El 15 de Enero 2018 | 11:25
Si sois seguidores de 'The Big Bang Theory', seguramente ya sepáis que uno de los temas que más preocupaba a la madre de Sheldon sobre su pequeño es el escepticismo religioso que este tenía. Más que escepticismo... Podríamos hablar de una convicción de que Dios no existía, apoyándose siempre en la ciencia y en lo que él realmente tomaba como cierto. No obstante, un punto positivo de Sheldon es que, pese a estar muy convencido de que las religiones servían de poco, respetaba profundamente a las personas creyentes; esto tiene mucho que ver con lo que vemos ahora en 'Young Sheldon', con toda la educación que su madre le dio.
Este proyecto de científico (puesto que aún no lo es, aunque ya sepamos que en un futuro lo será) convive con una madre muy religiosa por la que siente auténtica admiración. Es esta admiración, este cariño, el que le lleva a respetar la religión que tanto le importa a Mary. Porque si bien es cierto que él no duda en señalar que todo esto le parece un invento, también es verdad que no pone especial empeño en criticar abiertamente todo esto delante de las personas creyentes. Un punto de prudencia que pocos esperaríamos encontrar en Sheldon Cooper, y que no siempre está presente, por desgracia para su madre.
En este episodio, la religión vuelve a ser la protagonista de una de las pequeñas aventuras de Sheldon. No podía ser menos, y es que es uno de los pilares sobre los que se fundamentó su educación, bastante tradicional en todos los aspectos. Aunque él lo tiene claro desde un primer momento: su mente es científica y, como tal, todo lo que toca debe llevarlo a este ámbito. E incluso el estudio de la religión se lo toma como algo científico, como una investigación.
Una partida de dragones y mazmorras que termina en teología
Todo empieza con una inocente partida al famoso juego de 'Dragones y Mazmorras', que ya tuvo su protagonismo en 'The Big Bang Theory'. Pero cuando Mary descubre que su hijo está jugando a un juego cuyo protagonista es el demonio se preocupa, y decide obligar a Sheldon a reconectar con la iglesia bautista, de la que ella forma parte. Lo que no esperaba en ningún momento es que este nuevo interés por la religión llevara a Sheldon a tratar de investigar todas las religiones del mundo, o al menos aquellas que él considera más importantes.
Esto es lo que un auténtico científico haría, según Sheldon. Investigaría, vería cuál es la que más se adecúa a su percepción del mundo, y se decidiría por una de ellas. Pero solo tras haberlas conocido, por supuesto; ¿cómo va a creer basándose únicamente en la fe? La fe no es ciencia.
No es esto lo que Mary creía, puesto que ella no concibe ningún Dios más allá del suyo, ni ninguna creencia más allá de la que lleva practicando toda la vida. En este episodio, de tan solo dieciocho minutos, se nos muestra algo que acaba siendo una realidad en muchos hogares: la confluencia de creencias, el cómo vive cada uno su espiritualidad, y el cómo algunos son incapaces de ver más allá de lo que siempre han tomado como cierto. A Mary le supone un gran esfuerzo aceptar que su hijo pudiera acabar creyendo en un Dios diferente al suyo, porque está plenamente convencida de que solo el suyo es el "de verdad". Pero Sheldon, pese a haberse criado con la influencia de su madre, cree que hay que investigar antes de afirmar.
Pese a todos sus estudios, él acaba llegando a una conclusión distinta: ninguna religión se adapta a él, así que va a crear una nueva. El mateísmo, basada en las matemáticas, donde todo es binario; y casi estuvo a punto de descubrir el sentido de la vida, pero su hermano le despertó de su "profundo trance". ¡Nos ha faltado poco para averiguarlo! Tendremos que continuar viendo 'Young Sheldon' a ver si el pequeño genio nos desvela más sobre su nueva religión que, por ahora, solo tiene un seguidor.