El 30 de Agosto 2017 | 16:41
Después de lo que hemos podido ver en este episodio se me plantea una pregunta interesante: ¿hacen falta 18 episodios para contarnos lo que de verdad sucede? A mi me parece que no.
Después de la muerte, casi gratuita, de los dos sicarios del malvado Cooper, me hace pensar que estaban allí de relleno, ya que en realidad no han hecho mucho en la serie, tampoco sus apariciones han sido estelares. Pero bueno si el señor Lynch los ha añadido por algo será.
De todas maneras, este episodio nos ha dejado momentos memorables. El primero, la muerte de Richard Horne delante de su padre, que lo lanzó a los leones. ''Adiós, hijo mío'', dice antes de darse la vuelta. Todos los rumores se han confirmado, la maldad de Richard Horne era producto de la relación de Audrey y el malvado Cooper.
Nuestro querido agente Cooper
Dicho esto, ¡Cooper ha vuelto! Menos mal que no esperaron hasta el último momento para traerlo de vuelta, aunque casi. Al verlo otra vez con esa seguridad y con esa bondad y nobleza que caracteriza al personaje es cuando nos damos cuenta de lo que lo hemos echado de menos. Ya otra vez en la vida real solo queda que termine el trabajo, lo que no sabemos es si se acabará quedando en el mundo real o desaparecerá después de realizar su tarea.
La escena en la que vemos al agente Cooper en la limusina junto a los hermanos Mitchum camino de Twin Peaks, con la banda sonora de fondo hace que todos los recuerdos del inicio vengan a nuestra mente. La imagen de ese detective llegando en coche al pequeño pueblo mientras habla con su grabadora.
De lo que no tenemos dudas es que el Cooper malvado es malo de verdad. Si no que se lo digan a Diane, creada después de que este Cooper la violara y la matara. Ha sido al cumplir su tarea cuando esta ha confesado a Albert y Gordon y estos la han matado. Ya muerta la vemos en la habitación roja mientras el manco le dice: ''Has sido fabricada'', y se desvanece convirtiéndose en una semilla.
Por último, la otra protagonista del episodio es Audrey. Después de la esperada actuación de Eddie Vedder, aparece en el Roadhouse junto a Charlie.
Ya sabíamos que algo extraño le pasaba a Audrey: esas extrañas conversaciones con Charlie, el no decidirse a salir de la casa y esa extraña obsesión por buscar a un tal Billy. Muchos eran los rumores que decían que podría estar en un psiquiátrico. Descubrimos que lo de la Roadhouse ha sido una visión y que en realidad se encuentra encerrada. Y menos mal, ya que esa escena en la que la vemos bailando sola en la pista con la canción de "Audrey's Dance" de fondo es una de las tantas en las que hemos podido ver como la serie se recrea en sí misma y que después de 16 episodios cansa al espectador.