El 18 de Julio 2011 | 17:06
Eidos Montreal tiene ya preparada la tercera entrega del FPS de ciencia ficción 'Deus Ex', bajo el título de 'Human Revolution'. Antes de su llegada a las tiendas y a nuestros ordenadores y consolas nos infiltramos en la precuela del primer 'Deus Ex' para descubrir cuál es la revolución que da título al juego.
Nos trasladamos al año 2027, que ya no suena tan lejano, unos cuantos años antes de los acontecimientos del 'Deus Ex' original. Una principal diferencia es que en este tiempo las mejoras de nanotecnología no han sido inventadas, pero no tendremos que renunciar a ellas.
Viva la biomecánica
En su lugar tendremos mejoras biomecánicas, que nos permitirán realizar acciones que en el presente veríamos absolutamente imposibles. Pero la ciencia avanza y Adam Jensen, el protagonista, tiene muchos retos a los que enfrentarse.
El protagonista trabaja en el campo de la seguridad privada para Safari Industries, que son precisamente los líderes en esta tecnología. La sede es atacada y Jensen termina gravemente herido, recurriendo a las mejoras para sobrevivir. La historia irá mostrándonos cómo se acabó formando la UNATCO y nos llevará a escenarios tan distintos como Montreal, Shangai o Detroit.
'Deus Ex: Human Revolution' mezcla lo mejor de los FPS con toques de rol, ofreciendo un guión muy bien hilado con una jugabilidad que mantiene lo más aclamado de los anteriores juegos. Las mejoras seguirán siendo las estrellas de la pantalla, y se dividen en cuatro estilos: combate, hackeo, sigilo y social. No sólo incrementarán las habilidades de Jensen, sino también de sus armas.
Variado arsenal
A diferencia de los anteriores, el arsenal ha aumentado sobre todo en variedad. Cuando antes teníamos que conformarnos con un sólo cargador para todas las armas, ahora cada una disparará su propia munición, y podrá recibir mejoras para adaptarse a las situaciones. Por ejemplo, podemos cambiar las balas normales del revolver por explosivos, y con un par de disparos dejar destrozada una habitación entera.
El propio Jensen podrá realizar algunas acciones "imposibles" gracias a la biomecánica. Gracias por ejemplo a las mejoras sociales puede intentar convencer a algunos personajes a que hagan ciertas cosas por él o a calmar enemigos y evitar una lucha, aunque si no siempre podrá cambiar a las mejoras de combate para terminar más rápidamente con la discusión.
Seguirán estando muy presentes las habilidades de hackeo con las que modificar máquinas o por ejemplo acceder a información cifrada o cuentas de correo electrónico. El sigilo, como en las anteriores entregas, será vital para evitar grandes confrontaciones, teniendo mejoras especiales para llevar a cabo entradas en recintos donde no hemos sido invitados sin ser vistos. Desde camuflaje a desactivar cámaras, toda precaución es poca y parece como si pudiéramos pasar más de la mitad del juego sin un sólo combate, utilizando el resto de mejoras. Esto permite que las posibilidades de avanzar en la historia, excepto puntos concretos, puedan ser superados de muy distintas formas dependiendo de nuestro estilo de juego.
El menú utiliza una vez más el sistema de cuadrícula que podremos ir mejorando ganando más espacio, ya que depende mucho de las armas que llevemos o los objetos que incluyamos en el inventario ocuparán más o menos casillas. Las mejoras se incluyen en este menú, que tanto gustó en la entrega anterior.
Adiós a los botiquines
Uno de los cambios más importantes lo veremos en el sistema de salud, que se apunta a la moda de la regeneración, desechando los botiquines y demás sistemas de curación. Así, dicen, no romperemos la dinámica del juego porque nos quedemos sin medicinas, pero nos seguirá exigiendo un mínimo tiempo para establecer tácticas y controlar que Jensen no reciba demasiados disparos.
La IA ha mejorado también dividiendo a los enemigos en escuadrones. Si somos capaces de identificar al líder y eliminarlo ganaremos algo de ventaja al encontrarse el resto de rivales desorientados sin la persona que les daba las instrucciones, pero también reaccionarán de forma coherente a nuestras acciones, cambiando de armas o de actitud.
Los de Eidos Montreal nos aseguran 20 horas de juego sólo en la historia principal, lo cual nos lleva a pensar que han pulido detalles al máximo creando un título muy profundo y lleno de pequeñas características que en conjunto pueden convertirlo en uno de los grandes FPS que veremos en los próximos meses.