El 4 de Mayo 2018 | 17:15
Empiezan a cumplirse nuestras predicciones del capítulo anterior: June es libre por fin o, al menos, más libre de lo que ha sido en los últimos tres años. Pero, como bien dice ella, tardamos demasiado poco en acostumbrarnos a los muros.
"Gilead está dentro de ti." ¿Será algo de lo que pueda escapar algún día, por lejos que se marche? Lo más probable es que nunca lo consiga del todo, ni siquiera en el caso de que consiga volver a reunirse con su familia y la República de Gilead se venga abajo. Algo poco probable.
Las vidas de Emily
El episodio de hoy oscila entre el confinamiento de June y la vida de Emily en las colonias. Es la primera vez que vemos de cerca el castigo de las criadas rebeldes, aunque ya lo conocíamos de la temporada anterior: limpiar residuos tóxicos en las afueras de Gilead hasta la muerte por agotamiento o por radiación. Es el destino con el que se castigó a Emily tras intentar fugarse en un coche robado y atropellar fatalmente a un soldado.
Emily era profesora, una doctora en biología. En sus recuerdos, vemos cómo a pesar de su inteligencia y sus capacidades —en realidad, justamente por ellas—, sus superiores en la universidad deciden alejarla de sus alumnos. ¿Qué patriarcado no teme a una mujer lista impartiendo sus conocimientos? Sumémosle eso a una densa capa de homofobia y tenemos a la pobre Emily sometida a "una purga de bolleras", como ella misma dice, junto a sus compañeros —hombres incluidos—en relaciones homosexuales. No hay despidos, lo cual nos podría hacer exclamar "¡qué suerte!", pero reflexionemos por un momento sobre la presión y el miedo, el tener que esconder a tu familia y eliminar su existencia de cara al público cuando la alternativa es perder todo lo demás. Parece poca cosa, pero la serie se aleja peligrosamente de la ficción y nos muestra una situación y unas consecuencias muy reales.
Las condiciones en las Colonias son, como cabía esperar, muy duras. Las criadas llevan una vida horrible, pero, en cierto modo, son figuras casi santificadas y son intocables. Las prostitutas del Jezabel pueden aspirar a lo más parecido a la libertad que existe en Gilead. En las Colonias, las mujeres ni siquiera son vistas como sombras de personas. Emily se las arregla para ejercer de médico, pero la esperanza de vida entre las trabajadoras es ridícula.
El matadero
De vuelta con June, exploramos con ella el sitio en el que está confinada y descubrimos por qué es un lugar seguro para ella. ¿Quién se acercaría a un antiguo pabellón de fusilamientos de la guerra, a una exhibición de cuerdas atadas en fila? Un matadero en toda regla. El agobio y el horror pueden con June, que se siente incapaz de quedarse ahí un minuto más. ¿Pero de verdad va a arriesgarlo todo para escapar ahora, sin un plan ni ningún tipo de garantía?
Claro que no. Se lo debe, al menos, a Hannah y a su futuro bebé.
Para estar, al menos, en paz con el lugar, June termina colgando fotografías y dibujos para tapar los agujeros de bala, dejando así un pequeño altar en honor a las víctimas de la guerra. Queda cerrado así su conflicto de este capítulo... o parte de él. Porque las sogas siguen colgando a sus espaldas, y el peligro no ha pasado.
Pecadoras por todas partes
Saltamos en el espacio y nos adentramos en las Colonias. Ha llegado una nueva trabajadora, una mujer profundamente religiosa que —¡sorpresa!— pertenecía a los altos círculos. Una esposa, nada menos, que fue infiel a su marido. Prometía ser un personaje muy interesante. Hasta ahora, las esposas eran figuras muy lejanas para nosotros, que seguíamos los pasos de June, y teníamos acceso a Serena de forma casi exclusiva. Y Serena, con sus más y sus menos, es una esposa modelo. Lástima que no vayamos a ver más de ella. Emily acaba con su vida envenenándola, y luego la crucifica en un poste de madera. Irónico final.
Terminamos su parte con la llegada de Janine. La pobre chica se muere de ilusión al haberse reencontrado con una aliada en tan horrible lugar, sin saber que su amiga acaba de cometer un asesinato a sangre fría. Emily no parece arrepentirse, y las demás mujeres apenas se han mostrado horrorizadas por ello. ¿Seguirán así? ¿Reaccionará Janine igual, si es que se entera?
En el próximo episodio, volveremos a ver a Moira. Ella también ha tenido que atravesar sus propios traumas, ¿cómo le estará yendo ahora que se ha encontrado con Luke? ¿Aparecerán en algún momento la esposa y el hijo de Emily también? June, por su parte, tiene toda la pinta de que terminará enfrentándose al peligro una vez más: una furgoneta, un hombre, una pistola. Y su madre, incluso, a la que conoceremos por fin y nos ofrecerá un poco de introspección sobre la relación con su hija ¿y puede que con su nieta?