Crítica 'Young Sheldon' 01x13: las fobias de Sheldon le llevan al límite

YOUNG SHELDON

Crítica 'Young Sheldon' 01x13: las fobias de Sheldon le llevan al límite

Por Maribel Baena

El 5 de Febrero 2018 | 08:04

Las fobias han limitado siempre la vida de este personaje de ficción y, al mismo tiempo, la vida de muchas personas reales.

Es bien sabido por todos aquellos que son seguidores de 'The Big Bang Theory', o que lo han sido en algún momento, que las fobias de Sheldon no son únicamente algo cómico; por mucho que la serie quiera pintárnoslo de esta manera (estamos hablando de una sitcom, al fin y al cabo), estas fobias también se ven reflejadas como una parte muy importante de su vida. Porque le impiden vivir nuevas experiencias, o incluso experiencias que todo el mundo tiene en algún momento.

Las fobias han limitado siempre la vida de este personaje de ficción y, al mismo tiempo, la vida de muchas personas reales. En este sentido, Sheldon es un reflejo fiel de lo que muchas personas padecen diariamente: miedos tan profundos y poco racionales que les impiden vivir la vida con normalidad. Mas no nos confundamos, un miedo puede ser poco racional y, aún así, que la persona que lo padezca lo viva como el temor más lógico del mundo. Porque, para ellos, el peligro es real.

En este caso, para Sheldon el peligro de una gripe es algo que le atemoriza totalmente. Le impide ir a clase, le impide cumplir las normas, cosas que él considera fundamentales y vitales. ¡Hasta este punto pueden llegar los miedos! Y es le ha costado una visita a la sala de castigo, el último lugar en el que podríamos imaginarnos a Sheldon Cooper y su intensa determinación por cumplir absolutamente todas las reglas sociales.

La sala de castigo y la expulsión: nuevas experiencias para Sheldon

Es esta fobia incontrolable a los gérmenes lo que lleva a Sheldon a desobedecer y, como consecuencia de esa desobediencia, a la sala de castigo. Aunque al ver que esta también implica estar expuesto a los gérmenes, el joven genio no duda en abandonarla; se ve que su miedo es mucho mayor que las posibles repercusiones que sus actos puedan tener. Ni siquiera una visita al médico sirve de mucho para tranquilizarle. Únicamente sirve para convencerle de que lo mejor que puede hacer es comenzar a usar mascarilla, y buscar la forma de hacerse un refugio a puebla de gérmenes.

La desesperación de su madre es notable, así como la despreocupación total y absoluta de su padre, que tiene asumido que luchar por conseguir que Sheldon tenga el comportamiento de una persona normal es totalmente absurdo. Él sabe que, independientemente de lo que haga, su hijo continuará siendo diferente, con todo lo que ello implica.

Sheldon teme a los gérmenes

Mientras tanto, Georgie aprovecha la ocasión para dar pena a todas las chicas de su entorno y, de esta forma, conseguir que muestren cierta simpatía por él. Cómo se nota cuan diferentes son los hermanos entre ellos, pese a compartir tanto padres como educación; y es que la socialización no lo es todo, sino que la personalidad también depende en gran medida de la personalidad de esa persona en particular. ¡No hay más que ver la tierna inocencia de Missy, y compararla con la forma de ser de Sheldon!

Por suerte, no hay nada que una abuela no pueda solucionar, y eso es algo que en la familia Cooper saben perfectamente. Desgraciadamente, Sheldon tenía razón... Y la gripe estaba dispuesta a atacarle en cuanto bajara la guardia. No obstante, la gripe no es tan grave como él esperaba (o temía), y con un 'dulce gatito' todo se puede arreglar. Un nuevo episodio, tan dulce y rápido como todos a los que estamos acostumbrados a ver en esta serie.

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