El 21 de Junio 2017 | 13:27
Este episodio ha marcado un antes y un después en la temporada. Por un lado, ha sido el primero en el que no hemos tenido oportunidad de disfrutar de ninguna actuación en directo. Y por otro, Lynch ha dado más protagonismo al pueblo que da nombre a la serie: Twin Peaks.
La historia de Dougie ha ido desvaneciéndose para dar paso al pueblo de Twin Peaks, donde ya encontramos las primeras notas de algo espiritual. Incluso hemos podido ver más de los personajes originales y de su vida después de 25 años.
Lo mejor de este episodio ha sido volver a ver a Diane, que esta vez ha ido a la prisión a ver al malvado Cooper. Diane, la amada secretaria del agente Cooper, se siente tan mal después del encuentro con su doble, que la idea de volver a verlo la aterroriza. Sale de la cárcel temblando, bebiendo y fumando, le dice a Gordon que, aunque ese era Cooper físicamente, le faltaba corazón. Cada vez están más cerca de conocer la verdad sobre todo esto, aunque la investigación va desarrollándose lentamente.
Pero todo se tuerce cuando el malvado Cooper chantajea al director de la cárcel con airear sus oscuros secretos. Ante esto lo dejará marchar de la prisión.
En Twin Peaks, Hank sigue con su investigación. Junto con el sheriff Truman descubre que los papeles que encontró en el baño correspondían al diario de Laura Palmer, en esos papeles se dice que el agente Cooper está perdido en la logia. Los dos agentes llegan a la conclusión de que Leland Palmer guardó allí esos papeles para esconder su culpabilidad.
Como vimos en el episodio anterior, el pequeño de los Horne había atropellado a un niño. Mientras, Andy Brennan investiga el asesinato siguiendo la pista de la camioneta.
En el FBI descubren que las huellas del cuerpo que apareció sin cabeza corresponden a los del Coronel Briggs, pero sin signos de haber envejecido. De hecho, la forense confirma que se trata de un hombre de unos 40 años, cuando el Coronel Briggs debería tener unos 70 años.
Un poco de Dougie, para compensar
Por último, aunque este episodio ha sido el menos Dougie de todos, no nos hemos librado de él. En el despacho de la agencia de seguros llegan tres agentes de la FBI para investigar sobre la explosión de su coche. Como siempre, su mujer, Janey-E Jones, llega para arreglarle el desastre. Una vez fuera de la oficina, el asesino enano llega para matar a Dougie, pero el instinto de Cooper aparece y consigue aplacar al asesino que acaba huyendo. ''Ese tipo no se parecía a ninguna víctima. Douglas Jones, se movía como una cobra'', dicen algunos de los testigos.
Mientras Dougie está forcejeando con el asesino aparece en su mente la cabeza flotante con ramas gritándole ¡Aprieta la mano! Dougie hace justo eso y consigue que un poco de la piel del asesino se quede pegada a la pistola que este llevaba.
Para finalizar vemos el Bang Bang Bar vacío y un plano de la cafetería de 'Twin Peaks' mientras dan el servicio.