El 14 de Junio 2017 | 15:30
No puedo decir que entienda mucho de lo que está ocurriendo después de estos seis episodios del retorno de 'Twin Peaks' pero si puedo afirmar que me están encantando. Este último episodio es puro Lynch, el director se nos está mostrando tal y como es, dejando de lado su emisión en una cadena de televisión potente. Te está ofreciendo un producto que no es fácil y es el espectador el que debe decidir si desea aceptarlo o cambiar de canal.
En esta sexta entrega nos encontramos con mucha violencia. Por un lado, un tremendo accidente, un atropello a un niño, que se ve con todo lujo de detalles, algo no muy habitual en las series pero que Lynch no esconde. El que iba conduciendo no es otro que Richard Horne, el que vimos en el capítulo anterior propasándose con una chica en el Bang Bang Bar. Y por otro, un asesinato en el que el criminal elimina con un punzón a su víctima y se ensaña con ella. Un asesino a sueldo que debe eliminar a una mujer y a Dougie, que será su siguiente víctima.
Una de las mayores novedades que no ha dado este episodio ha sido el descubrimiento de quién es esa persona tan importante que el agente Albert se fue a buscar. Muchos estábamos barajando la idea de que fuera Audrey, pero finalmente no era ella. Era Diane, la secretaria de Dale Cooper. Cuando finalmente todos pensábamos que la ese era el nombre de la famosa grabadora del agente Cooper, Lynch y Frost nos sorprenden dándole cara. Y no es otra que la de Laura Dern, la actriz fetiche del director interpretará a partir de ahora a Diane, y como ya vamos a ver tendrá un papel importante en todo este lio del malvado Cooper.
¿Recuperaremos al verdadero Dale Cooper?
Aparte de estas novedades, seguimos conociendo cosas de Dougie Jones y esperando que Cooper despierte de su letargo. De hecho, durante el episodio tiene una visión de la habitación roja en la que vemos al manco Mike pedirle a Cooper que aguante, que no se muera.
Descubrimos que Dougie tiene unos cuantos enemigos y que en su anterior vida le gustaba el juego. Después de pedir un préstamo a gente que no debía estos lo estaban chantajeando. Debido a la situación tan delicada de Dougie será su mujer, Janey-E, la que se haga cargo del asunto. Por fin vemos a Naomi Watts en acción haciendo una gran interpretación de una mujer que no se deja amedrentar y que es capaz de enfrentarse a cualquiera que se ponga en su camino. ''No somos gente rica, conducimos coches baratos y malos, somos gente común, ya nos humillan lo suficiente, y no nos van a humillar gente como ustedes'', les dice a los prestamistas sin dejarles ni siquiera articular palabra. ''Vivimos una época muy muy oscura y ustedes son parte del problema'', dice para finalizar.
Mientras tanto, Dougie comienza un nuevo día en la compañía de seguros. El jefe lo llama para que le enseñe los expedientes que le había mandado rellenar el día anterior. Ante su sorpresa estos se encuentran garabateados con símbolos inexplicables (líneas, escaleras, círculos...), "¿cómo voy a darle un sentido a todo esto?" le dice el jefe a Dougie. Pero sorprendentemente después de mirarlos durante un rato le vuelve a decir: ''Gracias. Quiero que mantengas esta información de manera confidencial. Esto es perturbador, por decir lo mínimo. Yo me haré cargo, pero puede que necesite tu ayuda de nuevo. Sin duda me has dado mucho en qué pensar''.
Y así nos quedamos nosotros también, sin entender nada, pero mucho en lo que pensar. Para finalizar la actuación de esta semana corre a cargo de Sharon Van Etten con su tema 'Tarifa'.