Por fin ha llegado el día, el momento que muchos de nosotros estábamos esperando desde hace muchísimo tiempo. Ese día en el que podríamos viajar al frío y crudo invierno de una Manhattan hecha trizas, destruida, muy lejos de sus mejores y glamurosas tardes. El día D, el día en el que nace 'The Division'.
Después de nada más y nada menos que tres fases de prueba (dos betas y una alfa), podemos salir definitivamente a las calles de Nueva York, para intentar salvar lo que queda de la sociedad neoyorquina y hacer que la vida vuelva a inundar las calles de una de las metrópolis más espectaculares del planeta. Y lo que podemos decir al terminar nuestro primer día de duro trabajo bajo el intenso frío es que tenemos algo muy gordo entre manos, un juego que promete acompañarnos durante muchísimo tiempo.
Uno de los datos más relevantes que podemos sacar de estas primeras horas en 'The Division' es que se esconde detrás de este panorama desolador que vive Estados Unidos, así como cual será nuestro papel dentro de este intento de reorganización del estado. Hoy conocemos un poco mejor como la "gripe del dólar" ha hecho estragos en la humanidad, y como los miembros de 'The Division' son los únicos que pueden devolver al ser humano la humanidad que muchos parecen haber perdido, buscando que esta resurja de sus cenizas cual ave fénix.
Disipando las primeras dudas
Sin embargo, más allá de conocer un poquito mejor que se esconde detrás, las primeras horas de 'The Division' han sido un bis de todo lo que pudimos disfrutar en las distintas pruebas, pero todo ello con el fantástico regusto que te deja en la boca el hecho de saber que todo tu progreso no caerá en saco roto.
Aun así, quitando la pereza que da empezar un juego repitiendo por cuarta o quinta vez algo, 'The Division' consigue hacerme disfrutar hora tras hora, misión tras misión, de todos y cada uno de mis "paseos" por las calles de Manhattan o Brooklyn cual sheriff protector. Y esto es sin duda un gran valor que ofrece el título de Ubisoft y que yo al menos valoro muchísimo.
La recreación de las calles hace que encuentres detalles fantásticos en todas ellas, verdaderamente el juego quizás se aprovecha en exceso del escudo que le ofrece el hecho de presentarnos una civilización reducida a migajas, para ofrecernos entornos vacíos, aunque lo cierto es que mola muchísimo perderse por ellas.
Uno va andando o corriendo tranquilamente por las calles y va empapándose de esa sensación de decadencia, tristeza que se respira en el ambiente. Hogares derruidos, familias rotas, personas desaparecidas... Esta es el pan nuestro de cada día en el crudo presente de 'The Division', lo cual unido a la sensación de pequeñez que tienes al atravesar las inmensas y largas calles de Nueva York, te hacen ver lo pequeño e insignificante que eres, así como el gran peso que cargas sobre tus hombros.
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También disfruta uno mucho más cuando tiene un bagaje detrás. Como ha sido este el caso, una experiencia previa que te hace mover con mucha más soltura por los menús y por la ciudad, consiguiendo una experiencia mucho más fluida y dinámica y en consiguiente menos "pesada".
En estas primeras horas he podido disfrutar con dos espectaculares misiones, que son las primeras en desbloquearse, como son la de salvar a la doctora en el Madison Square Garden y ayudar al técnico en el subsuelo. Dos misiones que, pese a volver a repetir he disfrutado posiblemente más que nunca, ya que ha servido para deleitarme en zonas y detalles que quizás habían pasado un poco por alto previamente.
Y como seguro que muchos de vosotros os lo preguntaréis, por suerte o por desgracia no he tenido ningún problema con el juego en mi Xbox One, ni con los servidores. Incluso he llegado a notar pequeñas mejoras respecto a la beta del pasado mes de febrero, aunque obviamente el juego no es perfecto, pero de ello ya hablaremos en el análisis.
Lo cierto es que después de este primer día de trabajo me muero de ganas de volver a salir a las calles como miembro de 'The Division' para ver como evoluciona esta experiencia fantástica que nos propone Ubisoft. Lo mejor está por llegar y ahora solo queda seguir descubriendo cosas y encontrarnos de nuevo en futuros textos como el análisis que estamos preparando, y es que es lo mínimo que se merece el juego del mes de marzo en Zonared.