales, allí no estaba Buu ni ninguno de los otros enemigos, sino que eran unas copias que hacían su aparición cuando nuestros héroes hacían uso de su KI, algo de lo que Goku se da cuenta muy rápidamente, cuando ve que al aumentar su nivel como Saiyan, los enemigos aumentan considerablemente sus dimensiones. Sin embargo, en ese momento él y Krilin están separados, y llama a la nube Kinton para poder ir a buscar a su compañero sin ahce ruso de su energía.

Todo esto lo ven desde casa del Maestro Roshi, el propio anciano, el androide número 18 y su hija Maron, gracias a la bola de cristal de la bruja Baba. Finalmente, Krilin consigue reunir de nuevo el valor suficiente para hacer frente a sus miedos, y con ello consigue liberar de un tremendo apuro a Goku y a la nube Kinton. Y por más índole, gracias a este acopie de valor consiguen una tremenda cantidad de planta paraíso para el Maestro Roshi, quien al final del capítulo puede darse un tremendo festín de esta planta, y según el capítulo, gracias a ello puede vivir 1000 años más.

Pero la parte más importante de todo el capítulo 76, es el hecho de recuperar a Krilin para hacer frente a posibles adversidades futuras, dentro de sus limitaciones. Y es que esta complicada prueba que supera junto a Goku, le hacen no solo superar sus miedos, sino recuperar las ganas para combatir. De hecho, al final del capítulo, vemos como Krilin da carpetazo a ese papel de hombre responsable o incluso adulto, para raparse la cabeza como antaño y recuperar de esa forma el espíritu del Krilin de antaño. Además, como colofón final, ambos aprenden a controlar mejor su Ki en combate, algo que les puede venir muy bien para futuros enfrentamientos.

Aun así, lo más importante y relevante llega en el avance del próximo capítulo, y es que por fin parece que empezamos a ver la luz al final del oscuro túnel de los capítulos de relleno, siendo el próximo episodio número 77 el que dé el pistoletazo de salida al nuevo arco argumental, el torneo de los 12 universos.