El 12 de Agosto 2016 | 17:01
Cuando me preguntan que por qué elegí 'Pokémon Rojo' en vez de 'Pokémon Azul' no sé qué responder. Lo digo en serio. Tenía cuatro años cuando mi señora madre me llevó al Carrefour de mi barrio y me dejó elegir entre ambos títulos. Puedo aseguraros, eso sí, que es esta una de las pocas imágenes que recuerdo de esa edad; no tengo memoria para casi anda más sobre mi infancia, sobre esos primeros años de vida, pero sí sé que tuve -en mi opinión- la suerte de poder tener o 'Pokémon Rojo' o 'Pokémon Azul' para mi flamante Game Boy que por algún motivo me había caído en esa Navidad.
Y así llegamos a 2016. Intento no darle muchas vueltas a las cosas: Pokémon me encanta. Y punto. Me gusta tener en la pared un cuadro con las medallas de todas las regiones en metal barnizadas; me encanta coleccionar las guías, jugar al TCG, eclosionar huevos subido en la bicicleta... Es un universo que me llena, que me da más de lo que le pido, que ha sido el camino por el que ahora tengo los amigos que tengo. Me importa poco cuántos años tenga ahora o cuántos tendré después.
Y si mañana deja de gustarme Pokémon, por el motivo que sea, dejaré de jugar; pero nunca olvidaré los buenos momentos que pasé con la licencia... en todos los sentidos.
"No elegí 'Rojo' o 'Azul', elegí Pokémon".
Hay que saber aceptar las cosas
Es por ello que cuando un purista como el que escribe, que he jugado a todos los juegos de la franquicia incluyendo un 95% de los spin off, cuando abro 'Pokémon GO' siento muchas cosas, pero no todas positivas. Ya he hablado sobre ello con mucha calma en el análisis, dejando claro que quizá este título no es tanto como esperaba; quizá simplemente es que no es para mí y mis ganas por 'Pokémon Sol' y 'Luna' actúen como el aceite sobre el agua, pero al final cuando llego a casa todos los días me apetecen más otras formas de ocio que jugar a 'Pokémon GO', y entre ellas suele estar la de comenzar un nuevo Nuzlocke antes que ver si hay un Gastly dando vueltas a mi alrededor.
No me malinterpretéis, insisto en que 'Pokémon GO' me divierte, lo uso a diario, pero no lo veo como un título de largo recorrido para los que realmente disfrutamos de Pokémon tal como lo hacíamos hace cinco años, hace diez años y hace quince. Posiblemente también como lo haremos dentro de otros diez, pues con apuestas como 'Sol' y 'Luna' no solamente queda patente que la séptima generación de la franquicia va a dar muchos pasos en frente, sino que también no se va a ver influenciada por este fenómeno de masas totalmente casualizado.
Esto es grande, amigos
Casualizar no es malo, es darle una perspectiva diferente a la licencia. Estoy seguro de que tengo muchos más conocimientos sobre Pokémon que aquellos sibaritas que se quejan ahora del postureo de la gente que no había tocado la saga en su vida, pero... ¿y qué más da? Que cada uno lo disfrute lo máximo que pueda, porque 'Pokémon GO' está levantando pasiones, está haciendo que nos crucemos por la calle con gente de diferentes edades, nacionalidades y puntos de vista y nos sonriamos; pero que aun así sean esos gestos los que hagan que compartamos algo, que nos olvidemos de lo malo e intercambiemos risas. Eso es grande.
Qué importa que yo juegue a competitivo y me ponga a hablar de IV's, EV's, STAB, Tiers y combinaciones, ¿soy acaso más merecedor de utilizar la palabra Pokémon por ser un enfermo de la franquicia? ¿Por saberle a qué nivel aprende una especie tal ataque? No seamos ridículos, a mí me está pareciendo una pasada ver cómo un niño frenaba a su madre ayer al mediodía y le decía que esperase, que había un Dratini justo delante de ellos. No os imagináis qué cara se me quedó a mí al principio, porque al estar justo delante de ellos el chaval me estaba enfocando (ese Dratini estaría más o menos donde aparecía mi silueta en su pantalla). El gesto de la madre no fue tan apaciguador, de hecho seguramente la pobre mujer estaría hasta las narices de tanta captura y tanto 'Gotta Catch 'em all', pero el gesto del niño al capturarlo, que encima lo hizo a la primera, no tiene precio.
Y es que estas cosas no tienen precio.
¿Que qué me parece 'Pokémon GO'?
Más que un videojuego me parece un producto capaz de haber despertado algo que necesitaba la sociedad, que es motivos para ilusionarnos. Las cosas no están siendo fáciles para nadie en nuestro país, y aunque cada uno tenga más o menos problemas, haya votado a uno u otro partido, le guste o no el Yogurt de Macedonia del surtido que tienes en la nevera y prefiera el Cola Cao o Nesquick, a la hora de jugar a 'Pokémon GO' todos llevamos la misma camiseta. A mí me sirve con eso.
Posiblemente empiece a ver 'Pokémon GO' como el abuelo que se sienta en el parque a ver cómo juegan sus nietos, pues siento que me cansaré pronto del título, pero caramba, esto es grande. Esto es muy grande. Y me encanta.