Esta crítica revela información del capítulo 62 de 'Dragon Ball Super' y de la historia de la serie.
Ha sido una semana dura, siete largos y tediosos días de espera para ver en acción al nuevo Trunks frente a Black Goku y Zamasu. Si recordáis, en el pasado episodio, la acción concluía con la desesperación de Trunks y una nueva y espectacular transformación del hijo de Vegeta.
Como comenté en la crítica del capítulo 61, para mí, éste se conformó como el mejor episodio de la actual saga, y sin duda ha atraído la atención de todo el respetable. Si bien es cierto que todo lo que sube, tiene que bajar, nos encontramos que el 62 abre una nueva esperanza para Goku y sus amigos, rememorando hechos de la antigua saga de 'Dragon Ball', lo cual ha despertado toda mi añoranza.
A pesar del impresionante poder que despliega Trunks, era obvio que no iba a ser suficiente para derrotar a los dos antagonistas, aunque éste parece que le planta cara de forma muy seria a Black Goku.
Después de un interesante, pero corto enfrentamiento, Trunks hace de escudo para que Goku, Vegeta y Bulma vuelvan a su época y encuentren una forma de poder hacer frente a estos dos malvados personajes.
Una técnica mítica
Una vez de regreso a su era, y mientras Goku se recupera de sus duras heridas originadas por el combate, hacen aparición personajes míticos del manga que parecían desaparecidos. Una vez que se unen Gohan, Piccolo, Krilin y Chichi al grupo, el namekiano ofrece una posibilidad para vencer a sus dos enemigos.
El poder de Black Goku y Zamasu no solo reside en su enorme potencial de ataque individual, sino que juntos se convierten en invencibles, primero por la invulnerabilidad de Zamasu, y por otro lado por la capacidad de Black de ir mejorando a medida que lucha.
Queda claro que para detener a Black es necesario separarlo de su homónimo temporal, por lo que Piccolo recurre a la mítica técnica de Mafuba.
Como bien se recuerda en el capítulo, esta técnica la utilizó el maestro Roshi para encerrar al primer y malvado Piccolo. Esta misma línea es la que se propone ahora en 'Super' para acabar con Black y Zamasu.
Ni corto ni perezoso, Goku visita al maestro Roshi para que le enseñe a utilizar el Mafuba, el cual práctica con la tortuga gigante en una simpática escena.
La aportación de Bills
Por otro lado, y a pesar del error que cometió Bills asegurando que el futuro cambiaría con la muerte de Zamasu, el Dios Destructor parece que va a volver a tener gran importancai en la trama, ya que en un primer momento hace oídos sordos a las suplicas de Bulma para que les ayude frente a Black, pero no va a ser así.
Al final del capítulo se observa como Bills parece que sí tiene intención de recuperar su honra perdida, y acude a Gowasu para encontrar una solución a este terrible problema. El kaioshin asegura que pensará en algo para luchar contra Zamasu, ya que según él, nunca hubiera existido este enfrentamiento si no lo hubiera escogido como discípulo.
Sin duda se antoja muy interesante ver cómo puede variar los acontecimientos con la intromisión de Bills, que recordemos que por su carácter de Dios Destructor no le está permitido hacer viajes en el tiempo.
El capítulo 62 en tonos generales ha sido un episodio necesario, el cual da una pausa a la acción para que el guión se siga nutriendo. Pero a la vez me surgen algunas incógnitas.
Por un lado nos encontramos, de nuevo, con que el nivel de Saiyajin God deja mucho que desear, no solo por lo ya visto, sino que Trunks con su nueva transformación parece ser más fuerte que Goku y Vegeta en su máximo potencial. Es complicado entender cómo esto puede ser posible si estamos hablando de que tienen el mismo poder que un dios, y Trunks ya no es que esté a menor nivel, sino que no debería ni igualarse a sus compañeros con su nueva forma.
Por otro lado, el uso de Mafuba parece más una forma de alargar el guión que una solución real, puesto que parece poco probable que Black y Zamasu caigan en la trampa y sean encerrados de una forma tan sencilla.
Parece que el devenir de los acontecimientos va a discurrir a través de la figura de Vegeta, el cual va a entrenar en la Sala de Tiempo, y supongo que eso hará que veamos al principe de los saiyajin en su forma más potente. Del mismo modo, durante el avance del capítulo 63 parece que Vegeta será quien plante cara, junto a Trunks, a los dos antagonistas, lo cual para mí sería una gran noticia, poder ver a padre e hijo al máximo potencial como ya pudimos ver en el pasado a Goku y Gohan.
Donde sin duda no debemos perder la atención es en la figura de Bills. Un combate entre Bills, Black y Zamasu puede ser el colofón final que muchos estamos esperando, y no sé si me hace más ilusión ver este enfrentamiento o el del padre y el hijo.
Lo que está claro es que 'Dragon Ball Super' está mejorando en cuanto a guión capítulo a capítulo, y nos deja con ganas de más, lo que sin duda es algo que la serie necesitaba, y sobre todo el público anhelaba.
Habrá que esperar otros siete días para ver si nuestros héroes encuentran una solución real al conflicto, o si tendremos que continuar lucubrando para poder ver el final de esta interesante, y cada vez más ilusionante, etapa de Black y Bills.