El 9 de Octubre 2016 | 11:04
Esta crítica puede desvelar información sobre el capítulo 61 y de la saga de 'Dragon Ball Super'.
La verdad que hacía mucho tiempo que no sentía la misma sensación que me recorrió por el cuerpo después de ver el episodio 61. Confiaba que algún día 'Super' mostrará todo lo bueno que ya supo ofrecer en pasadas sagas. Y parece que mis plegarias han sido escuchadas. La culminación de la historia de Zamasu y Black Goku llega a su colofón final, con el que para mí es el mejor capítulo hasta el momento de 'Dragon Ball Super'.
Para hacer un poco de memoria, Goku, Vegeta y Trunks vuelven al futuro para ver si la muerte de Zamasu a manos de Bills ha hecho algún efecto. Tras ver que todo ello no ha servido para nada, Black Goku revela su identidad, confesando que es el propio Zamasu pero con el cuerpo de Goku del futuro. Después de esta confesión, nos encontramos con dos Zamasu de diferentes líneas temporales, los cuales se unen para elucubrar su plan de eliminar los humanos del planeta.
Un asesino despiadado
Tras desvelar Black Goku su origen, no esconde sus terribles planes de eliminar a la raza humana. Para ello desvela la razón que le motivó a utilizar las Bolas del Dragón, conseguir cambiar su cuerpo con el de Goku. Después de este deseo que ve cumplido, viaja hasta el verdadero héroe de Dragon Ball para matarlo a él y a su familia.
Este hecho provoca que Goku se enfurezca y muestre un momento muy bueno, gracias a su enfrentamiento contra Zamasu y Black Goku. A pesar del potencial que muestra el SS God, éste es derrotado con la espada de energía que porta Black.
A pesar de caer en combate, volvemos a ver al Goku de siempre, no ese casi títere de los últimos episodios que cada vez dejaba más que desear. Un guerrero feroz y valiente que sin duda nos ha vuelto a dar una alegría a los que añorábamos su vuelta real. Seguro que todavía que nuestro protagonista tiene mucho que decir contra Black.
A pesar de las explicaciones de Black, quedan todavía algunas dudas de la procedencia del Zamasu del pasado, puesto que si Bills mata a ese Zamasu, Black nunca podría haberse unido a él. Estamos ante una tesitura que supone que existe otra tercera línea temporal, o que los hechos que han ocurrido en el presente de Goku, no han afectado en nada al futuro y éste ha seguido por otros derroteros, tal y como los presenta Black. Habrá que esperar para ver lo que ocurre.
El poder real de Trunks
Pero el momento más épico del episodio 61 lo ha protagonizado Trunks. Después de que Zamasu y Black desvelen sus planes de eliminar a los humanos, el hijo de Vegeta intenta reprenderlos. Para sorpresa de éste, los dos antagonistas afirman que su malvado plan lo han elaborado a causa de los desajustes en el tiempo que ha provocado Trunks a raíz de sus diferentes viajes temporales.
Para sorpresa de todos, la típica ira de los super saiyajin surge de Trunks y hace que consiga una nueva transformación, en otro de esos momentos tan impresionantes que solo sabe brindar una serie como 'Dragon Ball'.
Lo curioso de esta transformación es que es muy parecida a la que sufría Broly, con aumento de su masa muscular y los ojos blancos. Pero asimismo se puede observar un halo azul que cubre al personaje, como si estuviera muy cercano a convertirse en God.
Sin duda es un momento impresionante y que agradezco como espectador. Ha sido un momento que me ha recordado a Gohan contra Célula, o a la transformación de Goku contra Freezer, guardado las distancias. Lo que es seguro es que este episodio para mí es el mejor de todo 'Dragon Ball Super'.
A pesar de lo bueno que ha sido este capitulo, todavía me surgen varias dudas, ¿será más fuerte esta transformación que God? ¿llegará a ser Trunk un saiyajin azul? ¿será una transformación muy espectacular pero que al final no tenga peso en el combate? Y sobre todo, ¿cómo podrán a Zamasu si es inmortal?
Queda mucho por ver y saber, pero con capítulos como el 61, lo vamos a disfrutar como ya lo hicimos antaño.